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Empleo

Sánchez subvenciona el alquiler y la cultura a los jóvenes mientras España es campeona en paro juvenil

Los jóvenes españoles agradecen enormemente al presidente del Gobierno sus últimas iniciativas para mejorar su situación económica. O quizá no tanto. Con una tasa de paro juvenil del 33%, España vuelve a liderar otro ránking de la vergüenza, superando en el mes de agosto a Grecia, Italia, Suecia y Croacia. Pero, como Sánchez nunca deja a nadie atrás, los jóvenes podrán disfrutar de un bono para la cultura de 400 euros y otro para el alquiler que asciende a la friolera de 250 euros.

Una medida que el Ejecutivo socialista ha planteado en el marco de los nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) -los más onerosos de la historia reciente- y que tenia como objetivo «dar respuesta a la demanda de emancipación» de los jóvenes, y alcanzar además, ha señalado, la media de emancipación de la Unión Europea. No se sabe si finalmente España conseguirá jóvenes se emancipen a la misma edad que sus homólogos europeos, peor lo cierto es que en materia de desempleo, los españoles menores de 24 años les ganan por goleada.

De esta forma, pese al irrisorio bono de 250 euros anunciado a bombo y platillo por el Ejecutivo socialista, los jóvenes españoles en paro seguirán sin poder permitirse pagar cualquier tipo de alquiler. Por otra parte, los 400 euros que el Gobierno regalará a los jóvenes cuando cumplan la mayoría de edad no son más que un cheque envenenado de Sánchez a los jóvenes cuyo objetivo electoralista se ve a la legua. El bono podrá ser gastado en cine, música, libros, videojuegos o espectáculos, siempre que no sean taurinos.

Las migajas del Gobierno con los jóvenes no empañan las últimas decisiones económicas que ponen en jaque el empleo. La subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) no contó con el apoyo de las patronales precisamente por los efectos adversos que tiene sobre el empleo. Un impacto que se multiplicado en el caso de los jóvenes que intentan acceder a un primer empleo, y que dada su escasa experiencia se convierten en la última opción a la hora de ser contratados, por el aumento de los costes que supone este alza del salario mínimo. Sin olvidar tampoco la reforma del sistema de pensiones de Escrivá, que aumenta los periodos de cotización, lo que empeora todavía más la situación para los jóvenes que todavía no han empezado a cotizar.