Derroche de cargos ‘a dedo’ antes del 28A: la amanuense de Sánchez ficha a cinco secretarios

La convocatoria de las elecciones del 28A no ha reducido la contratación de personal por parte del Gobierno. Es más, el Ejecutivo socialista ha acometido en las últimas semanas una actividad inédita en el fichaje de cargos de libre designación, los conocidos como cargos ‘a dedo’. En este contexto, sorprenden, por ejemplo, algunas convocatorias, como la de la Secretaría de ‘España Global’, antigua ‘Marca España’, que dirige Irene Lozano.

Por resolución del pasado 7 de marzo -dos días después de la disolución de las Cortes- el Ministerio de Asuntos Exteriores -del que depende el organismo- convocó la provisión de varios puestos de trabajo por este sistema. En concreto, para el caso de ‘España Global’, la convocatoria es de secretarios. Llama la atención la cantidad: cinco de ellos asignados a Lozano. En concreto, dos con cargo de ‘Secretario’ y otros dos con cargo de ‘Ayudante de Secretaría’, además de un ‘Secretario’ general. La convocatoria se completa con otros dos puestos, en este caso, para el subdirector general del departamento.

Así se recoge en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este viernes. En las observaciones se recoge que «se valorará la experiencia en puestos similares y conocimientos de informática a nivel usuario». Se dispone de quince días de plazo para solicitar el puesto. La ley establece que los nombramientos deben efectuarse en el plazo máximo de un mes, desde la finalización de solicitudes.

Como informó OKDIARIO, el Gobierno ha mantenido una actividad llamativa en la contratación de personal ‘a dedo’ desde que se anunció la convocatoria electoral.

Las convocatorias afectan a todos los ministerios. En los días previos al anuncio electoral, y cuando ya parecía evidente, el BOE revelaba la incorporación de más de 70 contratados en distintos departamentos.

La actividad no afecta solo a la resolución de convocatorias previas. El Ejecutivo socialista ha seguido convocando la provisión de distintos puestos públicos, también por el sistema de libre designación.

4.841 funcionarios a dedo

Se trata de algo llamativo, teniendo en cuenta que el mecanismo, que deja un amplio margen al responsable político de turno para contratar al aspirante que considere -siendo funcionarios y con ciertos requisitos, como demostrar una hoja de servicios acorde al puesto- supone por el mismo motivo un ‘hándicap’. Al igual que pueden ser nombrados con carácter discrecional, su cese se produce de la misma forma. Es decir, habitualmente, por cambio de Gobierno. Es decir, la duración de los cargos podría ser mínima, en función del resultado del 28 de abril. El sindicato Gestha cifró en hasta 4.841 los funcionarios libremente designados.

Sánchez nombró en octubre a Lozano, ex diputada de UPYD y del PSOE, como responsable de ‘España Global’, que venía a sustituir a la iniciativa de ‘Marca España’, creada por el gobierno de Mariano Rajoy en 2012.

La primera diferencia fue económica: el presidente socialista atribuyó a Lozano -encargada de «dar forma literaria» a su libro, ‘Manual de resistencia’-el rango de secretaria de Estado, frente al anterior responsable, el empresario Carlos Espinosa de los Monteros, que era comisionado. El departamento pasó a disponer también de presupuesto propio, del que había carecido desde su constitución, ya que hasta entonces funcionaba con recursos del Ministerio de Asuntos Exteriores y colaboraciones públicas y privadas.

En concreto, los frustrados Presupuestos Generales recogían una partida de un millón de euros para la nueva estructura gubernamental. Según el proyecto presupuestario, para el sueldo de “altos cargos” se preveían 134.000 euros, mientras 514.000 se reservaban para funcionarios, con lo que los gastos de personal ascendían en total a 648.490 euros.

Con ello, el borrador asignaba a gastos corrientes, servicios y suministros  411.700 euros, incluyendo una partida de 134.350 para ‘Estudios y trabajos técnicos’.

Sánchez y Lozano mantienen desde hace tiempo una relación estrecha. En el prólogo de su libro, el propio presidente reconoce que contó con su «ayuda decisiva» para escribirlo.

«Este libro es fruto de largas horas de conversación con Irene Lozano, escritora, pensadora, política y amiga. Ella les dio forma literaria a las grabaciones, prestándome una ayuda decisiva. Sirvan estas líneas de agradecimiento», escribe el dirigente socialista.