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Gazprom: el emporio de Putin que tiene la llave del gas en Europa y que gana 1.800 millones de € al mes

En el año 2000, desde el Kremlin, Putin tomó el control de este gigante empresarial ruso

  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

Gazprom, de cuya filial española fue apoderado el hijo del político del PP Esteban González Pons, es un auténtico emporio en manos del presidente de Rusia, Vladimir Putin. Es un gigantesco negocio y, además, un instrumento geopolítico de primer orden. Con ella, el autócrata ruso, otrora agente de la temida KGB soviética, tiene la llave del gas en Europa, disfruta del monopolio de los gasoductos que suministran este combustible decisivo para las economías y los hogares de la Unión Europea. En el año 2000, desde el Kremlin, Putin tomó el control de este gigante empresarial ruso.

Pese a los esfuerzos declarados públicamente por los mandatarios de países de la UE en el sentido de reducir sus compras de gas llegado de Rusia, la realidad se impone: ni hay suministro alternativo como para prescindir de ese abastecimiento, ni mucho menos a un precio equivalente. Así que el gas ruso que controla Gazprom es imprescindible para los países del norte de la UE, pero no sólo para ellos. Al final, esa llave del gas ruso que controla Putin repercute económica o socialmente en todo el continente.

En lo mercantil, Gazprom es una máquina de ganar dinero en cantidades desorbitadas. A un ritmo medio de 1.800 millones de euros cada mes en los últimos dos años.

Según las cuentas declaradas oficialmente por este gigante empresarial, en 2021 obtuvo un beneficio neto de unos 28.700 millones de euros. En 2022, pese a las sanciones impulsadas por la UE y otros países occidentales contra Rusia por la invasión de Ucrania –que impactaron en el negocio de Gazprom– la megaempresa controlada por Putin se anotó un beneficio neto de 13.887 millones de euros.

Por tanto, si se saca la media del bienio 2021-2022, que no fue precisamente el más favorable por las citadas sanciones, Gazprom generó unas ganancias diarias de 60 millones de euros diarios.

El entramado societario de este emporio en manos de Putin también es enorme. Sus tentáculos están repartidos por todo el mundo, a través de una intrincada red de filiales. Una de ellas, la mercantil GP Exploración y Producción S.L.U., domiciliada en Madrid y que empezó a operar en 2008, inicialmente bajo la denominación social de Wagenburg Sociedad Limitada.

La española actúa, a su vez, en negocios energéticos en Iberoamérica. Allí, a la par, Gazprom cuenta también con sus propias sociedades regionales. En Europa, la empresa controlada por Putin opera con sociedades domiciliadas en Holanda, que sirven de matriz de sus negocios y filiales en la UE.