Economía
Crónica de una muerte anunciada

Unipost entra en fase de liquidación tras siete meses de concurso de acreedores

Unipost entra en fase de liquidación. Crónica de una muerte anunciada solo siete meses después de que la compañía postal solicitara concurso voluntario de Acreedores, el juzgado de mercantil 7 de Barcelona. Según ha confirmado CCOO, la gestión de la compañía recae a partir de ahora en la administración concursal y será encargada de realizar reuniones con los principales clientes en función de las que se fijarán nuevas fases del ERE hasta “el cese de la actividad”.

Finalmente, tal como se temían los representantes de los trabajadores, Unipost no ha encontrado inversor que salve a la compañía de la quiebra. CCOO señala que el cierre del primer operador postal privado del país es «una pésima noticia porque supone la pérdida de casi 2.400 empleos directos, y centenares indirectos de la red de franquicias». 

Recordemos que desde el mes de julio, la Administración Concursal ha realizado dos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE), uno de ellos de 442 trabajadores en la primera fase -autorizada el 19 de enero- y otro de 359 en la segunda -cuyo auto se conocía el 25 de ese mismo mes-.  Además, con la segunda fase del ERE, se cerraron también 24 centros y la plantilla ha quedado reducida a algo más de 1.300 trabajadores/as actuales.

Desde los sindicatos aseguran que entre los cientos de empleos indirectos que se perderán de la red de franquicias de Unipost, cabe destacar los de la plantilla de Suresa. Ésta está compuesta por cerca de un centenar de trabajadores distribuidos en cinco oficinas a nivel estatal -Sabadell, Mataró, Sant Boi de Llobregat, Oviedo y Gijón-, a los que aseguran desde CCOO aún se les adeudan 15 días mes de junio 2017, paga extra de verano de 2017, 15 días mes de diciembre 2017, paga extra de Navidad de 2017 y nómina completa del mes de enero 2018.

El sindicato ha explicado que «lleva denunciando desde hace años públicamente y en los tribunales las malas prácticas de la dirección de la compañía» y, asegura que la cúpula liderada por los Raventós «no ha planteado un plan estratégico real y ha cargado la viabilidad de la empresa en el constante recorte de derechos de los trabajadores, sucesivos ERTEs desde 2011, fraccionamientos en la nómina desde 2012 y recortes salariales».

El sindicato ha acusado al director de la compañía, Pablo Raventós, de «dilapidar la empresa con su nefasta y nula gestión prolongada desde hace más de siete años». Por ello, aseguran que CCOO va a emprender las acciones legales contra el directivo «al considerarle responsable de la situación de la empresa, al abocarla al concurso de acreedores y finalmente, la liquidación».

Por otro lado, CCOO ha lamentado que el Gobierno haya dejado morir a la compañía sin impulsar iniciativa o proyecto alguno que buscase su viabilidad». Han defendido también que la desaparición de Unipost «tendrá un claro impacto en la atomización, desarticulación y precarización del sector».