España
Sánchez remodela el Gobierno

Calviño por Calvo en la vicepresidencia primera: mensaje de ortodoxia a la UE y muro frente a Podemos

  • Agustín de Grado
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

Nadia Calviño (La Coruña, 1968), ministra de Economía y hasta ahora vicepresidenta segunda del Gobierno, sube un escalón en el Consejo de Ministros para relevar a Carmen Calvo como vicepresidenta primera.

Con el ascenso de esta economista del Estado, de reconocido prestigio en las instituciones europeas, Pedro Sánchez pretende enviar tres claros mensajes. El primero, al conjunto del Consejo de Ministros y a todos los españoles: la economía será la prioridad del Gobierno a partir de ahora y Calviño tendrá todo el poder para pilotar la recuperación.

El segundo es un nítido mensaje de ortodoxia económica a la Unión Europea, ahora que España se dispone a recibir los millonarios fondos para la reconstrucción económica tras la pandemia.

El fortalecimiento de Calviño en el Consejo de Ministros es, en tercer lugar, un aviso del presidente a sus socios de coalición, cuando asuntos como el futuro de la reforma laboral de Rajoy está en juego. La nueva vicepresidenta primera no es partidaria de su derogación absoluta, como defiende Podemos, y no lo oculta en público.

También permanece abierta la batalla por la subida del SMI, algo que pretende la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pero que Calviño quiere retrasar a 2022, a la espera una mejora en los datos de empleo.

Difícil lo va a tener Díaz a partir de ahora para arrancar a Calviño conquistas con las que satisfacer las demandas siempre extremas de Podemos y su votantes.

Junto a Nadia Calviño permanecen en el nuevo Gobierno todos los ministros económicos, ninguno de ellos militante de la formación morada: Teresa Ribera (Transición Ecológica), María Jesús Montero (Hacienda), José Luis Escrivá (Seguridad Social) y Reyes Maroto (Industria, Comercio y Turismo).

Calvo, un adiós cantado

La salida de Carmen Calvo (Córdoba, 1957) estaba cantada desde hace tiempo, pese a ser, junto a Iván Redondo y José Luis Ábalos, hoy todos defenestrados, los que le ganaron las primarias a Sánchez, le negociaron la moción de censura a Rajoy y le hilvanaron la coalición con Podemos.

Responsable de Igualdad del PSOE y ministra de Igualdad en el primer gabinete de Pedro Sánchez tras la moción de censura, ha visto cómo el jefe del Ejecutivo cedía estas políticas a Podemos, lo que ha permitido a Irene Montero sacar adelante sus polémicas leyes Trans y del ‘Sólo sí es sí’.

Con su relevo, Sánchez se adelanta también al más que probable revés que el Gobierno sufrirá esta semana en el Tribunal Constitucional, donde se resuelven los recursos contra el estado de alarma, una competencia cuya gestión que ha recaído en Calvo.

La declaración de inconstitucionalidad, aunque tarde ya en sus efectos directos sobre la población española, sería un nuevo fracaso político para Sánchez, al que se ha acusado de utilizar la pandemia para gobernar abusando de medidas excepcionales.

Tampoco jugaba en favor de Calvo el hecho de que el todopoderoso director del Gabinete de la Presidencia nunca haya congeniado con ella. Como informó OKDIARIO, Iván Redondo activó hace semanas una operación de acoso y derribo contra ella que ha terminado llevándose por delante a los dos.

Calvo había cumplido con los dos grandes objetivos que Sánchez le marcó como responsable de la denominada Memoria Democrática: la exhumación de Francisco Franco y la inminente aprobación del proyecto de reforma de la Ley de Memoria Histórica, que será en el Consejo de Ministros del próximo martes, ya con la cordobesa fuera de él.