Borja Sémper: «¿Qué diría Irene Montero si en la lista de Bildu fueran violadores?»
"Sánchez refleja un tiempo político epidérmico, ya no engaña a nadie", afirma el portavoz de campaña del PP
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Borja Sémper (Irún, 1976) maneja la escena. Y si encima la cita es en el madrileño Café Comercial de la Glorieta de Bilbao, donde su admirado Luis García Berlanga forjó un tándem insuperable con el guionista Rafael Azcona, pronto actúa como el que juega en casa, expresando las emociones del momento con la soltura de quien se conoce el paño. El portavoz de campaña del PP para las elecciones del 28M, al que Alberto Núñez Feijóo también ha encargado la vicesecretaría de Cultura y Sociedad Abierta de Génova, afronta estos comicios, los de su regreso a la política, con la «ilusión» y la «voluntad de cambio» que ya percibe en la calle.
PREGUNTA.- Bueno, en este espacio tan emblemático del Universo Berlanga se pensaron historias de éxito del cine español. ¿Cuál es el guion del PP para ganar las elecciones del 28 de mayo?
RESPUESTA.- Pues un guion muy claro y muy sencillo, que apele a lo que realmente España es. Un país extraordinario, extraordinariamente magnífico, con un potencial magnífico también, con una posibilidad de crecimiento a través de las reformas. Salir de esta tristura permanente en la que vive el país, este sobresalto cotidiano y dibujar un futuro mejor. Por lo tanto, es un guion de esperanza y es un guion de ilusión.
P.- Con tanta promesa electoral de Pedro Sánchez a la ligera, ¿puede que al final los votantes se vean engañados y queden con las manos vacías como los vecinos de Villar del Río en Bienvenido, Mister Marshall (1953)?
R.- Podría interpretar que Sánchez es como El verdugo [título de otra película de Berlanga] porque corta nuestro futuro y porque esa ilusión que yo creo que existe en España, esa esperanza que existe, no se responde con promesas vacías. Y sobre todo, como si esto fuera un zoco, como si fuera una especie de mercado en donde el presidente del Gobierno, cinco años después de haber accedido a la Presidencia del Gobierno, quiere engañar a los españoles contándoles que todo lo que no ha hecho, lo quiere hacer ahora. Refleja los tiempos políticos en los que vivimos. El sanchismo refleja un tiempo político epidérmico, un tiempo político basado en el relato, en esto del relato. Una política que apela a la persona, a mi figura, en lugar de a un proyecto colectivo de país. Algo concreto, sólido, sensato, sereno. Yo creo que (Sánchez) no engaña ya a nadie o engaña a muy poca gente. Los ciudadanos, igual que en Bienvenido, Mister Marshall, quizás en alguna época esperaron la llegada de Mister Marshall, en este caso de respuestas sensatas, pero creo que ya no las esperan de Sánchez. Honestamente creo que no.
P.- ¿Debe el Gobierno una explicación a los españoles por los fondos europeos que no llegan?
R.- Este Gobierno, los anteriores y los futuros deben una explicación permanente a los ciudadanos sobre su gestión. Hay una cosa de la que no se habla mucho en España, y es de la evaluación de las políticas públicas. Un gobernante, un Parlamento, aprueba una ley, un decreto ley, una medida determinada y luego nunca sabemos cómo ha impactado esa medida en la realidad social, a nuestra realidad económica. Los fondos Next Generation de la Unión Europea son un ejemplo palmario. No puede ser que no sepamos cómo están impactando en nuestra economía. No puede ser que no sepamos cómo impactan a nuestras empresas. No puede ser que no tengamos información y no puede ser que la gobernanza y su desarrollo y su ejecución sean un ámbito casi privado del gobernante. Esto, obviamente, merece una explicación.
P.- Usted fue concejal del PP en el Ayuntamiento de Irún muchos años. Ahora se presenta allí por Bildu un etarra condenado por dos asesinatos. ¿Qué le parece?
R.- Una indecencia para nuestra democracia, pero no porque no pueda hacerlo legalmente, que de hecho puede hacerlo. Es una indecencia para nuestra democracia, porque Bildu, que participa en nuestras instituciones porque así lo decidió el Tribunal Constitucional y porque nuestra democracia lo permite, lo que puede ser es un partido legal, pero no es un partido que tiene la legitimidad democrática para influir en la gobernabilidad de España, para ser un socio preferente del Partido Socialista. Dirigentes del Partido Socialista en esta legislatura han alabado el «sentido de Estado» de Bildu. Esto yo lo recuerdo.
