España

Así terminó el cara a cara entre el ‘Carnicero de Mondragón’ y OKDIARIO

Josu Zabarte, conocido como el ‘Carnicero de Mondragón’, es uno de los asesinos más sanguinarios de ETA. Condenado a más de 600 años de prisión por los 17 asesinatos cometidos, Zabarte no ha mostrado ningún arrepentimiento, es más, desprecia a la víctimas de la banda: «¡Nooo! No me arrepiento de nada, no he matado a nadie», asegura malhumorado a la pregunta de OKDIARIO de si se arrepiente de lo que ha hecho.

El pasado 8 de abril Zabarte acudió al acto en Bayona (Francia) en el que supuestamente la banda terrorista entregaba todo su arsenal y que terminó siendo un paripé, puesto que todavía se desconoce el paradero de una gran cantidad de armamento que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado calculan que sigue en poder de la banda.

Cake Minuesa, en todo momento perseguido y acosado por los miembros de seguridad abertzales, se topó con el sanguinario asesino etarra que disfrutaba de una jornada de ‘fiesta’ junto a cientos de simpatizantes de ETA. El vídeo, publicado este sábado por OKDIARIO, demuestra que no existe el más mínimo atisbo de arrepentimiento entre los miembros de ETA. «¡Nooo! Yo no he matado a nadie», asegura el ‘Carnicero de Mondragón’ un etarra cuya frialdad y desprecio por las víctimas, entre las que hay niños, le han llevado a asegurar que «yo he ejecutado, no asesinado».

OKDIARIO intenta que Zabarte muestre algún signo de humanidad en un día en el que supuestamente ETA depone las armas, pero no hay forma. Al ver la acción los miembros de seguridad de la organización del evento de la banda terrorista protegen a uno de los iconos del mundo etarra y comienzan a increpar a Cake. Uno de ellos empieza a increparle en euskera, le llega a llamar «payaso» y le pide que «deja de provocar». En seguida, se monta un corrillo alrededor del periodista, uno de los abertzales intenta tapar con un abrigo la cámara para que no grave el momento de atosigamiento a Minuesa mientras dos o tres personas más se interponen entre él y el ‘Carnicero de Mondragón’.

La tensa situación provoca que el periodista tenga que dejar el lugar ante el hostigamiento de los abertzales y la imposibilidad de conseguir respuestas a las preguntas planteadas a uno de los terroristas más letales de ETA.