Economía
Sánchez ha evitado los congresos del IEF desde que no fuera bien recibido en Valencia, en 2018.

Sánchez se acerca al BBVA y ningunea al Instituto de la Empresa Familiar

Apareció el jueves Sánchez en la sede de BBVA en Madrid como si del mismísimo presidente de la república de España se tratara. Había expectación por ver cuál sería la reacción tanto de Pedro Sánchez como del presidente de BBVA, Carlos Torres, en plena polémica por el impuesto a la banca.

Los medios de prensa acreditados por el banco para cubrir el II BBVA Sustainability Forum tuvieron que registrarse también en Moncloa, y acudir una hora antes de que comenzara el foro de sostenibilidad, entre unas medidas de seguridad más propias de Zarzuela que de Presidencia del Gobierno.

Ni una corbata en el auditorio donde el segundo mayor banco español celebró el evento. La temperatura a 27 grados. Y subiendo. A medida que transcurrían las intervenciones de los ponentes, más abanicos y más chorretones de sudor caían.

Sánchez está jugando ya el partido de las próximas elecciones generales, previstas para diciembre de 2023. Tras la histórica derrota electoral sufrida por el PSOE en las elecciones andaluzas del pasado mes de junio, el líder del partido socialista ha dado un giro a su discurso para tratar de canalizar el desencanto de su electorado, dirigiéndolo hacia la empresa española, hacia los bancos, hacia las energéticas, hacia cualquier compañía que cotice en Bolsa: la culpa es del Ibex.

Escenificó el presidente del Gobierno ese cambio de estrategia en el Congreso, el pasado 11 de julio, en el primer debate del estado de la nación celebrado en siete años, cuando anunció el impuesto a la banca para recaudar 3.000 millones de euros en dos años.

Por todo ello, poco sentido tenía la invitación de BBVA a Sánchez a inaugurar su foro de sostenibilidad. El banco anunció la celebración del foro la pasada semana, y en el cartel de ponencias no aparecía Sánchez. Un día antes de que tuviera lugar, el miércoles, se comunicó que el presidente del Gobierno inauguraría el evento.

La llegada del presidente eclipsó el gran momento que había preparado la entidad para la ocasión: una entrevista, grabada, entre Torres y Larry Fink, el fundador de BlackRock, el fondo estadounidense, el mayor del mundo, primer accionista de BBVA (también de Santander). ¿Se autoinvitó Sánchez al foro de BBVA?

Carlos Torres perdió, en el breve discurso que dio de apertura del acto, la oportunidad de aludir, con Sánchez presente, al impuesto a la banca; o la de advertir sobre la amenaza de recesión de la economía española (la entidad prevé esa posibilidad a comienzos de 2023).

Sin embargo, Sánchez, que tomó la palabra a continuación para inaugurar el foro, no dejó pasar la oportunidad, y volvió a ese discurso demonizador de la empresa española en el que viene instalado tras la derrota en Andalucía. El hombre del Falcon señaló a las cotizadas españolas por no comprometerse a alcanzar emisiones cero en el año 2050.

El presidente del Gobierno parecía que fuera también el presidente del BBVA. No había nadie más a gusto que él en el auditorio; si hacía calor, él no lo sentía. «Muchísimas gracias Carlos, y sobre todo, enhorabuena (…)», comenzó diciendo.

El tuteo impostado que se trajo Sánchez con Torres fue continuo. «Como bien indicabas Carlos, la sostenibilidad es uno de los principales retos (…)»; «antes lo decía Carlos y yo quiero subrayarlo, nuestras energías (…)»; «antes lo comentaba Carlos, es importante dar estabilidad jurídica a los inversores (…)». Y Carlos, ahí, escuchando, habiendo ¿invitado? a la misma persona que un par de meses antes había anunciado, sin previo aviso, una medida que impactará sobre el negocio tanto de BBVA como el del resto de la banca española.

Lo que no se atrevió Torres a decirle a la cara a Sánchez el jueves, lo dijo al día siguiente en un encuentro organizado por el Cercle d’Economia de Catalunya, en Barcelona. «Ponerle freno a lo que es el sistema circulatorio de la economía nos va a llevar a un crecimiento menor, menos capital, menos inversión, menos crecimiento, menos empleo, menos riqueza y menos impuestos», dijo, según publicó el sábado El Mundo. BBVA lanzó un comunicado sobre la intervención del presidente de la entidad en ese acto del viernes, omitiendo las declaraciones críticas.

Sí a Torres, no a Sendagorta

Sánchez toreó de salón en el foro del BBVA, donde no recibió la más leve crítica, el más mínimo reproche. Pero otra cosa es la plaza del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), presidido por Andrés Sendagorta, con morlacos como Mercadona, Gestamp, El Corte Inglés, Acciona o Inditex.

Recién alcanzada la presidencia del Gobierno, una vez desalojado Mariano Rajoy de Moncloa, Sánchez acudió a clausurar el Congreso anual que el IEF organizó en octubre de 2018 en Valencia. Quizá pensara el Presidente que su asistencia sería tan festejada como lo fue su presencia en el festival de música de Benicassim (FIB), en julio de ese año, en compañía de Begoña Gómez.

Pero no tuvo buena acogida en Valencia. No es que Sánchez fuera abucheado, pero el cariño que mostraron los asistentes en ese mismo evento al entonces líder del PP, Pablo Casado, contrastó con la frialdad con la que dieron la bienvenida a Sánchez, al que se le quedó cara de cartón.

Desde entonces, año tras año, el IEF ha seguido invitando a Sánchez a clausurar su congreso anual. Pero no ha vuelto. Este verano, con meses de antelación, el organismo volvió a contactar con Moncloa para invitar al Presidente del Gobierno al XXV Congreso de la Empresa Familiar, que se celebra en Cáceres el próximo mes de octubre. Desde Presidencia se ha advertido recientemente al IEF que posiblemente Sánchez tampoco pueda asistir en esta ocasión.

El presidente de la ingeniería vasca Sener, Andrés Sendagorta, Capitán de Corbeta y piloto naval de reactores Harrier, accedió a la presidencia del IEF el pasado mes de mayo. Su antecesor en el cargo, Marc Puig, una vez abandonado el puesto, hizo declaraciones como éstas en entrevistas publicadas con motivo de su salida: «El actual Gobierno y el gobierno de algunas comunidades autónomas han creado una imagen buena del emprendedor y una imagen mala del empresario»; «El Gobierno no va a solucionar el paro con más funcionarios»; Alberto Núñez Feijoo, dijo, es alguien «que construye, que dialoga, que tiene un perfil de sensatez, de sentido común y que da confianza porque es alguien que no será estridente en momentos de crisis».

Sendagorta se estrenó en el puesto con un nuevo desplante del Gobierno. Al acto de su toma de posesión de la presidencia del IEF estaba anunciada la asistencia de la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Pero la Vicepresidenta excusó su ausencia «por problemas de agenda». A pesar de todo, el presidente de Sener ha vuelto a invitar a Sánchez al próximo Congreso de la Empresa Familiar.