España
En el diario 'La Stampa'

Iglesias rompe su silencio en un periódico italiano y va de víctima: «El poder no toma prisioneros»

Pablo Iglesias lleva más de 100 días fuera del Gobierno y ha decidido romper su silencio en el diario italiano de La Stampa. El ex vicepresidente saca pecho de su paso por la política y se hace la víctima. Dice que su retirada «no es una derrota» ante el «Estado profundo» pero que hay poderes que han intentado «destruirles».

El ex líder de Podemos, cuya última aparición causó una gran polémica por su cambio radical de imagen cortándose la coleta, defiende que aunque se haya apartado de la primera fila de la política seguirá trabajando en el lugar donde su aportación sea «más necesaria», como militante de base. Además cree que su marcha es positiva porque «los nuevos liderazgos en Unidas Podemos» llevarán más lejos a su espacio político.

En su primera entrevista a un medio de comunicación tras dejar la política por su fracaso estrepitoso cuando decidió disputar la Comunidad de Madrid a Isabel Díaz Ayuso, Iglesias vuelve a hablar de las manos negras que quieren acabar con Podemos. «Hay poderes que han intentado destruirnos, gracias a estrechos vínculos con los poderes mediáticos. Sabíamos que el poder no toma prisioneros y defiende privilegios, y cuando la democracia cambia el equilibrio de poder, alguien deja de ser democrático», ha defendido.

Sobre si su salida del Gobierno es la prueba de ese «Estado profundo» y si ganó o perdió con ello, el ex líder de Podemos ha manifestado que está claro que hay un «precio político» cuando se alcanza acuerdos legislativos con fuerzas vascas y catalanas, así como en cerrar la opción de que el PSOE «vuelva a aliarse con la derecha». Iglesias presume de haber sido él quien hizo que el PSOE no pactara con Ciudadanos.

Respecto a la entrada en el Gobierno, Iglesias ha dicho que cuando algunas ideas «llegan a la cima», tienen que «chocar con el poder». Eso sí, ha aclarado que alcanzar el Gobierno «no significa tener poder, sino desafiar el poder con más herramientas disponibles».

También ha especificado que gobernar significa «enfrentar muchas
contradicciones». De su salida, ha desgranado que ese precio «no importa» y que su espacio puede crecer con esos nuevos liderazgos femeninos.