El negociador de En Comú Podem con Iglesias es el marido de la alcaldesa de Barcelona
El próximo domingo se reunirá en Madrid el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, que es el máximo órgano entre congresos de la formación. Cada uno de los portavoces de las confluencias expresarán a Pablo Iglesias sus preferencias y comentarios a la hora de analizar la situación de pactos. Fuentes internas de En Comú Podem han asegurado a este medio que es el marido de Ada Colau, Adriá Alemany, quien lleva las negociaciones por la parte catalana con Iglesias. Además, señalan que las relaciones entre Colau y Pablo son “cordiales” pero entre Alemany y el líder de Podemos “hay mucha tensión”. Según las mismas fuentes, Alemany ha dicho a los suyos que si a Iglesias se le ocurre dar el brazo a torcer y sentarse con Sánchez, esto es no incluir el referéndum en las líneas rojas para negociar, «la ruptura está asegurada”.
No sería la primera vez que la formación utiliza al marido de Colau para negociar. Tras las elecciones autónomicas y municipales, Alemany tuvo un papel relevante como mano derecha de la regidora en las negociaciones con el PSC y ERC que permitieron cerrar el pacto de gobierno municipal. La alcaldesa colocó a su pareja en un puesto de máxima confianza como representante de Relaciones Políticas e Institucionales de Barcelona en Comú (BComú) a través del partido y cuenta con despacho propio en el consistorio, según fuentes internas.
A Pablo Iglesias le crecen los enanos con su propuesta de referéndum. Ahora también un amplio sector de las bases y votantes se suman a la corriente crítica por priorizar este acuerdo antes que la agenda de medidas sociales que la formación presentará el primer día de constitución de las Cortes. “Exigimos que se siga la idea esencial de la primera asamblea fundacional de Vistalegre y que Pablo nos escuche (en referencia a los círculos). Pensamos que hay cosas más importantes por las que luchar como son nuestros derechos sociales que priorizar las negociaciones a un referéndum para Cataluña”, señalan miembros de un círculo madrileño de Podemos.
Sin embargo, por la parte catalana tacharon a Iglesias de “tibio” ya que la noche electoral solo habló de “ser favorable a una consulta” en su discurso pronunciado tras alcanzar 69 escaños. La propia dirección del partido, es decir los de Iglesias, apuntan que unas nuevas elecciones les beneficiarían. Están convencidos que a su partido le faltaron dos semanas para llegar a ser la segunda fuerza. El propio pablo Iglesias dijo el 21 diciembre, un día después de las elecciones, que estarían “encantados de asumir ese escenario”.