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La AEMET no predijo la ola de calor a la que Sánchez culpa de los incendios: “Sin calor extremo a la vista”

"Sin calor extremo a la vista", recogió la agencia estatal a finales de julio, días antes de iniciarse la ola de calor

España ha atravesado su tercera peor ola de calor de la serie histórica, que comenzó el pasado 3 de agosto y finalizó, oficialmente, este martes. Han sido 16 días de calor extremo que han coincidido además con la oleada crítica de incendios. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha atribuido a estas temperaturas los fuegos que han abrasado el país. Las predicciones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), sin embargo, no afinaron esta histórica ola de calor. El 26 de julio, el organismo público lanzaba su pronóstico para las siguientes semanas, sin aparente alerta: «El tramo final de julio y el comienzo de agosto llegan sin calor extremo a la vista».

El informe emitido ese mismo día tampoco hacía prever un episodio tan extremo. «La semana del 28 de julio al 3 de agosto será más fría de lo normal para la época del año en el este de la Península y Baleares (…) Para la semana posterior, del 4 al 10 de agosto, aumenta la incertidumbre en el pronóstico. En principio, las temperaturas serán las propias de la época del año o quedarán algo por debajo de lo normal en el este de la Península y Baleares», concluía la agencia. En ese periodo, España ya estaba inmersa en una ola de calor abrasador.

Para la siguiente semana, la más crítica, la AEMET también vacilaba en su pronóstico, anticipando únicamente que «con la información actualmente disponible, sería más cálida de lo normal para la época en amplias zonas de la Península».

Ya el 3 de agosto, más de la mitad de los municipios registraban temperaturas más altas de lo habitual para la época del año. En los siguientes días, los termómetros alcanzaron cifras récord, por encima de los 40 grados en muchos puntos, algo nunca visto especialmente en zonas del norte del país.

«Emergencia climática»

Esos días coincidieron con la virulenta ola de incendios que ha arrasado varias comunidades autónomas, sobre todo, Galicia, Castilla y León y Extremadura. El presidente del Gobierno ha apuntado precisamente a esas altas temperaturas como las causantes.

«La emergencia climática se está agravando en la Península Ibérica», advirtió esta semana en su visita a la zona devastada por el incendio de Jarilla, en Cáceres. Según el socialista, «estamos ante una realidad que cada vez nos atropella más y a la que tenemos que hacer frente con más recursos y empatía».

Sánchez insiste en que esa «emergencia» está detrás de la agresividad de los fuegos, evitando cualquier alusión a la falta de gestión, de recursos para extinguir los incendios o, incluso, a los pirómanos. El socialista ha pedido «lealtad institucional» a los territorios para alcanzar un gran pacto de Estado ante el reto climático. Una propuesta que ha sido tachada por el PP de «cortina de humo» que «no sirve para recuperar lo perdido ni para acabar con las llamas».