Cuestiona la agresión

Echenique sobre la agresión a una diputada de Vox: «Sólo hizo falta ketchup para que se tragaran un bulo»

Impuesto a las grandes fortunas
El portavoz de Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.

La diputada de Vox Rocío de Meer recibió una pedrada en plena cara durante los graves altercados que se produjeron el viernes en la localidad vizcaína de Sestao cuando grupos proetarras intentaron reventar el mitin de la formación de Santiago Abascal.

Las imágenes no dan lugar a duda: la diputada tiene una herida en la ceja a consecuencia de la pedrada. Pero esto no es motivo suficiente para el podemita Pablo Echenique para creerse la agresión y llega a asegurar que es un bulo de la ultraderecha simulado con ketchup.

El portavoz del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos dice en su Twitter que «si la ultraderecha fake ‘informa’ de algo, casi ningún medio lo contrasta, casi todos lo publican como cierto y al día siguiente se comprueba que sólo hizo falta un poco de ketchup para que se tragaran un bulo como una catedral, tenemos un boquete importante en nuestra democracia».

Para acompañar su teoría, publica un vídeo en el que Rocío de Meer explica que no tuvo que ser trasladada al hospital tras la agresión y que una persona de seguridad le curó la herida. La diputada de Vox cuenta además que, pese a lo escandaloso de la sangre, no necesitó puntos de sutura.

A pesar de esto, el podemita cuestiona la agresión, no la condena, y como es habitual carga contra los de Abascal por dar informaciones ‘fake’.

La versión de De Meer

La diputada de Vox Rocío de Meer Méndez (Madrid, 1989), agredida por los proetarras en un mitin del partido en Sestao (Vizcaya) este viernes, atiende a OKDIARIO todavía desde tierras vascas donde acaba de dar comienzo la campaña electoral del 12-J. Y lo hace recordando cómo los violentos le partieron una ceja de una pedrada y contestando al lehendakari, Íñigo Urkullu, tras su polémica reacción.

PREGUNTA.- Lo primero. ¿Cómo se encuentra tras la agresión?

RESPUESTA.- Bien, estoy bien. El milagro fue que no sucediera nada más grave.

R.- Más que con el susto con la rabia, con la rabia de que los 300 vecinos que allí (ciudad Sestao) nos apoyaron en las últimas elecciones no puedan salir a la calle y vivir en libertad.

R. – Empezaron a tirarnos cosas desde el principio y yo estaba con todo el mundo, no estaba en ningún sito raro y cayó donde cayó. El milagro fue que las piedras, las botellas, los objetos metálicos… no les cayeran a otras personas asistentes al acto. También nos tiraron huevos. Estuvieron lanzándonos todo esto constantemente y durante muchísimo tiempo. Fue una auténtica encerrona. La Ertzaintza no nos protegió convenientemente y permitió esa encerrona porque estábamos cercados por un millar de radicales que estaban en las calles adyacentes.

P.- ¿Qué objetos lanzaron los proetarras?

R.- Nos lanzaron trozos de botellas, trozos de vidrio, bolas de metal, piedras de todos los tamaños y huevos permanentemente. Creo que todos los que estuvimos allí nos fuimos con restos de huevos en la ropa o en su cabeza. Nos amenazaron en todo momento y también nos tiraron petardos y botes de humo. Es una auténtica lástima que reciban así a Santiago Abascal en su propia tierra.

P.- ¿Cree que manifestaciones previas como las del portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, diciendo que ustedes van a «provocar», contribuyeron a que se produjera este ataque?

R.- Contribuye todo clima de crispación contra Vox. Al final lo que se está demostrando es que un discurso de odio es todo aquel que alimenta estas contramanifestaciones. Los que lanzan esas ‘alertas antifascistas’, como les llaman, son los que están poniendo en peligro la vida de miles de personas y están amordazando y secuestrando las banderas de quienes viven aquí y piensan diferente. Y por supuesto que hay culpables, hay que saberlo. Que digan que vamos a provocar cuando vamos a un lugar donde nos han votado más de 300 ciudadanos que no pueden mostrar sus banderas por miedo a represalias a sus familias y a sus negocios, pues significa que quienes dicen eso han asumido que el discrepante no puede vivir en libertad.

P.- ¿Qué le ha parecido la falsa condena del lehendakari, Íñigo Urkullu, hablando de «retroalimentación sospechosa»?

R.- Sospechoso es precisamente eso. Lo suyo no es una condena, sino un mensaje absolutamente equidistante que confirma la autoría de la encerrona que sufrimos ayer y también de la crispación y de todo el discurso de odio que hay contra Vox y todos los vascos a los que tiene secuestrada su bandera.

P.- ¿Ha recibido usted la llamada alguna diputada del PSOE o de Unidas Podemos en señal de apoyo?

R.- Todavía no me ha dado tiempo a leer todas las muestras de apoyo que he recibido y me quedo con eso. Sí es verdad que mi compañera del Partido Socialista por Almería [Meer es diputada de Vox por esta circunscripción] sí que me ha mandado una muestra de apoyo. Desde las antípodas ideológicas todavía no hemos recibido nada, que sepamos, aunque todavía no me ha dado tiempo a revisar todos los mensajes.

P.- Entonces, ¿no le ha telefoneado nadie de Podemos?

R.- De momento, nada. Hay titulares de medios afines que dicen que he venido yo al País Vasco a golpear la piedra. En fin…

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