Iglesias no ha planteado en el Gobierno ni una reforma por la supuesta falta de “democracia plena”

Pablo Iglesias democracia
Pablo Iglesias en el Congreso. (Foto: Podemos)
Carlos Cuesta

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, se ha desatado en plena campaña de las elecciones catalanas del próximo 14-F con sus soflamas más descaradas en favor de los golpistas en prisión o del prófugo Carles Puigdemont. Según el líder de Podemos, los golpistas están en prisión porque en España no hay “democracia plena”. Pero lo cierto es que Iglesias lleva ya un año dentro del Ejecutivo. Es más, es el apoyo principal del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde junio de 2018. Y en estos dos años y medio de soporte decisivo del Ejecutivo, o en el último año de presencia directa en el Consejo de Ministros, el número de quejas o peticiones de reforma de Iglesias relacionadas con la falta de “democracia plena” en España ha sido igual a cero. Traducido: o ha usado el argumento con todo el cinismo en campaña electoral, o es cómplice de esa ausencia de democracia “plena” que él denuncia.

La ecuación se puede trasladar al conjunto del gabinete de Podemos: ni uno sólo de sus ministros ha pedido nada parecido a reformas por la ausencia de democracia en España. Ni han tramitado ninguna queja, ni informe, ni denuncia que avale su nuevo eslogan electoral proseparatista.

Podemos ha intentado a la desesperada conseguir voto separatista de cara a las elecciones catalanas. Y lo ha hecho consciente del coste que supone desprestigiar el país que gobierna en alianza con el PSOE. Y de manchar al propio Gobierno socialcomunista del que forma parte.

Democracia plena

En concreto, el líder de Podemos ha asegurado que “no hay una situación de plena normalidad política y democrática en España cuando los líderes de los dos partidos que gobiernan Cataluña, uno está en prisión (Oriol Junqueras, de ERC) y otro en Bruselas [en referencia a Puigdemont]”.

Iglesias se arrimaba de esta manera y una vez más, a todo enemigo del régimen del 78 y de la unidad de España. En plena campaña electoral y a pesar de ser vicepresidente del Gobierno. Las declaraciones las realizó en una entrevista en el diario independentista Ara. Y allí, Iglesias decía sin tapujos que en España no hay “normalidad política y democrática”, en referencia a los líderes independentistas condenados por el golpe del 1-O.

Esta afirmación llegó después de que la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, recordase a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que España es una “democracia plena” donde “no hay presos políticos” sino “políticos presos”. La ministra, de hecho, hizo esta defensa del estado de derecho español, después de que Lavrov comparara el encarcelamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalny con la situación de los presos golpistas del 1-O.

Hay que recordar que el pasado 28 de enero Pablo Iglesias celebró que los golpistas del 1-O pudieran salir de la cárcel  para participar en la campaña electoral de las elecciones catalanas. “Es la mejor noticia para la democracia”, aseguró el miembro del Gobierno socialcomunista, el segundo peor valorado por los españoles en el CIS. Así que Iglesias no sólo se ha alineado con los golpistas catalanes, algo que lleva haciendo desde hace tiempo, lo que es pero es que da la razón a Rusia, un país carente a la vista de los acontecimiento de una verdadera democracia.

Iglesias nunca ha escondido su simpatía por todos aquellos que tienen como objetivo, igual que él, romper el marco constitucional de España. El líder de Podemos se echa en brazos de ERC, de la CUP, de los proetarras de Bildu, o de cualquiera que defienda con fuerza el fin del régimen del 78 y de los principios de la Transición.

Trabaja en favor de los golpistas

Tan sólo 24 horas después de la salida de prisión de los políticos independentistas condenados por el golpe del 1-O, Iglesias volvió a repartir parabienes con el fin de conseguir apoyos entre el independentismo catalán. Por eso, volvió a defender el indulto para Junqueras, Puigdemont y el resto de condenados. Es más, abiertamente reconoció que trabaja desde el seno del Ejecutivo socialcomunista para que ese indulto sea una realidad cuanto antes.

Pablo Iglesias aseguró, además, en una entrevista en TV3 que no va a participar en “ningún coro” que quiera “criminalizar ni insultar” a los golpistas catalanes.

Las palabras pronunciadas por el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, el pasado domingo, apoyando las tesis rusas sobre los presos separatistas y afirmando que en España no había normalidad democrática, provocaron la petición de dimisión de parte de la oposición. Y la desautorización de varios miembros del Gobierno.

La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que con sus declaraciones Iglesias “ha mostrado sus preferencias y aspiraciones”.

La ministra de Hacienda ha añadido que “la mesa del Consejo de Ministros no es la traductora oficial de los ministros”. María Jesús Montero ha defendido la separación de los tres poderes del Estado al recordar que, en contra de lo que sostiene Pablo Iglesias, vivimos en “una democracia plena y consolidada”.

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