Economía
Sector inmobiliario

Santander alerta de una caída de la demanda de nuevas viviendas por el alza de los costes

  • Nayara Mateo
  • Redactora de economía, especializada en el sector inmobiliario, turismo, consumo y distribución. Antes en Expansión, Efe y Brainsre.news.

El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, asegura que la entidad ha detectado una caída de la demanda de hipotecas para viviendas nueva. El directivo apunta a diversas variables, pero principalmente culpa al alza de los costes de construcción, que han desencadenado una subida generalizada de los precios de los pisos y casas de obra nueva.

Varios promotores han trasladado al Banco Santander que tienen dificultades para encontrar demanda para las vivienda nuevas tras la importante subida de los precios a consecuencia del encarecimiento de los materiales, según ha comentado Álvarez en la presentación de los resultados de la compañía preside Ana Botín.

El consejero delegado de la entidad ha matizado que se ha detectado una ralentización de la demanda de activos inmobiliarios en general y de la vivienda en particular, a pesar de que en España no se han dado subidas de precios tan importantes como en Estados Unidos u otros países de Europa.

En este sentido, según la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la inflación provocada primero por la pandemia y posteriormente por la guerra en Ucrania ha provocado un incremento medio del 33% en los costes de construcción en el último año. Mientras que el precio de la vivienda de obra nueva se ha incrementado entre un 5 y un 10%, dependiendo de la ubicación.

Sin embargo, tal y como está evolucionando el sector inmobiliario, es probable que los precios no se puedan mantener al alza durante mucho tiempo y que tengan que empezar a bajar por la caída de la demanda. De hecho, el departamento de análisis y mercados de Bankinter considera que los precios de la vivienda se reducirán en España un 3% en 2023 y otro 2% el año siguiente, en línea con las principales economías mundiales. Además, añade que el precio de la vivienda de obra nueva debería mantenerse en los niveles actuales para ser rentable, debido a la subida de los precios de los materiales de construcción.

Ralentización

Hace meses que el sector vaticinó una ralentización en las operaciones inmobiliarias para finales de 2022. La inflación y la subida de tipos de interés han provocado un estancamiento en la compraventa de viviendas y la firma de hipotecas en la segunda mitad del año, dejando atrás la posibilidad de una nueva burbuja inmobiliaria. Además, la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI) espera que esta paralización se prolongue hasta buena parte de 2023.

«Es normal que se produzca cierta ralentización, porque estábamos en unos niveles de crecimiento que no eran sostenibles», aseguran desde la  Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (ANAI).

Hipotecas

Por otra parte, el consejero delegado de Santander ha respondido en la presentación de los resultados a las demandas del Gobierno de una medida estándar para aliviar la subida de los tipos de interés de las hipotecas asegurando que «un traje único no sirve para todos los clientes». Asimismo, ha explicado que la inflación no es tan mala para los préstamos y se ha sumado al consenso que espera que España sufra dos trimestres de crecimiento negativo.

«Mi mayor interés es que mis clientes puedan pagar, parece que no estamos en el mismo barco. Hasta ahora no ha habido incremento de las cuotas, empezará a tener impacto a partir de noviembre y por doceavas partes. Analizamos caso por caso, pero no estamos ni de lejos en situación de 2011-2012. Es una cuestión de buscar soluciones siempre a los clientes. El Gobierno busca un planteamiento más general, pierde peso individualización, pero un traje único no sirve para todos. Más allá de los acuerdos, solucionaremos los problemas de todos los clientes, entren o no en el acuerdo», ha explicado Álvarez.

Las asociaciones bancarias AEB y CECA han planteado al Gobierno una propuesta de alargamiento de plazos para aquellas personas de renta baja (menos de 24.000 euros) a las que le suba más de un 30% la letra de la hipoteca, una propuesta que Yolanda Díaz ha considerado «insuficiente».

Asimismo, ha recordado que la inflación no suele ser tan mala para pagar los préstamos: «Al principio sí, pero los préstamos son valores nominales, la inflación acaba pasando a los salarios y no es tan negativo. Eso hace que el peso de la hipoteca baje. Al principio pasas un período difícil, luego ya no porque la inflación ayuda a pagar las deudas, al contrario que los ahorros, que se ven penalizados».