España

Se constituyen las Cortes… y se constituye el ‘circo’ de Podemos

La constitución de las Cortes Generales de la XII Legislatura en el Congreso de los Diputados ha tenido un perfil más discreto que la vivida en enero, cuando Pablo Iglesias y sus compañeros de filas decidieron imponer el protagonismo y cuyas imágenes más significativas fueron el bebé de Carolina Bescansa o la mirada de Mariano Rajoy a las rastas de Alberto Rodríguez.

Tras el frustrado sorpasso pese a haber engordado como fuerza (ahora es Unidos Podemos), la bancada esta vez no ha mostrado euforia o superioridad, lo que no quiere decir que no haya habido momentos o estampas llamativos, empezando por Diego Cañamero, que ha madrugado para colocar un ‘okupad0’ en su escaño para que nadie le quite su al parecer propiedad.

El número uno por Jaén ha acudido con una camiseta con el rostro de Andrés Bódalo, candidato en las elecciones generales del 20 de diciembre y que no pudo repetir en las listas al 26 de junio sencillamente porque entre esas fechas ha entrado en la cárcel por darle una paliza a un dirigente socialista. Pese a esto, los suyos lo creen héroe y mártir y piden al Gobierno su indulto.

Cómo no, el momento en el que los parlamentarios juran o prometen acatar la Carta Magna ha vuelto a ser un circo, con ejemplos para todos los gustos en los asientos de los morados, acabando siempre con un «nunca más un país sin su gente» entre aplausos de los propios y abucheos del resto.

Por lo demás, la jornada ha transcurrido con normalidad pese a romper lo que cualquier otro año habría sido un día de verano vacío de información. Ana Pastor ha sido elegida presidenta de la Cámara Baja tras la fructífera negociación entre Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C’s) y derrotando a Patxi López, que ha felicitado a la nueva tercera autoridad del Estado.

En el hemiciclo se han visto rostros inéditos en el lugar, como el del humorista Félix Álvarez ‘Felisuco’, comprometido en la tarea de que le tomen en serio como defensor de los cántabros en la Carrera de San Jerónimo. Eduardo Madina ya conocía el edificio de los leones, pero a punto estuvo de despedirse por mucho tiempo de no ser por el fallido intento de su líder por alcanzar La Moncloa.