Fracasa la promoción del referéndum ilegal en el extranjero: locales pequeños y aforos de risa
Los esfuerzos de la Generalitat para ‘internacionalizar’ el ‘procés’ no dan los resultados esperados, pese a que los independentistas traten de disimularlo.
El último ejemplo fue el acto celebrado, este jueves, en Estocolmo y organizado por Diplocat, el organismo creado por los secesionistas catalanes para promocionar sus ideas en el extranjero.
NU / NOW #Katalonien debate in #Stockholm @arenaide. Live-streaming here > https://t.co/KGJlN0HYz7. pic.twitter.com/tN1WW9mG0X
— This is Catalonia (@ThIsCatalonia) 31 de agosto de 2017
En el evento-con el título ‘Autodeterminación sin la UE: el caso de Cataluña’- los ponentes, entre ellos Albert Royo, secretario general de Diplocat, y Niklas Bremberg, miembro del Programa Europeo del Swedish Institute of International Affairs(UI), cuestionaron que una Cataluña independiente pudiese ser expulsada de la UE. Otro de los conferenciantes, Josep Costa, profesor asociado del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra, consideró que «una Constitución no puede actuar como camisa de fuerza para los ciudadanos de un territorio».
Aunque la promoción fue intensa, para el acto se escogió una sala de aforo limitadísimo y los asistentes apenas llegaron al medio centenar.
En las últimas semanas, la Generalitat ha centrado su ‘tournée’ en los Países Nórdicos y Bálticos, aprovechándose de los denominados «festivales políticos de verano», citas de debate en torno a cuestiones políticas concretas, celebradas, generalmente, en localidades pequeñas.
Así ocurrió en Arendal (Suecia), localidad de apenas 40.000 habitantes, donde los independentistas defendieron el carácter «legítimo y vinculante» del 1-O y acusaron al Gobierno español de desoír su petición de diálogo. Lo mismo hicieron en Dinamarca, Letonia o Estonia, en todos los casos, con una nula repercusión mediática.
‘Plantón’ a Puigdemont
El propio Puigdemont pudo comprobar en primera persona ese vacío internacional este mismo miércoles, cuando se desplazó a Dinamarca para inaugurar su «embajada» en el país. El presidente de la Generalitat no fue recibido por ninguna autoridad danesa, y el acto, anunciado a bombo y platillo por los secesionistas, tampoco suscitó interés: apenas un centenar de personas acudieron a la cita con los dirigentes catalanes.
🌍📷 Minister @raulromeva: ‘The Denmark Delegation is committed to explore new ways to work together and be more useful to our citizens’. pic.twitter.com/BnIAuqMHGi
— Exteriors Catalunya (@exteriorscat) 30 de agosto de 2017
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, consideró que el rechazo de Dinamarca a recibir al presidente catalán es «la confirmación de que los secesionismos, las rupturas de países, no van a ningún sitio» porque son «contrarios a los objetivos que todos perseguimos con nuestro esfuerzo en pro de la unidad europea».
El ‘plantón’ a Puigdemont no es ni mucho menos nuevo. En enero, las autoridades comunitarias también dieron la espalda a una conferencia del dirigente catalán, en una de las salas del Parlamento Europeo, en Bruselas. A la conferencia solo asistieron representantes de algunos partidos nacionalistas, e incluso, se recurrió a catalanes directamente invitados por los organizadores, a algunos de los cuales se les pagó el desplazamiento.