Economía
desde la desaladora de Carboneras (Almería)

Zapatero ya gastó 20 millones para llevar agua de Almería a Barcelona por una tubería que no funciona

Zapatero pagó 20 millones en 2008 a Ferrovial para llevar agua desde la desaladora de Carboneras (Almería) a Barcelona por una tubería que no funciona

José Luis Rodríguez Zapatero, presidente socialista del Gobierno desde 2004 hasta finales de 2011, ya despilfarró 20 millones de euros en 2008 en una tubería que construyó Ferrovial para llevar agua desde la desaladora de Carboneras (Almería) hasta Barcelona ante la sequía que vivía en ese momento la región catalana. Esa infraestructura se terminó, se pagó, pero no funciona porque la sequía se acabó y el plan de envío de agua desalada a Cataluña se abandonó. Ahora, Pedro Sánchez, presidente socialista actual, vuelve a rescatar la misma idea: llevar agua desde la desaladora de Sagunto (Valencia) a Barcelona por la actual sequía.

«Las desaladoras no están construidas en los puertos porque no podrían coger el agua. Así que hay que construir una tubería que lleve el agua desalada desde la desaladora hasta el puerto más cercano y, ahí, una boya para que el barco cargue el agua y lo lleve a Barcelona», señalan fuentes conocedoras de lo ocurrido.

«En Carboneras se hizo un proyecto de unos 20 millones que incluía obras en el puerto lógicamente y una tubería que el Gobierno adjudicó a Ferrovial. Se hizo la tubería, y no se utilizó porque ya se acabó la sequía. La boya en el puerto de Carboneras para que el barco cargara el agua ya no se hizo, pero la tubería si», explican estas fuentes.

Ahora, el actual presidente Sánchez ha anunciado que copiará el sistema de Rodríguez Zapatero: llevará agua esta vez desde la desaladora de Sagunto hasta Barcelona por la sequía que vive la región. «Veremos a ver cuánto dinero público nos cuesta», advierten las fuentes.

Sánchez está apostando por las desaladoras como ya hizo Zapatero en 2004 tras tumbar el Plan Hidrológico Nacional, que contemplaba un trasvase desde Amposta hasta Andalucía y hasta Barcelona -que pagaba la Unión Europea-.

Este miércoles Sánchez ha estado en Torrevieja presumiendo de la ampliación que va a realizar de la desaladora de la ciudad: desde los 80 hm3 de capacidad actual hasta los 120 hm3. El presidente ha advertido que garantizará agua a todas las regiones para luchar contra la sequía. «España se ha convertido en líder europeo de producción de agua desalada», ha dicho.

Pero la realidad de las desaladoras que puso en marcha Zapatero no es la mejor. En concreto, la de Sagunto, que es desde donde se pretende enviar agua en barco a Barcelona, ha tenido una producción de un 2% del agua prevista. Como publicó este diario, en 2022 la desaladora de Sagunto produjo 0,16 hectómetros cúbicos de los 8 hm3 que tiene de capacidad, un 2%.

En el caso de la de Torrevieja, la producción es mayor, casi un 80% del total. Otras, como Moncofa, están en el 2,2% y la de Oropesa, en el 20%. Dalias y Carboneras son las dos que están a un máximo de producción. ¿Por qué la de Sagunto está en esas cifras de producción? «Porque nadie quiere ese agua, no se tenía que haber construido», señalan fuentes del sector. Costó casi 40 millones de euros.

Agua desalada más cara

Además, el agua desalada es más cara que lo que habría costado el agua del trasvase, lo que está generando grandes pérdidas en la empresa pública que las gestiona, Acuamed. El Gobierno se ve en la obligación de vender ese agua a los agricultores a un precio menor del que cuesta producirlo, por lo que en realidad se está subvencionando con dinero público el agua a los agricultores de la zona para evitar protestas.

El resultado son las pérdidas millonarias para Acuamed -250 millones de números rojos presupuestó el Gobierno para 2023-, lo que ha obligó al Gobierno a presupuestar una inyección de dinero en la compañía de 600 millones de euros.

Parte de ese dinero servirá también para enjuagar las pérdidas por el alza en el precio de la luz. Las desaladoras necesitan un fortísimo gasto de electricidad para su funcionamiento, y en 2022 y 2023 el precio de la luz se disparó por la guerra de Ucrania.

Ahora, la compañía ha puesto en marcha un plan para levantar parques fotovoltaicos junto a las desaladoras para suministrar electricidad a las centrales. Los fondos europeos que llegan desde Europa están financiando buena parte de esas obras. Así será en la ampliación de la de Torrevieja que, según ha dicho Sánchez, permitirá reducir en cuatro céntimos por metro cúbico el precio del agua desalada.