Economía
OCU

Con el precio del aceite disparado tenemos la solución: nos lo ha contado la OCU

El aceite de oliva es uno de los ingredientes más apreciados y utilizados en la cocina española, pero también uno de los más caros. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el precio del aceite de oliva ha aumentado un 35% en el último año, llegando a superar los 7 euros el litro en algunas marcas. Ante esta situación, muchos consumidores se plantean buscar otras opciones más económicas y saludables para elaborar sus platos. ¿Qué alternativas existen al aceite de oliva? Toma nota, porque con el precio del aceite disparado tenemos la solución a partir de una serie de consejos dados por la OCU.

La solución de la OCU al aumento del precio del aceite

La OCU ha querido ofrecer algunas claves para ahorrar sin renunciar al sabor y la calidad. Dependerá del tipo de alimento que vayamos a comer o de hecho, a cocinar y de este modo sabremos qué grasa es la más adecuada.

Estas son entonces las alternativas para cocinar que ofrece la Organización de Consumidores y Usuarios:

En crudo

Para ser directamente consumido, por ejemplo, al aderezar una ensalada, una pizza, vegetales, o bien en una crema o sopa caliente o fría, es esencial contar con un aceite que aporte un gusto agradable. Además del aceite de oliva virgen extra, disponemos de opciones como el aceite de nuez o el de semillas de calabaza, los cuales presentan aromas muy marcados. Si nuestra intención es utilizarlo en la preparación de salsas, como la mayonesa, podemos optar por un aceite de oliva más suave o mezclarlo con otro de carácter más neutro, como el aceite de girasol, soja o colza.

Para freír o saltear

Particularmente en las ocasiones en que se realicen frituras, es crucial contar con una grasa capaz de soportar altas temperaturas sin perder su estabilidad. Las alternativas más recomendadas y asequibles son el aceite de oliva refinado, el aceite de girasol alto oleico y el aceite de orujo de oliva. También se encuentran disponibles opciones etiquetadas específicamente como aceites para freír, y todas estas alternativas presentan sabores neutros.

Para hornear

Masas de bizcochos, galletas, panes y magdalenas requieren también de un aceite resistente a los cambios de temperatura. Por lo general, se prefiere un aceite con sabor neutro. Según la OCU, el aceite de girasol alto oleico se erige como la mejor elección, o bien un aceite de oliva más económico.

Otras grasas

En situaciones particulares, la mantequilla y la nata son alternativas animales recomendables para reemplazar al aceite. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la manteca, debido a su alto contenido de grasas saturadas, es menos aconsejable. Por su parte, la margarina vegetal tiene un nivel de recomendación menor. La mantequilla agrega sabor y textura a muchas preparaciones tradicionales, como salsas cremosas o la bechamel, siempre y cuando no sea sometida a temperaturas excesivas. Además, es ideal para la cocción en horno.

La OCU hace hincapié en que, aunque las grasas son esenciales para la salud del cuerpo, su consumo debe ser moderado. Además, al momento de freír, es fundamental hacerlo a una temperatura alta, evitando sobrepasar el punto de humo característico de cada tipo de aceite y evitando quemar los alimentos.