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Economía

Zaragoza: la energía que nace en los barrios

La Oficina de Transformación Comunitaria impulsa un modelo que une tecnología, participación vecinal y autoconsumo colectivo.

En Zaragoza, la transición energética no llega desde arriba: se construye desde las azoteas de los colegios, los centros cívicos, las comunidades de vecinos y los propios barrios. La ciudad ha puesto en marcha un modelo que une tecnología, participación y visión de futuro, y lo hace a través de un espacio pensado para que cualquiera pueda formar parte del cambio: la Oficina de Transformación Comunitaria (OTC).

Este servicio municipal –impulsado desde el Área de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda y desarrollado junto a CIRCE– se ha convertido en la puerta de entrada para quienes quieren producir, compartir y gestionar energía renovable de forma colectiva. La idea es sencilla: si Zaragoza avanza hacia una ciudad más eficiente y con menos emisiones, sus ciudadanos deben ser los protagonistas.

Un espacio para acompañar, asesorar y conectar

La OTC funciona como un punto de encuentro entre vecinos, asociaciones, empresas y administración. Aquí es donde cualquier persona puede informarse, resolver dudas o iniciar los trámites para crear una Comunidad Energética, un modelo de organización ciudadana que permite generar energía renovable local y usarla de forma compartida.

Su labor combina asesoramiento técnico y jurídico, facilitación de procesos colectivos y la detección de oportunidades en edificios municipales con potencial para instalar placas solares. Además, actúa como conector institucional, uniendo a quienes desean impulsar proyectos comunes con la administración o empresas interesadas.

Energía para transformar la ciudad

La oficina forma parte de una estrategia municipal más amplia que ha convertido a Zaragoza en una referencia en transición energética. La ciudad está desarrollando proyectos de autoconsumo colectivo y centrales solares en espacios públicos con el objetivo de reducir emisiones, mejorar la calidad del aire y rebajar los costes energéticos municipales y vecinales.

Entre las actuaciones ya en marcha destacan:

Este impulso coloca a Zaragoza en un camino claro hacia la autonomía energética municipal y la descarbonización, con beneficios sociales, económicos y urbanos.

Cuando la ciudadanía lidera la transición

El papel de la OTC es clave para que estos grandes proyectos se traduzcan en acción cotidiana. La oficina acompaña a los grupos motores –vecinos, comercios o entidades– que empiezan a organizarse en sus barrios y ofrece formación y talleres para entender cómo funciona una comunidad energética y qué pasos deben seguirse para constituirla.

Gracias a este trabajo, ya se han activado procesos de cesión de cubiertas en barrios como La Cartuja o Juslibol, donde existen comunidades energéticas formalmente constituidas que podrán operar en cuanto sus instalaciones se pongan en marcha. El objetivo es que cualquier vecino pueda beneficiarse de la energía renovable generada en su entorno, sin necesidad de disponer de una vivienda propia donde instalar placas.

Un modelo que genera comunidad

Crear una Comunidad Energética va mucho más allá de instalar paneles solares: supone organizarse, tomar decisiones conjuntas, aprender sobre energía y construir vínculos vecinales. La OTC impulsa un modelo en el que la energía es también una herramienta social, capaz de fortalecer barrios, reducir desigualdades y fomentar hábitos más sostenibles.

Las comunidades pueden crecer con el tiempo incorporando nuevos servicios: movilidad compartida, formación, autoconsumo ampliado o programas contra la pobreza energética. Lo esencial es que funcionan de forma democrática, transparente y abierta.

Zaragoza, ciudad que construye su futuro con su gente

La apuesta de Zaragoza une innovación tecnológica, planificación urbana y participación ciudadana. La energía deja de ser un recurso distante para convertirse en un elemento que se comparte, se gestiona y se decide desde los propios barrios.

La ciudad avanza hacia un modelo en el que las decisiones energéticas no solo mejoran la eficiencia, sino que impulsan la cohesión social, generan empleo local y preparan a Zaragoza para ser una ciudad climáticamente neutra en los próximos años.

La OTC es, en esencia, el punto donde aterriza esa visión: un lugar donde la ciudadanía consigue transformar la energía en bienestar, autonomía y comunidad.

 

Financiado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), M.P., dentro de la primera convocatoria del programa de incentivos para la concesión de ayudas a Oficinas de Transformación Comunitaria para la promoción y dinamización de comunidades energéticas, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.