El rincón más exclusivo de Castellón que enamora por su naturaleza salvaje y su cercanía a Valencia

El rincón más exclusivo de Castellón que enamora por su naturaleza salvaje y su cercanía a Valencia
Cala Mundina

A poco más de una hora de Valencia, Cala Mundina emerge como uno de los secretos mejor guardados del litoral mediterráneo. Esta cala virgen, situada en pleno Parque Natural de la Sierra de Irta, atrae a quienes buscan desconexión, paisaje auténtico y un turismo consciente.

En un momento en que la sobreexplotación turística amenaza la esencia de muchos destinos costeros este paraje representa todo lo contrario: silencio, naturaleza y mar en estado puro. Es un lugar donde el bullicio queda atrás y la experiencia se vuelve íntima.

Llegar hasta aquí no solo implica recorrer un sendero costero con vistas espectaculares, sino también cruzar un umbral emocional hacia un estilo de vida más pausado y conectado con el entorno.

Un paraíso de aguas turquesas y rocas mediterráneas

Cala Mundina está rodeada de acantilados, pinos, matorrales y el característico aroma del Mediterráneo. Su acceso a pie desde el faro de Alcossebre añade un componente de aventura y exclusividad: no llegan coches, no hay chiringuitos, ni sombrillas alineadas. Solo naturaleza, mar y un entorno intacto que invita al descanso y a la contemplación.

Las aguas cristalinas, de color esmeralda, permiten ver el fondo marino con nitidez, convirtiendo este lugar en un punto perfecto para el snorkel o para simplemente flotar al ritmo de las olas. El contraste del azul marino con el verde del paisaje hace que cada visita sea una postal. Por eso, este lugar está
atrayendo cada vez más la atención no solo de visitantes ocasionales, sino de quienes valoran el entorno como un activo para vivir o invertir a largo plazo.

Un destino ideal para desconectar sin renunciar a lo esencial

La cala pertenece al municipio de Alcalà de Xivert, un pueblo de la provincia de Castellón, que combina mar, montaña y patrimonio histórico. Su oferta va mucho más allá de la costa: desde rutas de senderismo hasta monumentos como el Castillo de Xivert o la Iglesia de San Juan Bautista.

También cabe destacar el sendero costero que conecta la cala con el faro de Alcossebre, que ofrece vistas privilegiadas del Mediterráneo, mientras que las rutas de la Sierra de Irta invitan a explorar el interior del parque natural.

Pese a su carácter remoto, Cala Mundina está a pocos minutos en coche de servicios esenciales como restaurantes de cocina tradicional, mercados locales, alojamientos con encanto o comercios artesanales.

Un destino sostenible que premia el compromiso con el entorno

El auge de Cala Mundina también plantea un desafío: conservar su esencia. Al estar ubicada en un espacio natural protegido, existen normas estrictas de preservación. No se permite hacer fuego, dejar basura ni molestar a la fauna o flora. Estas medidas buscan proteger el ecosistema, así como reforzar la
experiencia de quienes la visitan o habitan en la zona.

Para muchos, vivir cerca de Cala Mundina es más que una elección ética: se trata de una forma de habitar el mundo con más sensibilidad.

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