Ayuntamiento de Barcelona

Colau amaga con arrebatar Barcelona al PSOE y pone contra las cuerdas la coalición de Sánchez con Díaz

Colau ha provocado que Collboni pierda la moción de confianza al no aprobar los Presupuestos

Colau PSOE
Jaume Collboni y Ada Colau.
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

La ex alcaldesa de Barcelona y líder de los Comuns, Ada Colau, está dispuesta a dinamitar la relación cada vez más débil entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz arrebatando al PSOE la alcaldía de Barcelona. La edil, que ha provocado que el socialista Jaume Collboni perdiera este miércoles una moción de confianza, tras quedarse sin presupuestos municipales para 2024, propondrá a ERC liderar una alternativa de gobierno que deje al PSOE sin su principal alcaldía. Aunque su relación con ambos partidos de izquierdas, a día de hoy, es igual de mala.

Colau exigió a Collboni que los Comuns entrasen en el equipo de gobierno a cambio de apoyar sus cuentas para este año. Algo a lo que el alcalde se negó y provocó el rechazo de los presupuestos y la consiguiente moción de confianza que ha perdido este miércoles. El socialista, que tenía pocas ganas de reeditar el mismo gobierno que ha gobernado la Ciudad Condal los últimos ocho años, tuvo una orden expresa de Sánchez prohibiéndole tajantemente incorporarla al gabinete municipal.

Ada Colau, según cuentan fuentes cercanas a la ex alcaldesa, propondrá a ERC en las próximas semanas la formación de un gobierno sin el PSOE en el que los de Junqueras se repartan la alcaldía con Elisenda Alamany. Una alianza que requeriría de la complicidad de Junts, que ganaron los comicios, y que no son muy favorables a permitir la gobernabilidad de Colau. Comuns y ERC sumarían 14 concejales, 4 por encima de los que tiene Collboni, pero a 7 de la mayoría absoluta. Con Junts les sobrarían 4.

Para persuadir a Junts, cuyo candidato Xavier Trias se espera que presente su renuncia como concejal próximamente, Colau incluso estaría dispuesta a compartir la alcaldía también con los de Carles Puigdemont o ceder este puesto a Alamany -que sustituyó hace poco a Ernest Maragall- para allanar así su futura entrada en el Govern. Los tres partidos, sin embargo, tienen un modelo de ciudad radicalmente distinto, como también ocurre entre el PSC y los Comuns o el PSC y ERC, en cuestiones como la conexión del tranvía por la Diagonal.

La formación de un tripartito entre la marca catalana de Sumar y los partidos independentistas, tanto en Barcelona como posteriormente en la Generalitat, pondría contra las cuerdas la coalición de Gobierno entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Ambos ya tuvieron un encontronazo la semana pasada por la negativa de Colau a aprobar las cuentas de la Generalitat que provocaron un adelanto electoral poco favorable para los intereses de Salvador Illa.

En el PSOE creen que el aumento de la tensión entre la ex alcaldesa Ada Colau y la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, que compiten por el liderazgo del espacio progresista, puede llegar a provocar la salida de los siete diputados de los Comuns en el Congreso del grupo de Sumar al mixto. Como ocurrió con Podemos. Aunque eso no alteraría la mayoría que sostiene al Gobierno, sí añadiría dificultad a la negociación ya que establecería un nuevo grupo con el que negociar toda y cada una de las leyes.

Collboni apuesta por ERC

El alcalde de Barcelona, tras perder la moción de confianza, ha trasladado a los medios de comunicación su voluntad de acelerar la incorporación de ERC en el gobierno municipal. Collboni ya había pactado con ellos las cuentas, tras haber alcanzado Illa un pacto con Pere Aragonés para los de la Generalitat, gracias a la intermediación del PSOE. En los últimos meses se ha debatido entre esta opción o la de gobernar con Junts, con quienes sí suma mayoría, y con los que llegó a tener un preacuerdo ya firmado.

Pero como ha quedado demostrado en el pleno de este miércoles, el PSC y ERC no suman. Ambos partidos juntos tienen 15 de los 21 concejales necesarios para superar cualquier trámite. Por lo que dicha alianza tampoco solucionaría nada. Los socialistas confían en que dar poder a ERC facilitaría posteriormente la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat. Algo que niegan en el Palau de la Generalitat, que rechazan cualquier pacto con el PSC en el Govern.

El propio Aragonés, respecto al PSC, aseguró antes del adelanto electoral que «nuestros proyectos son antagónicos». Aunque los separatistas se han convertido en la muleta necesaria de Sánchez para sostener el Gobierno de España, fuentes cercanas al president afirman que «la cosa en Cataluña es distinta».

El hecho casi seguro de que Illa supere en votos y escaños a ERC haría que fueran ellos los que tuvieran que investir al líder del PSC tras el 12-M. Una opción que en Calabria, sede del partido que lidera Oriol Junqueras, descartan «por completo». Otro escenario, explican, es que los socialistas puedan favorecer la investidura del actual president de la Generalitat.

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