Juan Frommknecht (UPN): «En Echarri-Aranaz mis votantes no me saludan por la calle por miedo»

Es el único concejal de UPN, frente a 10 de Bildu, en el pueblo donde se celebra “el día del inútil” para humillar a la Guardia Civil

"Es un pueblo absolutamente 'abertzale', aunque ahora entre ellos tienen sus problemas"

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Juan Frommknecht es el único concejal de Echarri-Aranaz (Navarra) que no es de Bildu, aunque el mundo proetarra lo conoce bien. Porque Juan Frommknecht es abogado de víctimas de ETA y su compromiso con ellas y con los navarros que se sienten españoles en lugares tan difíciles como Echarri-Aranaz le llevó a presentarse a las elecciones municipales del 28M por Unión del Pueblo Navarro (UPN).

En el Ayuntamiento de Echarri-Aranaz hay 10 concejales de Bildu. Y luego está Juan Frommknecht. En los plenos hablan en euskera entre ellos para que no se entere de nada. Le han tenido que poner un traductor. Le hacen el vacío. Pero, al final, tienen que aguantarle hablando en castellano y portando, como hizo el día de su jura, la bandera de España, que está ausente, por supuesto, del salón de plenos o del balcón del Ayuntamiento, que tantas veces se ha usado para homenajear a terroristas de ETA. Entre ellos, Vicente Nazabal, que asesinó en 1979 al entonces alcalde, Jesús Ulayar, en la puerta de su casa ante su hijo de 13 años. Al salir de la cárcel, Nazabal fue hecho Hijo Predilecto del pueblo y agredió a uno de los hermanos Ulayar al cruzárselo en la plaza. Uno de los nietos de Jesús Ulayar tuvo, en un pueblo cercano, como psicólogo de su colegio, a otro de los asesinos de su abuelo. Terrorífico. Pero la realidad del País Vasco y Navarra.

La imagen del vacío bilduetarra a Juan Frommknecht en el pleno municipal refleja lo que es la vida diaria en este pueblo, cuna de numerosos terroristas de ETA. Algunos siguen en la cárcel. De 1.055 votos válidos en las elecciones del 28M, 871 fueron para Bildu, 81 para UPN y 53 para el PP. ¿Cómo es la vida de esas 134 personas en Echarri-Aranaz? Un infierno de miedo. «Mis votantes no se atreven a saludarme por la calle cuando me cruzo con ellos», cuenta Juan Frommknecht. Como mucho le hacen un gesto clandestino con las cejas. Este periodista sólo vivió algo así, como reportero, en la Albania comunista de Ramiz Alia, heredero de Enver Hoxha, la dictadura comunista más dura que se recuerda.

Esta es la paz, la libertad y la democracia en Navarra y en el País Vasco de la que presume Zapatero. La que imponen, aún con el miedo y la amenaza, los herederos de ETA (Bildu), de quien depende Pedro Sánchez, el PSOE de Navarra y María Chivite para seguir en el poder. Ante una realidad tan brutal como la de Echarri-Aranaz y tantos pueblos vascos y navarros, Juan Frommknecht concluye: «Hay un problema ético y moral en este país». Y se pregunta mirando al PSOE: ¿Es ético dejarse apoyar por ellos?

En Echarri-Aranaz se ha celebrado este viernes la «fiesta del inútil» para humillar a la Guardia Civil en el marco de las fiestas oficiales del pueblo. Este año no ha habido «tiro al facha». Para la entrevista con OKDIARIO, Frommknecht coloca la bandera de España detrás suyo.

PREGUNTA.- ¿La bandera que tiene detrás es la que llevó el día que juró su cargo en el ayuntamiento?

RESPUESTA.- Sí. La llevé ante la ausencia de nuestra bandera, de la bandera de todos los españoles, en el salón de plenos. Y hoy la he puesto aquí, para esta entrevista, como homenaje a la Guardia Civil y a todos los vecinos de Echarri-Aranaz, que la apoyan, quieren y respetan.

P.- ¿En qué consiste «día del inútil» y el «tiro al facha»?