«No queremos una España en la que Arnaldo Otegi influya sobre decisiones relevantes»
Por lo tanto, con serenidad, pero con contundencia, podemos decir que aunque Bildu participe en las instituciones, es indecente que gobierne en España o que influya en la gobernabilidad de España. Nosotros no queremos una España en la que Arnaldo Otegi influya sobre decisiones relevantes. No queremos una España en la que el presidente del Gobierno dependa de Bildu, entre otros, para ser presidente del Gobierno. Yo creo que esto se puede entender y lo entiende mucha gente de manera transversal. Esto no responde a un eje izquierda y derecha. Creer que Bildu no es un partido homologable democráticamente al resto de formaciones políticas no es ser de derechas o ser de izquierdas. Es tener un criterio y una exigencia sobre la participación en democracia y cómo te homólogas al resto de formaciones políticas. Resulta que todos nos autoimponemos e imponemos al resto de partidos políticos un listón ético, moral y político, y a Bildu, ¿no? Hace falta derogar el sanchismo también en esto.
P.- ¿Qué opina de que los mismos que hacen un cordón sanitario a Vox en el Parlamento vasco pidan «máximo respeto» a las listas de Bildu con etarras?
R.- La política española lleva demasiados años instalada en un juego permanente de espejos o de sombras, en virtud del cual, si eres de derechas, se te juzga de una manera. Si te autoidentificas como de izquierdas se te juzga de otra. Los listones y las exigencias dependen y varían en función de, ideológicamente, en qué parte del arco te encuentras. Y la pregunta que yo le haría a Irene Montero, la pregunta que yo le haría a Pedro Sánchez es clara. Pidiéndoles que cambien los sujetos. Yo sé que esto puede ser delicado porque todas las comparaciones son odiosas, pero creo que sirve para explicar esto. ¿Qué pensaría Pedro Sánchez o qué diría Irene Montero si en lugar de poner Bildu ponemos pederastas? ¿Diría Irene Montero que un partido de pederastas o un partido político equis al poner en sus listas a pederastas, a violadores, a maltratadores, a quien sea de esta calaña, es un partido democrático y que toma sus decisiones libremente, que hay que respetarlo? ¡Pero qué escándalo es éste! ¡Pero qué vergüenza es ésta!
P.- ¿Qué pasará con Vox en las comunidades donde el PP no saque mayoría suficiente y necesite al partido de Santiago Abascal para gobernar?
R.- Pues, honestamente, no lo sé. La pregunta es muy pertinente, pero yo sólo tengo una respuesta y es que ahora mismo no nos importa demasiado lo que suceda con otros partidos, nos importa lo que suceda con el nuestro. Y nosotros tenemos que ser capaces de aquí al 28 de mayo, y después hasta diciembre, de explicar un proyecto político que ensancha sus bases para convocar a los españoles en un proyecto común de futuro del país. Este país tiene solución. La política española tiene solución. Podemos articular un país de ilusión, competitivo, en el que no nos peguemos entre nosotros, en el que independientemente de qué piensas, independientemente de cuál es tu orientación sexual, independientemente de cuál es tu religión, podamos convivir todos en el espacio público, porque la política no es un problema. Y hay quienes tienen la vocación y la voluntad de cavar una grieta profunda entre españoles para que el entendimiento sea imposible.
«Podemos articular un país de ilusión, competitivo, en el que no nos peguemos entre nosotros»
Nosotros queremos liderar ese proyecto político y por lo tanto necesitamos que la gente nos respalde. Y eso es lo que estamos, en conseguir la confianza de la gente a través de su voto para este proyecto político. Y después, después del 28 de mayo, ya veremos. En función de lo que la gente vote, haremos un análisis y contaremos qué es lo que pensamos. Pero lo que pensamos ahora es solo esto. Estamos absolutamente volcados en hacer una campaña electoral y por lo tanto en contarle a la gente qué queremos hacer con su voto.
P.- ¿Es el «ganar, ganar y ganar» que está repitiendo estos días el presidente Feijóo?
