España

Lluvia de críticas a Revilla al ser pillado sin mascarilla y cantando a pleno pulmón en un hospital

Revilla le cantaba la jota 'Adiós, pueblo de Carmona', al auto de la misma y amigo suyo

Miguel Ángel Revilla se convierte en viral gracias a una avestruz

Miguel Ángel Revilla tiene su propio gel hidroalcohólico con su cara

  • María Ruiz
  • Portadista. Especialista en 'breaking news' y noticias de nacional, sociedad e internacional.

Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, comienza a ser noticia más veces por ser carne de meme y por sus meteduras de pata que por su gobernabilidad. La última ha sido el vídeo que se ha viralizado de él cantando a un amigo que está ingresado en un hospital. Nada nuevo bajo el sol, si no fuera por el hecho de que Revilla no lleva puesta la mascarilla. Recordemos que sigue siendo obligatorio llevarla en centros sanitarios, hospitales y farmacias en todo el estado. Pero se ve que Revilla tiene alergia a las mascarillas porque recordemos que ya tuvo que pedir disculpas en plena pandemia por no llevarla en un restaurante, donde además, estaba fumando un puro en una zona prohibida por las normas pandémicas.

Tras publicarse el vídeo en redes sociales las críticas se han multiplicado. En las imágenes se le puede ver cantando a pleno pulmón y con la nariz y boca descubierta la jota montañesa Adiós, pueblo de Carmona. Se da el caso de que el auto de la composición es, quien está ingresado y a quien le canta Revilla, que, en efecto, lleva la mascarilla puesta, pero en la mano.

Ha sido el diputado de Ciudadanos Félix Álvarez, Felicuso, quien alertó del hecho en un mensaje en redes sociales. Álvarez le recordaba a Revilla que «en los hospitales es obligatorio el uso de mascarillas. Incluso para el señor Revilla, el que fumaba puros cuando las restricciones lo impedían. La valoración moral de esto, que está circulando por las redes en Cantabria como el Aston Martin de Alonso, se la dejó a ustedes».

El decreto aprobado por le Gobierno cántabro establecía el cierre de las zonas interiores de los establecimientos de hostelería y restauración, incluidos los restaurantes de los hoteles y otros alojamientos turísticos, salvo los servicios de entrega a domicilio o recogida en el establecimiento, los centros sociosanitarios y comedores sociales; comedores de centros educativos -no cafeterías universitarias-; y establecimientos de suministro de combustible, como servicio para conductores profesionales, con un aforo todos ellos de un tercio.

Un grupo de vecinos de Santander pilló a Revilla saliendo del interior del restaurante La Capitana, en la calle de Castelar, y grabaron. Los vecinos le acusaron de condenar a los hosteleros a la ruina mientras él disfrutaba de una comida, con puro y todo durante la sobremesa, en un lugar prohibido por sus normas contra la pandemia.