Economía
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Sánchez trampea los datos de empleo: excluye los ERTE al comparar la recuperación con la crisis de 2008

A bombo y platillo. Así, ha anunciado Pedro Sánchez que en el mes de mayo se recuperarán los datos de afiliación a la Seguridad Social previos a la crisis sanitaria del Covid-19. El presidente se jacta de que la recuperación se ha producido en tan sólo un año y tres meses, mientras que en la crisis de 2008 se tardó más de diez años. Lo que Sánchez ha querido olvidar es que esa recuperación esta basada en los Expedientes de Regulación Temporal del Empleo (ERTE) y el cese de actividad de muchos autónomos con un futuro bastante incierto.

El pasado martes, la ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, celebraba que en mayo, se alcanzarían los 19,3 millones de afiliados a la Seguridad Social, superando por primera vez el nivel de afiliación previo al inicio de la pandemia. Y lo cierto es que así es, pero, como la mayoría de las afirmaciones del Gobierno, tiene trampa.

En primer lugar, fue durante la pandemia cuando se activaron los ERTE, por lo que la afiliación en marzo de 2020 no contemplaba a los trabajadores acogidos a esta herramienta. En el peor momento de la crisis, la afiliación a la Seguridad Social se situó en los 18,4 millones de afiliados -lo que supone una pérdida de más de 919.000-. Con los ERTE se consiguió paliar este impacto pero lo cierto es que, a día de hoy, más de 638.283 personas se encuentran acogidas a esta herramienta.

Lo mismo pasa con el cese de actividad de los autónomos. En abril, más de 450.000 autónomos percibían esta prestación para frenar la caída de la actividad como consecuencia de la crisis sanitaria. Por tanto, esta recuperación atomizada de los niveles de afiliación no se corresponde para nada con el panorama precrisis, por mucho que el Gobierno celebre los datos.

Crisis de 2008

«En un año y tres meses estamos logrando recuperar los niveles de afiliación prepandemia cuando en la crisis financiera de 2008 tardamos doce años en recuperarlos», ha señalado Pedro Sánchez en su intervención en el acto inaugural de la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural.

Lo que ha querido obviar el presidente del Ejecutivo es que herramientas como los ERTE o el cese de actividad para autónomos no se introdujeron hasta la reforma laboral de Mariano Rajoy en 2012, por lo que la recuperación de la afiliación de la crisis de 2008 no podía ampararse en este tipo de herramientas, generando una recuperación más dilatada en el tiempo pero también con más seguridad en los puestos de trabajo creados.

Seguridad inexistente en el mercado laboral actual, puesto que el 41% de los profesionales, esto es 193.000 autónomos, asegura que se dará de baja cuando el cese de actividad finalice. Además, las grandes empresas ya han anunciado EREs que afectan a más de 35.000 trabajadores para este 2021.

Para el Gobierno, este es un «buen dato que alimenta el optimismo», sin embargo, el futuro del empleo que el Ejecutivo de Sánchez alardea de haber creado puede esfumarse con el fin de estas herramientas, disparando la tasa de desempleo en el corto plazo