Economía
preve recaudar 968 millones

La ‘tasa Google’ hará perder a la economía 662 millones, el 70% de los ingresos previstos por el Gobierno

El impuesto sobre determinados servicios financieros aprobado este martes por el Gobierno, conocido como ‘tasa Google’, tendrá un impacto negativo para la economía española que se comerá prácticamente hasta el 70% de los ingresos previstos por el Gobierno.

El Ejecutivo redujo este martes de 1.200 a 968 millones de euros los ingresos previstos para las arcas públicas de este nuevo impuesto -debe ratificarse en el Congreso-. Esa reducción sobre la previsión que hizo el Gobierno en enero de 2019 -primer intento de sacarlo adelante- se debe a eliminar de esa previsión inicial el incremento del negocio digital en España durante 2019 -tal y como recomendó la AIReF-.

Sin embargo, el impacto que va a tener la introducción de este impuesto sobre el PIB español será de entre 586 y 662 millones de euros, según un informe de PwC para la patronal del sector. Se trata de entre el 58% y el 68% de los ingresos previstos por el Ejecutivo.

Según PwC, los más perjudicados serán los consumidores y las pequeñas y medianas empresas. «Los consumidores experimentarán una pérdida de bienestar de entre 515 y 665 millones de euros, por el incremento en el precio», dice el informe.

En cuanto a las pymes, PwC augura que «experimentarán una pérdida de su beneficio operativo de en torno 450 y 562 millones de euros, por el incremento de los costes y la caída de la ventas». Las dos cosas, en conjunto, tendrán un impacto en el PIB de hasta 662 millones de euros.

Largo plazo

Mientras la ministra Portavoz, María Jesús Montero, ha destacado este martes que la nueva tasa es vital para un nuevo entorno de digitalización de la economía, el informe de la consultora PwC advierte de los costes que tendrá para la economía no solo a corto plazo, como el efecto en el PIB, sino también a largo plazo.

Según el Gobierno, la tasa no tendrá impacto en la pequeña y mediana empresa española porque se ha reducido de cinco a tres millones la facturación mínima para tener que pagar el impuesto respecto a la propuesta de la Comisión Europea. Sin embargo, el informe de PwC advierte de que las pymes que usen las plataformas para vender sus productos «se verán perjudicadas».

Primero, «cuando exportan -pagan al menos la mitad del impuesto, funcionando como un arancel a la exportación- y, segundo, en el mercado doméstico pagan el impuesto completo, quedando en desventaja competitiva respecto a los importadores extranjeros que pagarían solo la mitad (incentivo a la importación)».

Por lo tanto, las pymes tendrán que elegir «entre asumir el coste del impuesto y reducir márgenes, o trasladar el impuesto y ver reducida su facturación, con el consiguiente impacto también en beneficios».

Fedea

Otro informe, en este caso de Fedea, realizado por los profesores universitarios Julio López y Jorge Onrubia, advierte de que la imposición de tasas unilaterales por parte de los países es «comprensible porque quieren hacer valer su derecho a gravar el valor generado en su territorio y necesitan los ingresos producidos por esos impuestos».

Sin embargo, alerta de que «tienen inconvenientes por sus previsibles costes de eficiencia sobre la actividad económica que, a su vez, pueden limitar, en una segunda ronda, la recaudación tributaria».

Además, la aprobación de la tasa tiene un efecto colateral: la posible respuesta del Gobierno de Estados Unidos, país a cuyos gigantes tecnológicos afecta principalmente el nuevo impuesto. El presidente, Donald Trump, amenazó con elevar los aranceles al aceite y a los automóviles.