España
Crisis en Venezuela

La coartada de Sánchez es falsa: ningún tratado de la UE impide a España reconocer a Guaidó

El Gobierno ha evitado hasta el momento pronunciarse sobre el reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, amparándose en la necesidad de una postura común en la Unión Europea. Sin embargo, la autoridad comunitaria da libertad a sus países miembro para expresar la posición en política exterior que consideren.

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Así se recoge, expresamente, en las disposiciones 13 y 14, anexas al acta final del Tratado de Lisboa. En concreto, y bajo el epígrafe ‘Declaración relativa a la política exterior y de seguridad común’, la UE acepta que «las disposiciones referentes a la política exterior y de seguridad común, incluido lo relativo al Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y al servicio europeo de acción exterior, no afectarán a las bases jurídicas, responsabilidades y competencias existentes de cada Estado miembro en relación con la formulación y conducción de su política exterior, su servicio diplomático nacional, sus relaciones con terceros países y su participación en organizaciones internacionales, incluida la pertenencia de un Estado miembro al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas». En resumen, nada impide que Pedro Sánchez manifieste la postura del Ejecutivo sobre la crisis en Venezuela y la presidencia de Guaidó.

La Conferencia Intergubernamental que firmó el Tratado insiste en que las disposiciones de la UE relativas a la política exterior «se entenderán sin perjuicio de las responsabilidades de los Estados miembros, en su estado actual, para la formulación y dirección de su política exterior y sin perjuicio de su representación nacional en terceros países y organizaciones internacionales. La Conferencia recuerda asimismo que las disposiciones por las que se rige la política común de seguridad y defensa se entienden sin menoscabo del carácter específico de la política de seguridad y defensa de los Estados miembros». Es decir, los Estados mantienen intacta su capacidad de acción para posicionarse sobre su política exterior propia y sus relaciones con otros países.

Liderazgo en la UE

Más aún, España podría impulsar una posición europea sobre el asunto, sin esperar a la postura de otros países. Así lo ampara en el artículo 30 del Tratado de la UE: «Cualquier Estado miembro, el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, o el Alto Representante con el apoyo de la Comisión, podrá plantear al Consejo cualquier cuestión relacionada con la política exterior y de seguridad común y presentar, respectivamente, iniciativas o propuestas al Consejo». 

El Tratado añade que «en los casos que requieran una decisión rápida, el Alto Representante convocará, de oficio o a petición de un Estado miembro, una reunión extraordinaria del Consejo, en un plazo de cuarenta y ocho horas o, en caso de necesidad absoluta, en un plazo más breve». 

Ello, sin perjuicio, como indica el artículo 22, de que el Consejo Europeo determine «los intereses y objetivos estratégicos de la Unión», en lo relativo a «las relaciones de la Unión con un país o una región, o tener un planteamiento temático». En este sentido, se añade, «los Estados miembros apoyarán activamente y sin reservas la política exterior y de seguridad de la Unión, con espíritu de lealtad y solidaridad mutua y respetarán la acción de la Unión en este ámbito» (artículo 24.3).

Este miércoles, y tras proclamarse Guaidó como presidente interino, el Ejecutivo socialista se escudó en la posición de la Unión Europea y alegó prudencia. La Moncloa se remitió, como única postura oficial, a lo expresado por el ministro de Exteriores Josep Borrell: «preservar la unidad de acción» de la Unión Europea «sin hacer seguidismo», en referencia a EEUU y otros países que han expresado su reconocimiento.

Desde la UE, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, expresó el «mandato democrático» del presidente Guaidó. «A diferencia de Maduro, la Asamblea parlamentaria tiene un mandato democrático de los ciudadanos venezolanos», destacó Tusk a través de Twitter.

Por su parte, la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, expresó la postura europea en una declaración en la que, del mismo modo, se reconoce que «el 23 de enero, el pueblo de Venezuela pidió masivamente democracia y la posibilidad de determinar libremente su propio destino. Estas voces no pueden ser ignoradas».

«La UE pide encarecidamente el inicio de un proceso político inmediato que conduzca a elecciones libres y creíbles, de conformidad con el orden constitucional. La UE apoya plenamente a la Asamblea Nacional como la institución elegida democráticamente cuyos poderes deben ser restaurados y respetados», se advierte en el texto.

Sánchez y la «posición europea»

Frente a las críticas de PP y Ciudadanos, que piden a Sánchez que reconozca ya a Guaidó, el único gesto del presidente español ha sido hablar por teléfono con el presidente interino, desde el Foro de Davos en el que participa.

Según La Moncloa, Sánchez felicitó al autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela por su «coraje» pero le trasladó también su intención de preservar la «unidad europea». Es decir, no reconocerlo, al menos por ahora.

La postura del Gobierno español sigue siendo apoyar la convocatoria de elecciones, pero sin aclarar si se respalda o no la presidencia interina de Guaidó.

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, afirmó este jueves que la prioridad en Venezuela debe ser «evitar que la cosa vaya a peor» y ha considerado que eso exige «una intervención» de la Unión Europea «para que haya elecciones libres, democráticas y con garantías».