España
ENALTECIMIENTO A ETA

Otegi, socio de Sánchez, homenajea al último fundador vivo de ETA: «Un honor haber compartido el camino»

Arnaldo Otegi, líder de EH Bildu y socio prioritario del Gobierno de Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, no se esconde cuando se trata de recordar a históricas figuras vinculadas a ETA, banda a la que perteneció. Su último homenaje ha ido dirigido a Iñaki Larramendi, el último fundador de la banda terrorista que quedaba vivo y que falleció esta semana a los 93 años. «Un honor haber compartido con él el camino», ha asegurado Otegi en un mensaje acompañado por la carta fundacional de ETA firmada por Larramendi en 1961.

«Iñaki Larramendi se ha ido. Ha sido un honor haber compartido con él el camino del proceso de liberación. Un abrazo a familiares y amigos. Adiós y honor», ha publicado Otegi.

Unos años antes, en 1958, Larramendi había participado en la asamblea fundacional de ETA, celebrada en la clandestinidad en un caserío de Deva. Él y otros 4 dieron oficialmente vida a ETA.

Históricos de ETA

No es la primera vez que Arnaldo Otegi homenajea a un fundador de ETA fallecido. El pasado mes de abril, con motivo de la muerte de Julen Madariaga, el líder de EH Bildu se despidió con un mensaje de cariño hacia el que fuese uno de los primeros jefes etarras: «Abertzale y comprometido con la libertad de nuestro pueblo».

El peso de Madariaga en los primeros 30 años de vida de ETA fue clave. Fue responsable de la elaboración de las bases ideológicas de la banda y quien ayudo a configurar los primeros comandos activos que intensificaron sus asesinatos en la década de los 70 y los 80.

Más homenajes

En las últimas semanas, el entorno abertzale ha perdido el miedo -si lo tenía- a homenajear públicamente y sin reparos a terroristas fallecidos. Otra muestra de ello fue el homenaje del secretario general de SortuArkaitz Rodríguez, hombre fuerte de Arnaldo Otegi en la facción más radical de la izquierda abertzale, a los etarras Txiki y Otaegi.

«Su memoria es criminalizada» en España, mientras que «en cualquier país les homenajearían», dijo Rodríguez.  «¡Su lucha sigue viva!», arengó durante un mitin, ikurriña en mano y ante un atril con la palabra ‘independencia’. Los de Otegi habían prometido hace ya un año el fin de los homenajes.