R.- Tenga en cuenta que yo tengo esta referencia. Me fui hace cuatro años de la política y he vuelto ahora. Me fui de un partido que estaba atrás en las encuestas, un partido que estaba deprimido, un partido que venía de perder un millón y medio de votos en las municipales con el Partido Socialista. Y hoy, este partido tiene ilusión en sus bases, genera expectativas, del que todas las encuestas dicen que estamos por encima, que somos el primer partido en intención de voto; y yo lo percibo por la calle, esa vocación y esa voluntad de cambio. Por lo tanto, hay que ganar. Y nuestra vocación y nuestro objetivo es ganar las elecciones.
P.- ¿Usted también es partidario, como el presidente Feijóo, de que gobierne la lista más votada? Patxi López fue lehendakari gracias al PP siendo segunda fuerza.
R.- Aquello que hicimos en el País Vasco dándole a Patxi López la Lehendakaritza fue un ejercicio de responsabilidad democrática porque estábamos convencidos que se tenía que demostrar a los vascos que aunque no gobernara un nacionalista, seguía saliendo el sol todos los días, seguía habiendo luz eléctrica, agua potable y que incluso se podía hacer mejor de lo que lo hacían los nacionalistas. Es verdad que Patxi López no fue capaz de liderar aquéllo. No fue capaz de ejemplificarlo y se frustró. Pero fue una exigencia democrática en un momento concreto.
Ahora bien, nosotros sí creemos que convendría que hubiera un pacto al menos entre las dos grandes formaciones políticas, en virtud del cual pudiera gobernar la lista más votada. Pero esto sólo tendrá sentido y esto sólo se podrá desarrollar si estamos de acuerdo todos. Todo el mundo puede entender que esto no lo va a respetar o no lo va a hacer el Partido Popular si no hay una justa corresponsabilidad.
P.- ¿Por qué ha rescatado el PP ahora la proposición de ley que registró en enero para que los jueces elijan a los jueces?
R.- Bueno, pues porque sigue siendo necesario y porque nosotros no queremos engañar a nadie y queremos contar las cosas como las pensamos. Conviene reforzar la apariencia e independencia de nuestras instituciones, también del Consejo General del Poder Judicial, y conviene homologar a otras democracias. En esto sí hablamos de homologación. Esto sí es homologación. Y que el órgano de gobierno de los jueces refuerce su apariencia de independencia, porque son los jueces los que mayoritariamente nombran a quienes gobiernan el mundo de los jueces. Parece razonable.
P.- Como portavoz de campaña y vicesecretario de Cultura de Génova, ¿qué mensaje le trasladaría al mundo de la cultura para que vote al PP en estas elecciones?
R.- Bueno, más que al mundo de la cultura, a hombres y mujeres que tienen talento, que tienen ganas de seguir desarrollando su actividad y su creatividad, sobre todo en libertad. Vivimos en un mundo en el que la creación está coartada por una especie de nueva religión, en virtud de la cual si te sales del marco que ellos dibujan, te conviertes en un apestado, te cancelan o no tienes libertad creativa. Tiene que volver la libertad también al mundo de la cultura. Tiene que volver también la libertad al mundo de la expresión pública, al mundo del arte, al mundo de la música… Tiene que volver la libertad, que significa que los creadores, que los artistas, que todo ese mundo de la cultura tiene que remover la sociedad con ideas rompedoras, con ideas críticas, sobre todo con ideas críticas con el poder establecido, porque a veces son gobiernos y otras veces son corrientes quienes imponen una forma y una manera uniforme de entender la realidad. Nosotros representamos más libertad, un proyecto político que, más allá de medidas concretas, lo que quiere proyectar es esa libertad creativa, sin necesidad de que nadie tenga miedo por expresar su opinión de una manera artística.
P.- Y para terminar, alguna palabra de apoyo para Bárbara Montero, la candidata del PP en Guadalix de la Sierra, el Villar del Río de Berlanga, donde gobierna ahora el PSOE…
R.- No hay reto imposible de superar. Y aunque es verdad que la política en esta legislatura parece más una película de Berlanga que una película solvente y seria, Berlanga nos da también claves para interpretar la realidad, la ficción berlanguiana nos da esas claves. Una de las cosas que la obra de Berlanga nos proyecta es que aquéllos que parecen muy pequeños, que parece que no tienen oportunidades, realmente son los más grandes y son el mejor ejemplo. Por eso, nuestra candidata, seguro que puede hacerlo muy bien, porque aunque lo tenga difícil, será capaz de triunfar.