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Bildu, socio de Sánchez, permite un homenaje al etarra que en 2002 intentó una masacre en Navidad

Aramburu fue condenado a 35 años y 15 días delitos de colaboración con banda armada y asesinato

El rostro del etarra Gotzon Aramburu ha aparecido en un mural de la localidad vasca de Azpeitia, gobernada por Bildu, que no ha tomado ningún tipo de medida para la retirada o eliminación de este cartel con la imagen del terrorista, que aún continua en la cárcel. Aramburu fue condenado a más de 35 años por delitos de colaboración con banda armada, asesinato y estragos, y por una falta de lesiones. Además, fue responsable del asesinato del Guardia Civil Antonio Molina Martín en el año 2002, cuando conducía el coche cargado de explosivos que pretendía colocar en distintos centros comerciales de Madrid.

No es la primera vez que la localidad rinde homenaje a este etarra: el pasado mes de diciembre -con Bildu ya en el Ayuntamiento de Azpeitia- se colocó un puesto por Santo Tomás dedicado Aramburu, donde se rendía homenajes al terrorista y se vendía pañuelos con su cara, tal y como denunció el Colectivo de Víctimas de Terrorismo.

Aramburu, nacido en la localidad guipuzcoana de Azpeitia el 25 de octubre de 1975, ha sido encarcelado en varias ocasiones por violencia callejera y por colaboración con ETA. La policía le acusa de haber participado en más de un centenar de ataques violentos entre los años 1994 y 1997. En la lista de imputaciones figuran ataques contra sedes del PSE, del PNV, de Eusko Alkartasuna, así como numerosos lanzamientos de cócteles molotov contra patrullas de la Ertzaintza, la agresión a tres concejales socialistas de Hernani…

Sin embargo, fue en diciembre de 2002 cuando su nombre saltó a la palestra. El ‘Comando itinerante’ de ETA, formado por Gotzon Aramburu y Jesús María Etxeberria, acababan de cargar 130 kilos de explosivos en un Ford Escort en un descampado de Villalba. Luego se supo que, con ellos, pretendían cometer cinco atentados consecutivos en centros comerciales de Madrid en la tarde-noche de Nochevieja. No llegaron. En el camino, en Collado Villalba, en la N-VI, les dio el alto un control de la Guardia civil, que había sospechado de su actitud. Uno de los agentes, Antonio Molina, fue abatido a tiros por Etxebarria. En el tiroteo posterior resultaron heridos el otro agente, Juan Aguilar, y el etarra Aramburu. Etxebarria huyó, pero fue detenido horas después en San Sebastián.

Imágenes de etarras

No es la primera vez que ocurre. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha denunciado que en la Korrika, la marcha en defensa del euskera y organizada por el separatismo vasco, ha exhibido este año 60 imágenes de terroristas de ETA. Durante este evento se pidió la excarcelación de los presos etarras que todavía siguen en prisión. Covite denuncia esta «demostración pública obscena de apoyo a los terroristas de ETA» y el «culto al terrorismo» de la banda.

«Mezclar una reivindicación cultural y loable, como es el uso del euskera, con una reivindicación inmoral, como es el apoyo a los terroristas de ETA, es indigno y no hace ningún favor al objetivo principal de la Korrika», ha asegurado la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.

Esta carrera se celebra cada dos años para reivindicar el euskera. El promotor de la Korrika es AEK (Euskaraz Kooperatiba Sozietatea), que se dedica a la enseñanza y alfabetización del euskera entre personas adultas. El evento consiste en recorrer todo el País Vasco en 11 días con el objetivo de que una furgoneta de la organizadora y un grupo variable de personas completen el recorrido en todo momento. La carrera está dividida en kilómetros y cada kilómetro es comprado por un colectivo o institución. Varios puntos de esta marcha fueron comprados y patrocinados por Sortu, la formación integrada en EH Bildu de la que proviene políticamente Arnaldo Otegi, y Etxerat, la red de presos etarras.