La ley marroquí no castiga los asaltos a Ceuta y Melilla porque las considera «ciudades ocupadas»
Los asaltos a la valla de Ceuta y Melilla baten su record tras la cesión del Sáhara con más de 2.500 entradas
La reciente convocatoria para asaltar Ceuta desde Marruecos, prevista para el pasado 15 de septiembre pero frenada por las fuerzas policiales marroquíes tras pedir España el refuerzo de las fronteras, ha supuesto un antes y un después en Rabat. Mientras se desarrolla el debate político abierto sobre el endurecimiento de las leyes que castigan los delitos de promoción de la inmigración ilegal, las ley marroquí no castiga los asaltos a Ceuta y Melilla por considerarlas «ciudades ocupadas».
Un asalto para el día 30
Los cientos de inmigrantes ilegales que el pasado 15 de septiembre intentaron cruzar ilegalmente la valla de Ceuta no se dieron por vencidos. Ni mucho menos. Pusieron fecha para un nuevo intento de alcanzar el suelo de Ceuta dos semanas después. Además, los organizadores en esa ocasión fueron más agresivos que nunca, toda vez que hablaban de un «ataque» a la ciudad autónoma española. Fuentes policiales aseguran a OKDIARIO Andalucía que los mensajes que interceptaron en esta ocasión llamaban a la violencia.
El domingo 15 de septiembre se produjeron incontables intentos de saltar la valla de Ceuta por parte de pequeños grupos y tres intentos por parte de grandes grupos de personas, sobre todo de origen marroquí y argelino y muchos de ellos menores de edad. Ninguno de ellos, además, dudó a la hora de hacer frente a los agentes que trataron de evitar la entrada ilegal, y contra los que lanzaron piedras sin ningún tipo de pudor. Además, quienes lograban acercarse a la frontera lograron destrozar algún punto de la valla que separa Marruecos de Ceuta e incluso intentaron hacer fuego para despistar a los policías.
Los mensajes que se difundieron en redes sociales entre los jóvenes marroquíes, argelinos y subsaharianos estaban plagados de bulos, que tratan de hacer creer a los potenciales inmigrantes ilegales que tendrán una vida de lujos en España y que no tienen que tener ningún miedo a la hora de arremeter contras las fuerzas de seguridad, a quienes deben lanzar piedras y atacar sin temor.
«Vergüenza nacional»
«Vergüenza nacional». «Dramático». «Deplorable». Son algunos de los calificativos empleados por la prensa de Marruecos para criticar la nula reacción de Rabat ante la crisis migratoria. «¿Quiénes son estos marroquíes que intentan movilizar a Ceuta? ¿Y dónde está el Gobierno?», es el título del artículo dedicado al episodio en el diario digital oficialista Le360, cercano al poder marroquí y afín a Mohamed VI.
Sin «discurso» ni «estrategia» gubernamental contra la inmigración ilegal masiva de sus compatriotas, lamentaban, sólo queda combatir el problema a la fuerza, en las fronteras. «El mal es mucho más profundo y el enfoque de seguridad es sólo la última defensa cuando todas las demás han fracasado, ante la incomprensible indiferencia de un Gobierno que siempre prefiere mirar hacia otra parte. Y cuidado con aquellos que se atrevan a hacer sonar la alarma y despertar al Gobierno de su suave letargo», advertía el artículo.
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