AYUNTAMIENTO DE FUENLABRADA

El alcalde expropiador de Fuenlabrada se venga de los vecinos que se oponen con una demolición

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Paula Baena

Con «mala fe» y sed de venganza. Así es como opinan los vecinos de Fuenlabrada Julia Rincón y Andrés Fernández que ha actuado su alcalde, el socialista Javier Ayala, al demoler, en contra de su voluntad, la pared de una de sus propiedades.

Rincón y Fernández son dos de los fuenlabreños que denunciaron en OKDIARIO las expropiaciones que pretende llevar a cabo Ayala en la localidad. Un semana después de que ese artículo viera la luz, el Ayuntamiento optó por represaliar a estos ciudadanos.

Lo hizo en el marco de un procedimiento ajeno al de las expropiaciones, el de la demolición de una nave de su propiedad declarada ruinosa. Tal y como relata Rincón a este periódico, en este caso tanto ella como su marido colaboraron desde el primer momento con el Ayuntamiento para que éste ejecutase una demolición con la que estaban de acuerdo.

A finales de enero, Rincón se reunió con el Ayuntamiento que le ofrece un presupuesto de 18.000 euros para realizar la demolición de la nave, declarada ruinosa.

Los propietarios están conformes pero hacen constar su desacuerdo con la destrucción de un muro que va a dejar a la intemperie la parte de atrás del jardín del bar ‘Mezclas’, también de su propiedad, donde guardan diversos enseres.

Niegan protegerles

Sin embargo, el Consistorio se niega e indica que, una vez destruido el muro de ladrillo, colocarán en sustitución una verja de metal. Los vecinos no están de acuerdo con esto y, asesorados por su abogada, presentan un escrito el día 28 de enero en el que solicitan al Ayuntamiento que no coloque una verja metálica, sino que construyan un muro para proteger su otro terreno.

El Consistorio socialista no contesta al escrito e ignora las solicitudes de reuniones y las misivas inquiriendo por este asunto enviadas por la representación letrada de los perjudicados.

Así hasta el pasado 22 de marzo, cuando los propietarios en la propia nave son informados de la orden de demolición que va a comenzar en ese mismo momento y del rechazo al escrito presentado para la construcción del muro.

Ante esa situación, Rincón y Fernández llegan a un acuerdo con la aparejadora que estaba en el lugar para que, ya que no van a construir esa protección para su otro terreno, respeten otra pared que servirá para que el jardín del bar no quedé desvalido con acceso directo desde la calle.

La aparejadora accede y las obras de demolición comienzan. Sin embargo, cuando tanto propietarios como operadores hacen una pausa para comer, la aparejadora recibe una llamada del alcalde para que derriben esa pared ipso facto.

Según relata Rincón a este periódico, Ayala obligó a los operarios a interrumpir su descanso aunque no habían ni terminado de comer para, aprovechando que ellos también habían abandonado el lugar para almorzar, destruyeran el muro a sus espaldas.

Cuando regresaron, Fernández no pudo reprimir las lágrimas de impotencia ante lo que había ocurrido. «Es acoso y derribo», sentencia Julia a OKDIARIO, quien apunta a que lo ocurrido es con toda seguridad una represalia por haber dado voz y negarse a las expropiaciones en la ciudad.

Rincón y Fernández llevan 30 años con su negocio abierto en el centro de Fuenlabrada, el bar ‘Mezclas’, que Ayala pretende expropiar en su totalidad para desarrollar su plan de revitalización del centro de la ciudad. Un plan que incluye la expropiación de 8.000 metros cuadrados de viviendas, locales comerciales, patios y solares.

Estos ya han presentado alegaciones para tratar de paralizar el proyecto. También van a emprender medidas legales contra el Ayuntamiento de Fuenlabrada, en el que el PSOE goza de mayoría absoluta, por lo ocurrido con la demolición del muro.

Un derribo del que Ayala, mientras sus vecinos lloraban de rabia e impotencia, se jactaba en Twitter.

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