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Así fue el encuentro de Espinosa y Abascal en Sotogrande que ha desatado la mayor crisis de Vox

Iván Espinosa de los Monteros ha anunciado este martes que abandona la dirección de Vox y su escaño en el Congreso. Antes de conocerse la noticia, Espinosa ya había adelantado personalmente la decisión a Santiago Abascal. Fue, en concreto, este lunes por la noche, en una reunión en Sotogrande que se alargó durante varias horas. El encuentro fue muy cordial y cariñoso, según ha podido saber OKDIARIO de fuentes conocedoras. Una reunión entre amigos, muy emotiva, en la que intercambiaron mensajes de cariño, rememorando los inicios de su amistad entre las paredes del pequeño despacho de Denaes en la calle Serrano, donde surgió todo, para apoyarse después en la explosión de un partido que, tras el 23J, se ha consolidado como la tercera fuerza política del país.

En la conversación, Espinosa alegó principalmente los «motivos personales» como causa de su marcha. Igual que hizo después en una rueda de prensa convocada por sorpresa en el Congreso, donde hasta ahora ha ejercido de portavoz. Allí expuso sus razones ante los medios, destacó que sus padres son ya mayores y sus hijos aún no tanto y que, en los últimos meses, ha pasado «suficientes noches de hospital con ellos para meditar el momento vital» en el que se encuentra.

«Un paréntesis»

Ni Espinosa ni Abascal se toman esta decisión como un punto final, todo lo contrario. Fuentes de Vox recuerdan que no es la primera vez que el primero decide apartarse de forma temporal, «tomarse un paréntesis», para después retomar la vida política. La puerta está abierta. Lo hizo en 2017. Por ello, «ninguno de los dos pierde la esperanza en que más adelante puedan volver a concurrir». En su encuentro, el líder de Vox agradeció especialmente a Espinosa «la elegancia» de la despedida.

Precisamente, a Abascal dirigió Espinosa las últimas palabras de su despedida en el Congreso. Aseguró que había sido «un privilegio» colaborar con él desde la creación de Vox y se mostró confiado en verlo «más pronto que tarde en La Moncloa».

La marcha de Espinosa se produce en un momento delicado para el partido. Por un lado, los resultados del pasado 23J no han sido los esperados para la formación. Sus 33 diputados se quedan lejos de los 52 que habían logrado en las anteriores generales y son insuficientes para conformar una mayoría absoluta con Alberto Núñez Feijóo, como era el objetivo. Este domingo, la formación dio un giro a su estrategia para facilitar la investidura del líder popular, anunciando que apoyaría a Feijóo sin condiciones, sin líneas rojas, es decir, sin exigir la entrada en el Gobierno. Todo, para evitar el «peligro» que para España supondría la formación de un Ejecutivo de Sánchez apoyado por «el golpista y prófugo de la Justicia» Carles Puigdemont. «No seremos la excusa de nadie para no avalar un Gobierno que respete los fundamentos de la Constitución (…). España no puede estar en manos de sus enemigos», advirtieron desde la formación.

Pero la marcha, sobre todo, levanta de nuevo las interpretaciones sobre las tensiones internas en la formación y la convivencia de las dos almas de Vox, la liberal que encarnaba Espinosa y la más conservadora, que representa Jorge Buxadé, vicesecretario de Acción Política. En los últimos tiempos, este sector ha ido ganando peso interno y adquiriendo así una mayor influencia sobre Abascal.

Javier Ortega Smith, que fue apartado de la Secretaría General de Vox hace unos meses, ha sido de los primeros en apoyar a Espinosa, apuntando precisamente a esas tensiones: «Querido compañero y amigo, siento mucho tu dimisión y mucho más las razones que la provocan. Aunque algunos no han sabido reconocértelo, la inmensa mayoría tenemos una impagable deuda de patriotismo contigo», ha escrito en sus redes.

Macarena Olona, que en su día protagonizó otra abrupta salida de Vox, también se ha pronunciado: «Hoy sólo diré algo. El silencio que he mantenido por mí no lo mantendré si el acoso lo sufre él. Porque en la salida todo son buenas palabras. El acoso organizado llega después. Recordadlo cuando estéis descorchando la botella: 19», ha escrito.