Economía
Reparto a domicilio

Uber Eats desafía la Ley Rider de Yolanda Díaz: explora volver a trabajar con autónomos

La empresa Uber Eats explora un nuevo modelo de reparto a domicilio alternativo e «híbrido» que combine el contrato a terceros -como en la actualidad- con el trabajo con autónomos, a los que recurría antes de la entrada en vigor de la famosa Ley Rider de Yolanda Díaz, que obligaba a que los repartidores fueran contratados en vez de autónomos. Una decisión que ha tomado ante la constatación del fracaso de esta norma, ya que la mayoría de los repartidores prefieren seguir como autónomos.

La firma, que con la aplicación de la Ley Rider hace justo un año decidió asociarse con flotas que emplean a repartidores como trabajadores asalariados, ha enviado esta semana una carta a un grupo de repartidores autónomos con los que trabajó antes de agosto de 2021.

La idea, según las fuentes, es informarles de que Uber Eats «está explorando esa posibilidad», una vía que les daría la opción de elegir a los repartidores si trabajan contratados por flotas o como autónomos.

«Ante la evidencia de que la mayoría de los repartidores en España quieren trabajar como autónomos, estamos explorando un nuevo modelo que les permita hacerlo al tiempo que se cumple con la regulación vigente», según las fuentes.

«En cualquier caso, seguiremos ofreciendo la opción de trabajar con nuestras flotas colaboradoras”, han añadido.

El nuevo modelo que estudia Uber Eats, según las fuentes, daría a los repartidores un control total sobre su trabajo, incluida la capacidad de fijar el precio de sus propias tarifas a cualquier hora.

Uber Eats ha insistido en que en agosto de 2021 cambió su modelo para cumplir la Ley Rider y optar por la contratación del reparto a terceros.

Según la empresa, «solo el 26 % de los repartidores autónomos que realizaban entregas con Uber Eats antes de la Ley Rider decidieron ser contratados por una de las flotas asociadas».

El 74% restante, han añadido las fuentes, decidieron dejar de usar la aplicación, y muchos, en cambio, optaron por cambiar a una opción alternativa.

El pasado mes de marzo, Uber Eats alertó a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de la falta de repartidores como consecuencia de la Ley Rider.

Uber Eats dijo entonces que muchos de ellos preferían trabajar con Glovo, y aseguró que esta firma no cumplía la ley al mantenerlos como autónomos.

Este martes, Uber Eats ha asegurado que como consecuencia de la entrada en vigor de la ley ha tenido que cerrar operaciones en 66 mercados (como Ibiza) y reducir los horarios de apertura en otros 120 (como Bilbao).

Las mismas fuentes han resaltado la falta «de una dirección clara» por parte del Ministerio de Economía, ante la cual está explorando «oportunidades flexibles a los repartidores que no quieran ser contratados.

Fuentes de las asociaciones de repartidores han confirmado a Efe haber recibido la comunicación de Uber.