La Fiscalía no ve enaltecimiento en el homenaje al terrorista ‘Argala’ porque «ETA está disuelta»
El Ministerio Público ha solicitado el archivo de la causa abierta tras el acto organizado en 2018 para recordar al histórico miembro de la banda armada, en el 40 aniversario de su muerte.

Tras la disolución de ETA ha cambiado «la realidad social del tiempo en el que vivimos» sostiene la Fiscalía, motivo por el que ha solicitado a la Audiencia Nacional que se archive la investigación vigente sobre el homenaje celebrado, en diciembre de 2018, a José Miguel Beñaran ‘Argala’, ideólogo de la organización terrorista.
La petición se formula coincidiendo con el sobreseimiento definitivo de la causa abierta por el recibimiento al también etarra Kepa Etxebarria -que se ha hecho público este martes- en Rentería, en marzo de este mismo año.
Fuentes del Ministerio Público confirman a OKDIARIO que, según la jurisprudencia del Tribunal Supremo -establecida, a su vez, en base a la doctrina fijada en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)- una vez ETA ha abandonado la lucha armada, se complica la prueba en los casos de los ‘herri eguna’ a favor de los terroristas miembros o ex miembros de la banda.
Dos son los requisitos que debe tener en cuenta la Fiscalía para considerar que existe un delito de enaltecimiento del terrorismo -y no un mero ejercicio del derecho fundamental a la libertad de expresión- por parte de la izquierda abertzale. El primero: que las declaraciones, mensajes, pancartas o discursos que tienen lugar en dichos homenajes, contengan proclamas a favor de los actos delictivos de ETA o sus integrantes y ofensivos o humillantes para las víctimas.
El segundo, que de dichas manifestaciones se desprenda la existencia de una amenaza colectiva directa. Esto es, señalamiento explícito de terceros concretos para acabar con su vida o riesgo real de comisión de atentados.
«Una vez que la banda» ha entregado sus armas y declarado el «alto definitivo» de la actividad terrorista, este segundo extremo se convierte en un «elemento» casi imposible de atribuir a quienes participan, o promueven, los homenajes a etarras fallecidos como ‘Argala’ -asesinado en 1978 en Francia, con una bomba lapa adosada en los bajos de su coche- o «quienes regresan a sus pueblos de origen», una vez han cumplido sus penas de prisión, señalan las mismas fuentes jurídicas.
Además, los «organizadores» de los mismos han ido «aprendiendo» a lo largo del tiempo y cuidan mucho que sus consignas no excedan de los límites previstos en el Código Penal para ser considerados delito de enaltecimiento del terrorismo. Un extremo con el que no están de acuerdo las asociaciones de víctimas que entienden que cada homenaje impune conlleva un menosprecio a su dolor y sufrimiento.
Sortu, heredera política
Durante el acto de homenaje a José Miguel Beñaran, ‘Argala’, en el 40 aniversario de su asesinato, que el Ministerio Público rechaza ahora seguir investigando judicialmente, el líder de Sortu -Arkaitz Rodríguez- le recordaba en «su doble condición de militante y de víctima del terrorismo de Estado».
En dicha ocasión, Rodríguez -al frente de la formación política heredera de la banda terrorista- aseguró que el etarra ‘Argala’ había padecido «la represión, el exilio y la muerte» y afirmó que, tanto él como su generación, «vieron claramente que aquella mal llamada transición democrática no era más que una transacción que tenía por objeto dejar todo atado y bien atado».
«De la mano de la Constitución española y los estatutos de autonomía subsiguientes» el País Vasco «no podrá conocer una democracia, una justicia, una libertad y una paz verdaderas», aseguró Rodríguez. Para quien ‘Argala’ fue un visionario que entendió que para lograrlo «era necesario articular un frente democrático-soberanista amplio».
Además, el secretario general de Sortu exigió a PNV, PSOE y PP que reconociesen «la violencia ejercida y el sufrimiento causado por ellos», de la misma manera que lo ha hecho «la izquierda abertzale y también la misma ETA». Y advirtió que «también es violencia tratar de imponer un relato de vencedores y vencidos, de buenos y malos, de justos e injustos».