SUMARIO DEL 'CASO KITCHEN'

Rajoy encargó a Villarejo un barrido de micrófonos ocultos en su despacho del Congreso

Mariano Rajoy
Mariano Rajoy y José Manuel Villarejo
  • T. Gómez, F. González y V. Gil

El ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy encargó al comisario José Manuel Villarejo realizar un barrido para detectar micrófonos ocultos en su despacho en el Congreso de los Diputados en 2009, cuando era líder de la oposición, según consta en el sumario del caso Kitchen.

En una de las conversaciones que obran en el sumario, al que ha tenido acceso OKDIARIO, el comisario José Luis Olivera, ex director del CITCO y antiguo jefe de la UDEF, y el comisario José Manuel Villarejo comentan el operativo que éste último llevó a cabo en el Congreso por encargo directo de Mariano Rajoy. El entonces jefe de la oposición sospechaba que estaba siendo espiado en su despacho.

Para esta operación, según cuentan los interlocutores, se utilizó a «una señora» que más tarde ocupó el cargo de vicepresidenta del Gobierno: se trataba de Soraya Saénz de Santamaría. Ella misma metió «los aparatos de Villarejo para hacer un barrido en el Congreso». Una «historia preciosa», comentan los comisarios entre risas.

Extracto de la conversación

En la conversación Villarejo le propone a Olivera que hable con el Secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, para que le llame. Entonces el ex director del CITCO le comenta que para conseguir dicho objetivo le va a recordar a Martínez el operativo que el comisario jubilado realizó para Mariano Rajoy.

– José Luis Olivera: No, no, no, no… Yo le digo (a Francisco Martínez): «Mira, hubo un momento en que el Señor Rajoy tenía unas serias dudas de que le estaban grabando en su despacho del Congreso de (ininteligible)».
– José Manuel Villarejo: Sí…
– Olivera: Y pidió ayuda para que se le hiciera un barrido y se le viera porque no se fiaba de nadie.
– Villarejo: Y la ayuda se la hizo Villarejo.
– Olivera: Y el que le hizo el barrido se llama Villarejo, pero Villarejo para poder hacer el barrido, no fue Villarejo con los aparatos, los aparatos los metió dentro una señora…
– Villarejo: Que ahora es vicepresidenta del Gobierno.
– Olivera: Que ahora es vicepresidenta del Gobierno, ¿eh? Y metió los aparatos de Villarejo para hacer un barrido en el Congreso. ¡Fíjate! Esa historia (se ríe).
– Villarejo: Preciosa.
– Olivera: Preciosa.
– Adrián de la Joya: Es telita, ¿eh?
– Olivera: Eso a ver cómo la salva el Troll (Félix Sanz Roldán), ¿eso es mentira? No, mire usted, Rafael Redondo entrando en el Congreso y a ella no la registran porque va con la maleta.
– Villarejo: Hablé yo todo con nuestros técnicos. No, díselo, díselo…
– Olivera: Para que vean un poco, decir bueno…
– Villarejo: Para que vean el alcance de…
– Olivera: Cuando dice, cuando dice, que este señor… Digo: «Mira yo tengo noticia de esto ¿Quién te lo pidió a ti?»
– Villarejo: ¿Eh?
– Olivera: ¿Quién te lo pidió a ti?
– Villarejo: Eh….Paco Villar.
– Olivera: Paco Villar ¿A través del Cabezón?
– Villarejo: Eh sí.

Extracto de la conversación
Extracto de la conversación

Otro encuentro

En otros encuentros el ex comisario comenta este mismo operativo con otros interlocutores como, por ejemplo, con los empresarios Adrián de la Joya y Alberto Pedraza y ofrecen más datos sobre la función de la ex vicepresidenta en el despliegue realizado por el comisario: «Metió todo (el Congreso) de micrófonos».

También comentan que Villarejo sacó de un «zulo», según fuentes consultadas por OKDIARIO era el domicilio de un amigo del ex tesorero ‘popular’ donde éste guardaba documentos sensibles, las pruebas que incriminaban a los dirigentes ‘populares’.

Además, en ese zulo también estaban «todas las pruebas de las facturas falsas que hicieron con Paco Villar y el grupo parlamentario Grupo Popular para justificar unos pagos de la imagen de Soraya» e incluso «todas las grabaciones entre Bárcenas y el puto Rajoy hablando de toda la mierda», según consta en el sumario. Villarejo explica: «Me ordenaron a mí y a mi gente quitarla (toda esa documentación) de un agujero, de un zulo».

Fondos reservados

OKDIARIO desveló en noviembre de 2018 que el Ministerio del Interior utilizó fondos reservados que obraban en poder de Francisco Martínez, encargado de distribuirlos desde la Secretaría de Estado de Seguridad, para llevar a cabo la operación de espionaje a la familia Bárcenas entre 2013 y 2015.

Para ello, pactaron con el delincuente Enrique Olivares el pago de una cantidad procedente de los fondos reservados a cambio de ejecutar el asalto a la vivienda de los Bárcenas. El objetivo era recuperar tres pendrives con información sensible del PP. Los responsables del plan adelantaron al mercenario 10.000 euros de los fondos y le prometieron otros 40.000 euros si la misión culminaba con éxito, algo que finalmente no ocurrió.

También sobornaron al chófer del ex tesorero ‘popular’, Sergio Ríos, quien realizó una labor de confidente y por la que recibió 2.000 euros netos mensuales durante dos años. En total, el topo cobró 48.000 euros por su papel como infiltrado y fue premiado con el ingreso en la academia de la Policía Nacional y la consiguiente entrega de una plaza en la escala básica.

El objetivo

El Ministerio de Interior tenía como objetivo recuperar documentos y grabaciones que se había llevado el tesorero del PP de la sede de Génova y que perjudicaban a Javier Arenas, vicesecretario general del Partido Popular; a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal .

La Moncloa solicitó al Ministerio, entonces bajo el mando de Jorge Fernández Díaz, la puesta en marcha de un operativo policial para rescatar los documentos confidenciales del partido porque podían ser utilizados por Bárcenas para presionar y chantajear al presidente del Gobierno Mariano Rajoy. En aquellas fechas, el ex tesorero se encontraba en la cárcel de Soto del Real por el caso Gürtel.

La operación policial para recuperar los documentos de Bárcenas fue dirigida en todo momento, según fuentes de la Unidad de Asuntos Internos (UAI), por los comisarios José Villarejo, entonces adscrito a la Dirección General de la Policía, y Enrique García Castaño, jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), dependiente de la Comisaría General de Información. Ambos montaron un importante dispositivo para recuperar la documentación en poder del ex tesorero.

Según Asuntos Internos era el propio Villarejo quien pagaba en mano al chófer de Bárcenas con el dinero de los fondos reservados que le facilitaban sus superiores.

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