Economía
con récord de recaudación tributaria

Sánchez sí sube los impuestos a la clase media y baja: 5 € más por cada depósito de diésel a partir de enero

El Gobierno y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, han presumido de no subir impuestos a la clase trabajadora

La subida del impuesto al diésel supondrá que llenar el depósito le costará a ricos y pobres cinco euros más desde enero

«Este Gobierno no va a subir los impuestos ni a la clase media ni a la trabajadora». La frase la han repetido insistentemente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Pero la realidad es que el Ejecutivo ha aprovechado la tramitación en el Congreso de la transposición de una ley europea para colar la reforma fiscal prometida a Bruselas que incluye varias subidas de impuestos que afectarán a los más ricos y a los más pobres, a todos. Entre ellas, el impuesto al diésel, que va a sufrir un incremento de casi 9,2 céntimos por litro: desde el 1 de enero todos los ciudadanos pagarán cinco euros más cada vez que llenen el depósito.

La subida del impuesto al diésel sí afecta a la clase media y a la trabajadora, aunque excluye al gasóleo profesional. Según una enmienda incorporada por el PSOE en la tramitación de la ley europea citada -crear un impuesto mínimo global del 15% a grandes multinacionales-, a partir del 1 de enero el impuesto al diésel pasará de 0,379 euros el litro a 0,47269 euros el litro, salvo en casos excepcionales en que durante dos meses consecutivos el precio de venta supere los dos euros el litro (cuando será de 0,422).

El incremento es de casi 9,2 céntimos de euros por litro, lo que implica que todos los ciudadanos, cobren lo que cobren y tengan el patrimonio que tengan, pagarán cinco euros más por llenar el depósito. De acuerdo con los datos de consumo de diésel de Cores, 21,54 millones de toneladas en 2023, el Gobierno ingresaría unos 2.000 millones de euros más por el impuesto al diésel, aunque en esa cifra hay que restar el consumo de gasóleo profesional, que no subirá nada.

Además, en esa ley el PSOE ha incluido convertir en permanente el impuestazo a la banca, incrementos en el IRPF a las rentas que superen los 300.000 euros, y subidas en el del tabaco -también a los vapeadores-. Todo esto en un momento en el que la recaudación por impuestos de Hacienda marca nuevos récords. Este jueves la Agencia Tributaria ha publicado su informe mensual que desvela que la recaudación por IRPF, IVA, Sociedades y el resto de impuestos ha superado los 205.000 millones de euros hasta septiembre.

La vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Con estas cifras, y a falta de tres meses más para que concluya el ejercicio, la recaudación por impuestos apunta a los 300.000 millones de euros a final de año, récord absoluto. Ningún Gobierno antes de Sánchez contó con esta recaudación para afrontar la deuda, el déficit o los gastos corrientes, fruto de las constantes subidas de impuestos que ha aprobado el Ejecutivo desde que llegó a Moncloa en junio de 2018.

De hecho, justo el mismo día que se comunica el alza del 7,3% en la recaudación homogénea por impuestos, también se ha hecho público la cifra del déficit. Según los datos facilitados por el Ministerio de Hacienda, el déficit sube un 10,6% en los ocho primeros meses del año en comparación con el mismo periodo del 2023 y se sitúa en 35.981 millones, un 2,27% del Producto Interior Bruto (PIB). El objetivo del Gobierno para este año es el 3%, cifra que le permitiría cumplir con Bruselas y confirmar que queda fuera del procedimiento por déficit excesivo.

Además, los números rojos de la Administración central, es decir, sin tener en cuenta el resto de administraciones locales o regionales, el déficit público se ha disparado el 32% en tasa interanual en septiembre, hasta los 34.463 millones de euros, el 2,17% del PIB.