Economía
Economía

El PIB volverá a caer en el primer trimestre, según el Banco de España

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, cree que es probable que el PIB vuelva a caer en el arranque del año en medio de las restricciones continuadas por la pandemia.

La economía de España seguirá cayendo. El PIB va a seguir retrocediendo con alta probabilidad en lo que va de año y «no es descartable» una nueva contracción de la economía de España en este arranque del año 2021 y el primer trimestre que estamos a punto de coronar.

El detonante de esta caída son las restricciones a la movilidad así como el cierre de establecimientos hosteleros, turísticos, gimnasios, la eliminación absoluta de eventos y conciertos y muchas otras medidas que acaban contrayendo la economía.

Según Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, se producirá una evolución «ligeramente» negativa del PIB en España que va a dejar al país a principios de abril con más de un 9% menos de PIB que el año pasado, previo a la pandemia. Pablo Hernández de Cos ha hecho esta previsión sobre el PIB de España en un evento organizado por El Español.

Proyecciones macroeconómicas

El Banco de España va a actualizar este martes las proyecciones económicas  en un entorno de «recuperación incompleta, gradual e incierta», ha dicho el gobernador De Cos, a pesar de que el desarrollo de la campaña de vacunación ha «cambiado completamente el panorama» de riesgos.

En cualquier caso, el gobernador ha insistido en que «es muy importante que las medidas excepcionales de apoyo económico se mantengan hasta que la recuperación sea firme», tanto las de política monetaria como prudencial y fiscal.

Colchones de capital

Entre otras cosas se busca mantener las medidas que facilitan a los bancos el uso de los colchones de capital o les limitan el reparto de dividendos, aunque «lo más importante» es seguir siendo prudente en un entorno que apunta al aumento de la morosidad, informa Europa Press.

Por lo que respecta a la política fiscal, De Cos ha abogado por un sostenimiento de rentas «de manera más focalizada», sobre todo en las empresas viables con problemas de solvencia, con el objetivo de evitar un «daño sobre el sector bancario» que genere un «círculo vicioso» de restricción del crédito que dificulte la salida de la crisis.

«Estas acciones de política monetaria, prudencial y fiscal deberían ayudar a evitar que la crisis incorpore un elemento financiero adicional», ha resumido, «que haría la crisis mucho más duradera, profunda, persistente».

Proceso de vacunación

Por otra parte, el Banco de España ha dicho que l proceso de vacunación no va a implicar una recuperación segura del consumo interno, clave para el incremento de la actividad económica y del Producto Interior Bruto (PIB). Así lo señala el Banco de España en un reciente informe, sembrando dudas sobre la mejora del PIB español a partir del segundo semestre del año. Esa es la fecha en la que el Gobierno espera que el 70% de la población esté ya vacunada de coronavirus y se vuelva a una cierta normalidad, también en el turismo.

Pero es que, además, al margen de la opinión del Banco de España sobre lo que ocurra con la mayoría de la población vacunada, el proceso de vacunación en el país va en estos momentos muy por debajo de las previsiones: sólo 1,8 millones de personas han recibido las dos dosis, en torno al 4% del total de los ciudadanos.

Para el organismo supervisor, la pandemia ha tenido como consecuencia la generación de una bolsa de ahorro en los españoles al no poder gastar dinero por el confinamiento. «Desde el comienzo de la crisis sanitaria, las restricciones para la contención de la pandemia han impedido que los hogares realicen algunos de sus gastos habituales, lo que ha generado una bolsa de ahorro forzoso muy voluminosa, tanto en España como en la UEM», explica.

«Es de esperar que parte de estos recursos, acumulados esencialmente en forma de depósitos bancarios, puedan imprimir un mayor vigor a la recuperación del consumo cuando la situación epidemiológica lo permita y se reduzca la incertidumbre», señala. Pero advierte: «No obstante, la distribución del ahorro por niveles de renta y algunos factores, como un posible aumento persistente de los componentes precautorio y ricardiano en el ahorro de los hogares, sugieren que la magnitud de este canal podría verse parcialmente limitada».