España
Juicio 1-O

El asesor que dejó a Artur Mas en manos de la CUP dirigirá la estrategia mediática del juicio del 1-O

Cuminal ha sido el responsable de la comunicación de Convergencia durante los últimos años y ahora, mientras dirija la estrategia mediática del juicio del 1-O, se dedica a la consultoría privada aunque trabaja físicamente en la sede de la Asociación Catalana de Municipios

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Se llama Jordi Cuminal y en la última década ha sido uno de los jefes de la cocina de la antigua Convergència Democràtica de Catalunya por expreso deseo de Artur Mas, que en las elecciones del 2015 le incluyó también en las listas de Junts Pel Sí para que ocupara un escaño en el Parlament, que había ocupado con anterioridad como jefe de las juventudes del partido. Ahora, tras conducir a Mas a “la papelera de la historia” por su acercamiento a la CUP, dirigirá la estrategia mediática de los presos de JxCAT durante el juicio a los líderes políticos del referéndum del 1-O.

De él dependerán los gestos, las palabras, el ruido institucional e incluso la movilización teledirigida por los partidos y el Govern. Especialista en creación de falsas expectativas, buscará amplificar el mensaje que se dé en el Tribunal Supremo a nivel internacional con el fin de “denunciar la injusticia” según considera Quim Torra que es el proceso legal contra los responsables del referéndum del 1-O.

Cuminal, junto al actual alcalde de La Seu d’Urgell, y entonces también diputado en el Parlament, Albert Batalla, fue uno de los electos que ante la amenaza de Carles Puigdemont de convocar elecciones horas antes de declarar la DUI en la cámara catalana, amenazó con abandonar su silla en el legislativo y romper el carné del partido en el que había militado desde joven. Una acción de crítica hacia la posición del ex presidente -con quien colabora ahora desde la empresa privada- y, sobre todo, contra la ex líder del PDeCAT Marta Pascal, a quienes muchos situaban erróneamente tras la decisión de Puigdemont. Actualmente se dedica a la consultoría privada aunque se le ha visto trabajando físicamente en la sede de la Asociación Catalana de Municipios.

De Cuminal dependerán los gestos, las palabras, el ruido institucional e incluso la movilización teledirigida por los partidos y el Govern

El hombre elegido para dirigir la estrategia mediática del juicio ha sido uno de los artífices de la reconversión de Convergencia hacia el independentismo. Junto al ex consejero Francesc Homs, logró convencer en 2012 a Artur Mas que convocar elecciones abrazando la estelada sería bueno para sus intereses electorales, cayendo hasta en doce diputados. La escena se volvió a repetir tres años más tarde, dejando al partido que representaba la moderación catalana en manos de los antisistema de la CUP, decisión muy criticada por los más veteranos de CDC.

A Cuminal, Mas también encargó la mutación de Convergència al PDeCAT, en un congreso fundacional que no estuvo exento de polémica. Una de las atribuciones que tenía encargadas Jordi Cuminal, por aquel entonces diputado, era plantear a la militancia una marca electoral. En medio de un gran secretismo llevó a votación dos posibles nombres, Més Catalunya (MésCat) y Catalans Convergents, que lejos de generar consenso entre los asistentes generó un profundo malestar. Por culpa de ello, el partido heredero de Convergència nació sin nombre hasta que se decidió ponerle PDeCAT, no también sin polémica ya que la marca no estaba registrada en el Ministerio del Interior.