Economía

Vandel, la ‘startup’ que revive la Fórmula 1 de los 70 en la creación de sus zapatos

Sus sueños comenzaron en el asfalto. La mecha de Vandel se encendió hace más de un año cuando dos de sus fundadores, Álvaro y Pedro, estaban participando en una carrera de karts. Al terminarla, pensaron en trasladar ese calzado técnico al día a día aunando dos mundos que estaban bastante lejos: el calzado de competición y la moda masculina.

Inspirados en la Fórmula 1 de los 70 y los 80 y con dinero de su propio bolsillo -el cual, confiesan que ha supuesto “más de un quebradero de cabeza”-, pusieron en marcha un proyecto “desde cero” junto con su compañera Macarena. “Nos consideramos emprendedores porque hemos creado un producto nuevo, algo que estaba únicamente en papel y lo hemos materializado en Vandel. Hemos diseñado el producto cuidadosamente, sin perder la función técnica del calzado de conducción y a la vez con un aspecto que encaje en el día a día”.

El nombre lo tomaron prestado al bisabuelo de Álvaro, un artista bohemio de París que utilizaba este seudónimo. Pero las manos que dan vida a Vandel están algo más lejos: el calzado se fabrica en Europa con pieles italianas. «Hemos huido de la clásica fórmula made in China, y nos hemos ocupado personalmente de todo el proceso de creación y selección de proveedores. «El exterior del zapato es de ante y el interior de piel de vaca, ambos materiales provienen de Italia. La suela, que contrasta en color con el ante, es de caucho. Se fabrican artesanalmente”, añaden.

Un único modelo

Sólo cuentan con un modelo: el Iconic. Aunque lejos de lo que puedan pensar, sus colores no son los del asfalto: son azul y verde. Eso sí: es para hombres y se vende sólo online. Pero, no descartan en un futuro «diseñar calzado femenino, ya que han sido muchas las mujeres que nos han pedido también zapatos para ellas”.

Tampoco cierran la puerta al mundo del textil, pero su objetivo primordial es terminar de acomodarse en el mundo el calzado. «Vendemos en todo el mundo, pero por el momento la mayoría del volumen de ventas tiene su origen en España. Nos gustaría aumentar nuestra presencia en el extranjero, ya que cada vez son más los clientes que nos piden de fuera de España, pero por el momento nos vamos a focalizar en crecer en casa”, explican.

Aunque reconocen haber saltado más de un obstáculo para llegar adonde están hoy, aseguran que lo difícil ha llegado después del proceso de fabricación y de tener el producto en sus manos. «Llegar al público es más complicado de lo que pueda parecer, y aún contando con las nuevas tecnologías, es un reto dar a conocer un producto nuevo en el sector de la moda”.

A pesar de los ‘peros’, ha merecido la pena, cuentan. “Todo se compensa cuando vas por la calle y ves a alguien que lleva tus zapatos. Esperamos que Vandel en 10 años se haya convertido en una marca de referencia en el sector”.