España

Marlaska esconde a la funcionaria de prisiones a la que elogió tras denunciar amenazas falsas

Un mes después de que la Guardia Civil detuviera a la subdirectora de la cárcel de Villena el ministro no se ha referido al asunto y ella está en situación de excedencia

Los propios compañeros de la funcionaria le dirigen una carta abierta para que cuente qué hubo detrás de su falsa denuncia

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  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tiene un olfato excepcional a la hora de elegir qué causas apoyar de manera pública. Una de esas causas fue la presunta agresión sufrida por la subdirectora de la cárcel de Villena a manos de varios encapuchados justo antes de declarar por las imágenes de varios de sus compañeros reduciendo por la fuerza a un peligroso preso de la cárcel alicantina. Un mes después de la detención de la funcionaria de prisiones a la que apoyó públicamente, y sin que el ministro haya vuelto a mencionar el asunto, la funcionaria ha desaparecido del escenario penitenciario sin que nadie haya dado explicación alguna de lo sucedido.

Carolina ya no trabaja en la cárcel de Villena, ni ha regresado a la prisión gallega de Teixeiro. El teléfono de la subdirectora de Seguridad de la cárcel de Villena tampoco aparece ya en los folletos de la academia privada en la que impartía clases a aspirantes para conseguir ser funcionario de prisiones, aunque las fuentes de OKDIARIO aseguran que sigue trabajando allí. En menos de un mes la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha lanzado un manto de silencio sobre uno de sus mayores escándalos de los últimos años.

Es una verdadera funcionaria”, así definió el ministro del Interior a Carolina tan sólo unas horas después de que se hiciera pública una terrible agresión denunciada por la propia funcionaria. Marlaska no tardó ni 24 horas en calificar unos hechos de manera absolutamente imprudente y sin haber tomado las mínimas cautelas que se esperan de un ministro con acceso directo a las unidades que investigan cualquier hecho en este país. A Marlaska le dio igual que la versión de Carolina cuadrara o no, a él lo que le valía es que esa versión atacaba frontalmente a la asociación profesional de funcionarios de prisiones que más dolores de cabeza le está causando durante los últimos años.

Carolina dijo que cinco encapuchados la atacaron a la salida de su casa el día antes de su declaración por la reducción de varios de sus compañeros contra un recluso violento. Y amplió que ocurrió tras haber recibido varios mensajes que, pese a ser convenientemente anónimos, mencionaban al delegado en Galicia de la asociación de funcionarios que Marlaska no soporta: Tu Abandono Me Puede Matar. La Guardia civil no se lo tragó, demostró que los mensajes se los mandó la propia Carolina y tiene serias dudas sobre que hubiera realmente una agresión, y por eso detuvo a la subdirectora.

Carta abierta de sus compañeros

Desde que eso sucedió Carolina solicitó una baja médica, Interior dijo que la suspendería, pero lo que pasó es que tendría que regresar a la cárcel de Teixeiro. Sobra decir que sus compañeros no quieren tener cerca a Carolina así que la solución ha sido sacarla del circuito a través de una excedencia “por motivos personales”.

OKDIARIO ha tenido acceso a una carta redactada precisamente por uno de los compañeros de Carolina, porque el colectivo de funcionarios, lejos de dar este asunto por zanjado, desean llegar al fondo de lo sucedido convencidos de que Carolina no está sola en esta historia: “Y ahora, ¿qué? Tengo una impresión muy particular, considero que usted está totalmente amortizada, es más, creo que está acabada, su carrera profesional se ha ido al garete, ha desaparecido, se ha esfumado. ¿Se ha preguntado quién querrá trabajar con usted?, ¿quién le va a querer cerca? Sus ‘amigos’ no son tales, más bien, si no ha sido utilizada, es una estúpida de libro. Entonces, ¿qué más tiene que perder?, ¿o ganar? ¡Hable!, cuente toda la verdad a las Instancias Judiciales que han de escuchar y resolver sobre el asunto, y cuya discreción y gravedad en las diligencias policiales, se refleja en el secreto sumarial. ¡Piense!, de lo contrario quedará estigmatizada de por vida. Recaerá sobre su persona una duda que no podrá despejarse jamás. No sé dónde está, pero ojalá le lleguen estas líneas y reflexione. No espere apoyo de sus jefes, usted está abrasada y es un incordio para ellos. No espere más que soledad y abandono, sí, el mismo que tenemos nosotros y que sentirá en sus entrañas. Qué ironía, unidos por la misma triste circunstancia. Tome las riendas e intente enderezar el giro erróneo y la injusticia que han provocado sus acciones. Sea sensata consigo misma y asuma su responsabilidad. Al menos su conciencia se lo agradecerá”.

Seguro que a esta funcionaria de prisiones le llegará el contenido de esta carta. Otra cosa es que reúna la valentía necesaria para delatar de dónde salió este extraño plan para inventarse una causa que Marlaska abrazó sin miramientos.