Economía

Telefónica compra edificios en Caracas para luchar contra una hiperinflación del 2.000%

Telefónica invierte la totalidad del dinero que ingresa de Venezuela en la compra de edificios en Caracas. El motivo: protegerse de la hiperinflación de casi el 2.000% que sacude al país, toda vez que Maduro no les deja repatriar sus ganancias.

Telefónica se compra edificios como un loco en Caracas, con todo lo que saca. Como Maduro no les deja repatriarlo, todo el dinero que cobran a sus clientes inmediatamente lo gastan en comprarse edificios por Caracas, porque eso siempre va a valer, independientemente de cómo esté el Bolivar”, explican fuentes conocedoras.

De este modo, Telefónica apenas aguanta el dinero en caja. En cuanto entra, se suelta rápidamente en forma de inversión, en la mayoría de los casos inmobiliaria; siendo un alto porcentaje de ello en Caracas.

José Lizán, gestor de Auriga, lo explica: “Los activos reales te protegen de la inflación. Entonces, en todo país con una inflación tan bestial, la gente prefiere acciones o activos que el dinero en la cuenta corriente, porque el dinero con la inflación se volatiliza, ya que al final lo que hace el Banco Central de Venezuela es imprimir Bolívares como un loco, y entonces nadie tiene dinero en sus cuentas corrientes, sino que lo que hacen es comprarse activos reales (casas, edificios de oficinas, acciones, etc.) porque al final las compañías, cuando facturan a los clientes, tienen en cuenta la inflación”, explica José Lizán.

Al final, los precios en Venezuela se han disparado al mismo nivel que la inflación: “Si te vas a comprar una tele en Venezuela, te cuesta como un 10% más cada año, entonces la gente compra acciones porque te protegen, lo que no puedes tener es el dinero en la cuenta corriente porque la inflación se lo come”, subraya Lizán, que insiste en que “la Bolsa en los países hiperinflacionarios es una protección al poder adquisitivo”.

Preocupación por el tipo de cambio

El 61% de las empresas españolas están preocupadas (26%) o muy preocupadas (35%) por los posibles efectos de su exposición al riesgo del tipo de cambio, mientras que el 7% muestra un nivel bajo de preocupación, según la encuesta realizada por EY con la colaboración del IEB.

Las compañías españolas tienen mayor exposición al dólar estadounidense, la libra esterlina y las monedas latinoamericanas.

Según el socio de EY Corporate Tresury y profesor del IEB, José Morales Díaz, la gestión del tipo de cambio suele estar influída generalmente por la facturación de las organizaciones y por el nivel de exposición, siendo esto último medido principalmente por las compras y ventas fuera de la zona euro. En concreto, el 43% de los encuestados obtiene más del 40% de su facturación fuera de la zona euro.

Mientras que el 84% de los consultados tiene una política definida de gestión del riesgo de tipo de cambio, ya sea a nivel global (72%) o para alguna empresa del grupo (12%), sólo el 53% la tiene recogida en un documento interno aprobado por la dirección de la empresa, y solo el 17% cuenta con un departamento específico de gestión de riesgos financieros.

Invertir en Venezuela es peligroso

Invertir en Venezuela, de hecho, es ya tan arriesgado como invertir en Siria. Es lo que se desprende del mapa de riesgos políticos presentado hace unas semanas por Aon, en el que se refleja que la inversión en el país dirigido por Nicolás Maduro es tan peligrosa como en Somalia, Corea del Norte, Afganistán o la propia Siria. Casi nada.

Todas ellas tienen, según Aon, el mismo nivel de inseguridad, inestabilidad e incertidumbre que el país que preside Nicolás Maduro, donde se juegan mucho empresas como Telefónica, BBVA, Mapfre o Repsol.

Tan sólo la mencionada Somalia y Sudán del Sur tienen una mayor probabilidad de impago soberano que Venezuela. Estos dos países africanos presentan cerca de un 6% de probabilidades de incurrir en un ‘default’; las posibilidades de Venezuela están en el 4%.