Economía
Herencias

Soy asesora financiera y ésta es la razón por la que tienes que renunciar a heredar la casa de tus padres

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Heredar la casa de los padres siempre se ha visto como una oportunidad para afianzar la estabilidad económica. A lo largo de los años, hemos aprendido que recibir la propiedad de una vivienda es un paso hacia un futuro más estable. Sin embargo, en el contexto económico actual, donde la fiscalidad y los impuestos no dejan de aumentar, muchos se están replanteando si esta herencia realmente es tan beneficiosa como se pensaba. Es aquí donde entran en juego opiniones como la de Marta, una experta en finanzas que ha compartido su experiencia en redes sociales y cuestionando las ventajas de heredar la casa de los padres.

Marta, que tiene una sólida trayectoria como consultora financiera, propone una visión radicalmente distinta a la que la mayoría de la gente tiene sobre este tema. En sus publicaciones, señala que en muchos casos, lo mejor es no heredar la casa de los padres. Según ella, el proceso de herencia, con los impuestos que conlleva, puede resultar ser más una carga que una ventaja, algo que, a largo plazo, puede generar más problemas que beneficios. Pero, ¿es realmente cierto que heredar la casa de nuestros padres no es lo más recomendable?

¿Por qué no debes heredar la casa de tus padres?

Cuando se habla de heredar una casa, lo primero que suele venir a la mente es el valor del inmueble. Sin embargo, pocos se detienen a pensar en los impuestos que se deben pagar al recibir esa propiedad. En España, el Impuesto de Sucesiones y Donaciones es uno de los principales obstáculos que enfrentan quienes reciben una herencia. Este impuesto grava la ganancia patrimonial obtenida por el heredero al recibir la propiedad, y la cuantía depende del valor de la vivienda y de la comunidad autónoma en la que se viva.

El problema con este impuesto es que, generalmente, el valor de la vivienda ha subido significativamente con el paso de los años, lo que provoca que el impuesto sobre la ganancia patrimonial sea aún más alto. Esto puede suponer una cantidad de dinero considerable que muchos herederos no están preparados para asumir. La obligación de liquidar este impuesto en un plazo de seis meses desde el fallecimiento del causante puede resultar muy complicada si no se dispone de liquidez suficiente.

A pesar de la percepción general de que heredar la casa de los padres es un buen negocio, la realidad es que, en muchas ocasiones, no es tan favorable como parece. Marta, en su análisis, plantea que este tipo de herencia puede no ser la opción más beneficiosa desde el punto de vista económico, debido a los impuestos que se deben pagar. Su argumento se basa en que, si los padres tienen una vivienda que ha aumentado de valor con el tiempo, los impuestos por la ganancia patrimonial que tendrán que pagar los hijos pueden ser desproporcionados.

La estrategia de la nuda propiedad

En lugar de esperar a la herencia, la propuesta de Marta se basa en la donación de la nuda propiedad de la vivienda, lo que significa que los hijos recibirían la propiedad de la casa, pero los padres seguirían siendo los usufructuarios.

Esta fórmula permitiría a los padres seguir viviendo en la casa mientras los hijos se convierten en los propietarios legales, pero sin tener que pagar los impuestos de herencia cuando fallezcan. A nivel fiscal, esta opción puede ser muy atractiva, ya que elimina el Impuesto de Sucesiones y, en algunos casos, los padres podrían incluso estar exentos de pagar el IRPF si son mayores de 65 años y la vivienda es su residencia habitual.

Sin embargo, no todo es tan sencillo. Donar la nuda propiedad genera otros impuestos, como el Impuesto de Donaciones, que también puede ser significativo dependiendo del valor de la vivienda y de las normativas locales. Por tanto, aunque la carga fiscal de la herencia se reduce, no se elimina por completo.

Además, aunque la solución parece ser ventajosa, la donación de la nuda propiedad puede traer consigo algunos inconvenientes. Si los padres siguen siendo los usufructuarios de la vivienda, esto podría generar conflictos familiares o legales, especialmente si los padres necesitan vender la propiedad o si surge algún problema en la gestión de la misma.

En definitiva, la decisión de heredar o no la casa de los padres depende de diversos factores. Si bien es cierto que heredar la casa puede parecer una forma de aumentar el patrimonio, los impuestos asociados a este proceso pueden ser una carga considerable. Marta ofrece una alternativa que puede resultar atractiva desde el punto de vista fiscal, aunque también tiene sus riesgos y limitaciones. Es fundamental analizar cada situación familiar y consultar con expertos en planificación patrimonial para determinar cuál es la mejor opción en cada caso. Al final, la clave está en hacer una elección informada y que minimice los costes y los conflictos familiares.