SICE: 100 años de servicio a la sociedad a través de la innovación y la tecnología

Los mejores proyectos son aquellos que tienen un impacto positivo sobre el conjunto de la sociedad de una manera silenciosa, aunque no por ello menos presente en el día a día de nuestras vidas como ciudadanos. Algo así ocurre cuando hablamos de SICE, la filial de la cotizada española Grupo ACS que, a pesar de ser algo desconocida para el gran público, sí que está presente en el día a día de millones de personas.

SICE brinda servicios para todos como, por ejemplo, el alumbrado de las calles, el tráfico de las ciudades, la gestión de los sistemas inteligentes y de seguridad de vías interurbanas, túneles, peajes y medios de transporte o la gestión de los recursos hídricos, la calidad del aire y tantos otros servicios integrados en los espacios urbanos que hoy conocemos como ‘Smart Cities’ o ‘ciudades inteligentes’.

Innovación en el sector del transporte

En definitiva, y teniendo en cuenta la diversidad de servicios que ofrece, SICE trabaja desde hace 100 años en mejorar la calidad de vida de la sociedad a través de la tecnología. De hecho, sería complicado no encontrar una localidad española en la que SICE no haya trabajado en sus 100 años de vida. Un siglo dando servicio a la sociedad a través de su know how y su apuesta por la innovación.

SICE lleva 100 años, además, dedicada a la innovación y a la tecnología en el sector del transporte, participando en el desarrollo de las telecomunicaciones, con redes de control medioambiental que contribuyen a la sostenibilidad de los recursos naturales, controlando procesos en diferentes tipos de industrias y desde 1921 alumbrando las calles de muchas ciudades, aportando soluciones de eficiencia energética de toda índole.

Emplea a más de 2.500 personas en 30 países de 5 continentes

En este momento, SICE emplea a más de 2.500 personas en 30 países de 5 continentes. La compañía nació el 8 de enero de 1921 en Bilbao bajo el nombre de Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas, sin embargo, sus fundadores no imaginaron el crecimiento y la proyección nacional e internacional que adquiriría la empresa.

De hecho, ha pasado de construir y vender material eléctrico de todas clases en los territorios de España y Portugal a cambiar el día a día de miles de millones de ciudadanos. Ha pasado de instalar los primeros semáforos de Madrid y Barcelona a centralizar la gestión del tráfico de complejas infraestructuras como Madrid Calle 30 o los túneles de Waterview (Aucland, Nueva Zelanda), WestConnex (Sydney, Australia), Miami y Seattle (EEUU).

100 años de hitos tecnológicos

100 años llenos de hitos tecnológicos que ponen de relieve el mérito, la capacidad de evolución, innovación, anticipación y adaptación que ha tenido la empresa y sus profesionales a lo largo de este siglo. Siempre fieles a sus valores, los que les han llevado hasta 2021: compromiso con el cliente, creación de valor, eficiencia y voluntad de liderazgo, destacan desde la compañía.

Es esta voluntad la que empujó a esta empresa española a atreverse en los años 90 a ejecutar sus primeros proyectos internacionales en América Latina y, desde entonces, no ha dejado de crecer y expandirse por todo el globo. Del primer proyecto internacional de peaje en Puerto Rico a los grandes peajes de México o Free Flow en Chile, Reino Unido, Norte América y Australia.

Del gran proyecto de implantación y explotación de los sistemas de seguridad con Metro de Madrid a los proyectos de metro de Santiago de Chile o los tranvías de Canadá. De los primeros proyectos en Madrid, Valencia, Zaragoza o Sevilla con la DGT, que supusieron para SICE la entrada al mundo del tráfico interurbano, a la gestión de grandes túneles como el proyecto de Somport o el de Calle 30, que a su vez se han replicado y ampliado en Nueva Zelanda, Australia y EEUU.

La fortaleza de seguir creciendo y resistir los avatares del tiempo

Es más, todos estos proyectos prueban que SICE es una compañía con resistencia y resiliencia. De hecho, no muchas empresas llegan a ser centenarias, así que cabe destacar el hecho de que la filial de ACS haya resistido los avatares del tiempo y trascendido a regímenes, guerras y cambios de todo tipo gracias, entre otros agentes, a sus clientes, ya que éstos han depositado su confianza en el buen hacer de la empresa y llevan trabajando con SICE muchos años.

Pero también ha tenido un gran crecimiento gracias a sus socios, a sus colaboradores y a sus accionistas, ya que en esta larga singladura han ido proporcionando el tan necesario soporte financiero y, sobre todo, gracias al equipo de profesionales que trabajan y han trabajado en la compañía desde hace 100 años. Su esfuerzo y tenacidad, su perseverancia, buscando siempre llegar más allá (aportando tecnología para el progreso) han llevado a SICE a la posición de liderazgo que ostenta en mercados como el del tráfico urbano e interurbano, la gestión integral de túneles, el transporte o el medio ambiente.

La esencia de la compañía, además de los agentes anteriormente citados, es el eje transversal de una cultura de trabajo responsable, austera y honesta siempre con vocación de servicio, basado en la tecnología y la innovación. En la misma linea, SICE mantiene el compromiso de continuar contribuyendo al progreso y al bienestar de la sociedad en un contexto que en este momento, y en el corto plazo, sigue siendo complicado y de gran incertidumbre.

Desde 1921 el mundo ha cambiado mucho y SICE con él

La inteligencia artificial (IA), machine learning, IOT, la analítica avanzada de datos o el vehículo conectado, son tecnologías, conceptos o herramientas que forman parte del día a día de SICE. El actual proceso de transformación digital al que se ve sometido el mercado es fundamental en el desarrollo del negocio, la tecnología va tan rápido que cada día surgen innovaciones y la empresa trabaja para liderar la permanente transformación del mundo.

Pese a sus 100 años de esfuerzo y duro trabajo, pese al gran impacto en la sociedad de su labor diaria, es probable que mañana SICE siga siendo una empresa quizá no muy conocida para el gran público. Sin embargo, seguirá brindando un servicio a la ciudadanía casi de manera imperceptible porque, efectivamente, así son los grandes proyectos.