R.- Lo fundamental es reírse de la Guardia Civil y pedir que se vayan de Echarri-Aranaz y de Navarra. Lo organiza la [proetarra] Asamblea de Jóvenes y no dejan entrar a cualquiera. Este año lo han incluido en el cartel oficial de las fiestas junto a una manifestación a favor de los presos de ETA. El cartel que está colgado en la web municipal tiene el logo de Etxerat [familiares de presos de ETA]. Eso atenta al principio de neutralidad política, va contra el artículo 103 de la Constitución y yo he recurrido esa publicación y el programa de fiestas.

P.- ¿Ese es el ambiente normal de pintadas y carteles en la calle en pueblos como Echarri-Aranaz u otros gobernados por Bildu?

R.- Sí. Si uno va a Echarri-Aranaz vuelve a los años más feos de aquella Navarra de los años de plomo. Estas pintadas no hacen nada por avanzar hacia una convivencia sana y son absolutamente condenables. A quien más perjudica es al propio pueblo de Echarri-Aranaz.

P.- Es un pueblo que ha sido cuna de muchos etarras.

R.- Es un pueblo absolutamente abertzale, aunque ahora entre ellos tienen sus problemas. Están los que apoyan la disidencia porque creen que Sortu [Bildu] es flojita y luego están los de Sortu. ¿Por qué no se presentan a las municipales el PSOE o Geroa Bai? Porque saben que les van a hacer la vida imposible. Es muy complicado vivir ahí. Hay mucha gente que ha estado metida en el mundo de ETA. Sigue habiendo presos del pueblo cumpliendo condena. Y eso pesa. Pesa en una sociedad donde desde hace muchos años solamente una parte puede expresarse. Pero fíjese. Yo no soy de allí, a mí no me conocía nadie y, pese a todo, hubo gente que confió en mí para ser concejal. ¿Por qué? Porque esa gente existe, son casi invisibles, pero esta vez han querido intentar tener voz. Y yo tengo la obligación de darles voz y decir que en Echarri-Aranaz hay gente que se considera orgullosa de ser española y que apoya al 100% a la Guardia Civil.

P.- ¿Y cómo es el día a día de esa gente con ese ambiente? ¿Son personas libres?

R.- No. No lo son. No se atreven a expresarse con libertad. Por evitar conflictos y problemas no manifiestan sus ideas. Incluso, alguno de mis votantes, si se cruza conmigo por la calle, me saluda con un gesto. Pero no se para a hablar conmigo. No irán a los plenos y no harán concentraciones. Eso es un concepto de la libertad muy limitado. Yo estoy plenamente comprometido con avanzar. Porque la democracia empieza por el respeto a las leyes y a los demás.

P.- Es decir, hay zonas de Navarra y del País Vasco, similares a Echarri-Aranaz, donde no hay una democracia plena.

R.- Así es. Algo falla en un sistema democrático cuando mostrar tus ideas en un sitio puede traerte problemas.

P.- Y ¿me dice que hay votantes suyos que si se cruzan con usted por la calle le hacen un gesto porque no se atreven abiertamente a saludarle?

R.- Y les entiendo. Porque, al final, yo voy al pleno, pero luego me voy a Pamplona, que es donde vivo. Pero ellos se quedan ahí y le puedo asegurar que ha sido y es muy duro para ellos. Pagan un precio muy alto por pensar distinto. Son auténticos héroes y heroínas de la democracia. Lo mío o lo de otros concejales en pueblos similares puede tener su mérito, pero vivir allí y dar la cara tantos años… Dan un ejemplo a todos los españoles de lo que es amar y defender la democracia.

P.- Como la familia de Jesús Ulayar, ex alcalde de Echarri-Aranaz, que fue asesinado en 1979 delante de su hijo de 13 años. Al asesino, Vicente Nazabal, lo hicieron Hijo Predilecto. Cuando salió de la cárcel y volvió agredió a uno de los hermanos Ulayar. Uno de los nietos de Ulayar tuvo como psicólogo de su colegio, en un pueblo cercano, a Juan Nazabal, otro de los asesinos de su abuelo. Es terrible todo.

