Wall Street y Asia atentos al impacto de las legislativas en la política comercial de Trump
Si China y EEUU llegan a un acuerdo se dispararían los activos de riesgo
Las 'mid term' son un test para las recetas económicas de Trump
Estados Unidos celebra este martes elecciones legislativas con el presidente Donald Trump inmerso en la aplicación de su polémica agenda económica basada en los recortes de impuestos y la subida de los aranceles comerciales, especialmente a China.
Todo esto en un escenario marcado por la celebración de las mid-term y la cumbre del G2O que tendrá lugar en Argentina los días 30 de noviembre y 1 de diciembre y que estará marcada por las guerras comerciales.
Son muchos los fabricantes, agricultores y legisladores estadounidenses los que apoyan los esfuerzos que la administración Trump está llevando a cabo para cambiar las políticas comerciales que el país mantiene actualmente con China. Los aranceles son un problema importante para todos aquellos empresarios importadores de EEUU que deben decidir cómo abordar el problema del déficit comercial: asumiendo un mayor coste de los bienes o derivando el problema a los consumidores mediante una subida de precios. Además, muchos de estos afectados también tienen que hacer frente a los aranceles de represalia impuestos por el Gobierno chino.
A finales de septiembre, Trump aplicó unos aranceles del 10% a una serie de productos chinos, con un valor de 200.000 millones de dólares. El presidente considera que el déficit comercial de su país en comparación con el del gigante asiático, que está estimado en 376.000 millones de dólares anuales, es totalmente excesivo y no se encuentra equilibrado.
Ricardo Gil, Head of Allocation de Trea AM, explica a este diario que, “ en caso de que las dos potencias llegasen a un acuerdo estaríamos frente a un rally importante de los activos de riesgo mientras que si no se llegase a alcanzar un consenso todas las economías mundiales lo notarían con un menor crecimiento en sus países. EEUU ve un riesgo geopolítico en el avance del mercado chino y teme verse superado por el gigante asiático.”
El pasado viernes el Departamento de Comercio de Estados Unidos publicó datos que mostraban que la brecha comercial de bienes entre EEUU y China ha aumentado alcanzando los 301 millones de dólares hasta septiembre, lo que representa un aumento del 10% respecto al mismo periodo del año pasado. Esta cifra supone un déficit tres veces superior al contraído con la Unión Europea y seis veces más que el desequilibrio que mantiene EEUU con Japón.
Medidas contra otros países
Esta guerra comercial no se limita exclusivamente a China sino que el presidente también ha aplicado medidas similares a la Unión Europea, Canadá o México, llegando incluso a conseguir una reforma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) reforzando las exigencias de producción interna.
Ricardo Gil señala que, ’desde el punto de vista de la Unión Europea el enfrentamiento entre China y EEUU no tiene por por qué ser especialmente negativo, la clave estaría en analizar a qué sectores y productos se aplican esos aranceles. A la Unión Europea le afecta en la segunda derivada, en caso de que el comercio mundial se viese afectado por el enfrentamiento entre las dos superpotencias’.
El pasado día 1 de noviembre el presidente chino Xi Jinping realizó una llamada al presidente americano para comunicarle su deseo de alcanzar un acuerdo que Trump señaló como muy satisfactorio, «haremos un trato con China, y creo que será un trato muy justo para todos”.
En este contexto en la jornada de este lunes China celebró una macroferia donde destacó su papel como un país defensor del libre intercambio de productos frente al proteccionismo que representan Donald Trump. Además también se aprovechó para anunciar una bajada de los aranceles y una mayor apertura en sectores como la cultura o la educación.