Economía
Nómina

Te están timando con tu nómina: los 3 datos que tienes que revisar inmediatamente

Entender la nómina es crucial para saber si estás cobrando lo correcto

Las casillas corresponden entre otras al salario neto y el grupo profesional

SMI: Regulación vs productividad

La nómina es un documento crucial para cualquier trabajador, ya que refleja de manera detallada todos los aspectos relacionados con el salario y las deducciones que se aplican mensualmente. Entender la nómina es esencial para asegurarnos de que estamos recibiendo el pago correcto por nuestro trabajo. Este documento no sólo muestra el salario neto que percibimos, sino también todas las contribuciones y deducciones que se realizan, como las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones de IRPF. Por eso, resulta fundamental revisar cada apartado con detenimiento para evitar errores o posibles fraudes.

Todas las nóminas están obligadas a seguir un modelo de diseño establecido por la normativa vigente. En este caso, se trata de la Orden ESS/2098/2014, recogida en el Boletín Oficial del Estado, que regula cómo deben estructurarse las nóminas, garantizando que incluyan ciertos conceptos obligatorios. Esto facilita que los trabajadores puedan entender su nómina independientemente de la empresa en la que trabajen. Sin embargo, la diversidad de conceptos y casillas puede hacer que la nómina sea difícil de interpretar sin conocimientos previos, lo que subraya la importancia de educarnos sobre cómo leerla correctamente. En la nómina se encuentran reflejados todos los ingresos generados por el trabajador, conocidos como devengos, y las diversas deducciones aplicadas. Los devengos incluyen tanto las percepciones salariales como no salariales, mientras que las deducciones abarcan las retenciones fiscales y las cotizaciones a la Seguridad Social. Asegurarse de que estos elementos están correctamente calculados y aplicados es fundamental para verificar que el salario neto, es decir, la cantidad final que recibimos, es el correcto. A continuación, profundizaremos en los tres apartados más importantes de la nómina que debemos revisar con cuidado para evitar cualquier tipo de engaño.

Devengos y deducciones en la nómina

Los devengos representan el total de ingresos generados por el trabajador durante un mes, antes de aplicar cualquier tipo de deducción. Se dividen en dos grandes categorías: salariales y no salariales. Los devengos salariales incluyen conceptos como el sueldo base, complementos salariales (antigüedad, peligrosidad, etc.), horas extras, gratificaciones extraordinarias y salario en especie. Por otro lado, los devengos no salariales abarcan indemnizaciones, dietas, gastos de transporte y prestaciones de la Seguridad Social, entre otros.

En cuanto a las deducciones son los descuentos aplicados al salario bruto, principalmente para cumplir con las obligaciones fiscales y de seguridad social. Estas incluyen las retenciones del IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social. Las cotizaciones se subdividen en varias categorías: contingencias comunes, contingencias profesionales, formación profesional y desempleo. Cada una de estas deducciones debe estar claramente especificada en la nómina, permitiendo al trabajador verificar que se están aplicando correctamente y acorde a la legislación vigente.

Los tres apartados de tu nómina en los que debes fijarte

Una vez explicado algo que resulta clave en la nómina, es importante que te fijes de manera concreta en estos tres apartados: 

 Salario neto

El salario neto es la cantidad de dinero que el trabajador recibe efectivamente en su cuenta bancaria después de aplicar todas las deducciones. Para calcularlo, primero se restan las cotizaciones a la Seguridad Social (contingencias comunes, contingencias profesionales, formación profesional y desempleo) del salario bruto. Luego, se aplica la retención del IRPF, la cual varía dependiendo del salario del trabajador, sus cargas familiares y otras circunstancias personales. El resultado es el salario neto, que siempre será inferior al salario bruto. Es crucial verificar que las deducciones se han calculado correctamente y que el importe neto coincide con lo que realmente hemos recibido.

Antigüedad

La antigüedad refleja el tiempo que el trabajador ha estado en la empresa y debe estar claramente indicada en la nómina. Esta información suele encontrarse en la parte superior del documento y debe coincidir con la fecha de inicio del contrato laboral. La antigüedad es un factor importante ya que puede influir en ciertos complementos salariales y en los derechos del trabajador, como la indemnización por despido o los días de vacaciones adicionales. Es importante tener en cuenta que los periodos de prácticas, becarios o pasantías no se consideran antigüedad a efectos laborales.

Grupo profesional

El grupo profesional del trabajador es otra sección vital de la nómina. Este dato se encuentra generalmente entre el número de afiliación a la Seguridad Social y el grupo de cotización. Los grupos profesionales son categorías establecidas por la Seguridad Social para clasificar a los empleados según el tipo de trabajo que realizan. Esta clasificación no solo determina las cotizaciones a la Seguridad Social, sino que también afecta el salario mínimo y la aplicación de convenios colectivos específicos según el sector. Asegurarse de que el grupo profesional reflejado en la nómina es correcto es fundamental para garantizar que se están aplicando las condiciones salariales y laborales adecuadas.

Importancia de revisar estos apartados

Revisar detalladamente estos tres apartados de la nómina es esencial para asegurarnos de que estamos recibiendo el salario que nos corresponde y que no estamos siendo objeto de errores o fraudes. La nómina es un documento complejo, pero con un poco de esfuerzo y conocimiento, podemos entenderla y utilizarla a nuestro favor. Además, es importante recordar que, en caso de duda o discrepancia, siempre podemos acudir a los recursos humanos de nuestra empresa o a un asesor laboral para obtener la ayuda necesaria. Entender nuestra nómina no solo nos permite proteger nuestros derechos, sino también planificar mejor nuestras finanzas personales y profesionales.