R.- En enero se ponen flores para homenajear a Jesús Ulayar en la casa familiar donde fue asesinado y, a las pocas horas, aparecen tiradas en el suelo. En la fachada de la casa de los Ulayar todavía hay pintadas medio borradas a favor de ETA. Es una persecución que dura toda una vida. Desde el asesinato del padre hasta el día de hoy. Qué bonito sería comprar esa casa y hacer ahí un museo de la historia. Porque esa casa representa muchas cosas de lo que han sufrido y vivido muchas personas, no sólo en Echarri-Aranaz, sino en Navarra y en el País Vasco.

P.- ¿Cómo son los plenos municipales de diez contra uno?

R.- Peor sería 11 contra cero. Hablan sólo en euskera. Apenas tenemos relación. Me dejan intervenir. Hago que se cumpla la ley. En cuanto yo entro viene un traductor o traductora y gracias a ellos consigo saber que se está hablando porque no se habla más que en euskera. Entonces yo contesto en castellano y me vuelven a contestar en euskera. Me mandan la documentación en castellano porque ya saben que, si no, voy a recurrirlo y va a ser peor. No hay un mal tono personal. Simplemente hay una ignorancia maravillosa hacia mí para hacerme sentir que no existo. Pero, al final, cuando acaba el pleno, ha quedado bien claro que sí existo y, sobre todo, que es lo importante, que existen las personas que me han votado y que no las van a poder callar.

P.- ¿Y al acabar el pleno le hablan o sigue el vacío?

R.- Siguen hablando entre ellos y yo cojo y me voy. A veces, me acompañan amigos a los que doy las gracias. En el último pleno tuvieron la gallardía y el detalle de acompañarme dos personas muy especiales. Olga Izquierdo, hija del teniente Izquierdo, a quien ETA puso una bomba [1985] seccionando las dos piernas y un brazo y haciéndole perder la audición. Hoy, es un ejemplo de dignidad, perdón y hombría para todo ser humano. Y me acompañó también Julio Vidaurre, a cuyo padre mató ETA en 1980. Esas realidades también existen. Para mí es bonito que dos víctimas de ETA tengan el arrojo y la fuerza de voluntad de acompañarme a un pleno de Echarri-Aranaz. Es perder el miedo y empezar a generar esperanza.

P.- El cuartel de la Guardia Civil más cercano es Alsasua. ¿Se ve a la Guardia Civil por Echarri-Aranaz?

R.- En el tiempo que he ido antes de las elecciones, durante la campaña y después de las elecciones, no he visto nunca un guardia civil. Pero sé que la labor que realizan en la zona es fantástica. Incluso cuando gente de la izquierda abertzale tiene un problema, como en Berruguete que se quedaron atrapados por la nieve, lo primero que hicieron fue llamar a la Guardia Civil.

P.- Y a usted que vive esta realidad, que es la de tantos pueblos vascos y navarros, ¿qué le parece que María Chivite y el PSOE negocien la gobernabilidad de Navarra con Bildu o que Pedro Sánchez vaya a depender de nuevo de Bildu?

R.- Me parece que hay un problema ético en el país. Un problema realmente moral. Me gustaría que las personas que van a aceptar esos votos, esos cambalaches, ese vaya usted a saber qué, pensaran cómo viven los socialistas aquí. No los de UPN, PP o Vox… No. Los socialistas en Echarri-Aranaz. Y que pensaran si eso es lícito. En Bildu hay personas que tendrán un pasado irreprochable. Pero, al final, Sortu ha absorbido todo Bildu y en Sortu está quien está [David Pla, ex jefe de ETA, está en la dirección]. El Gobierno de Navarra lo están negociando personas que, incluso, fueron detenidas. ¿Es esto normalidad democrática? ¿Es normal que personas así, que han apoyado la lucha armada, no sólo ocupen puestos institucionales, sino que decidan gobiernos? Legal es. Pero ¿es ético? Yo hago la pregunta en sentido inverso: ¿Es ético dejarse apoyar por ellos? Yo nunca me dejaría apoyar por ellos.

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