Economía
Alcanza los 63 dólares el barril

El petróleo se sitúa un 37% más caro de lo previsto por Sánchez para 2021 y complica la recuperación

El precio del barril de petróleo Brent, el de referencia en Europa, se ha mantenido este martes en los 63 dólares, lejos de la previsión que hizo el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para este año en los Presupuestos Generales. El Ejecutivo preveía un precio medio en el ejercicio de 46 dólares, lo que en estos momentos es un 37% inferior a su precio real. Esto significa que los gastos serán mayores de lo presupuestado si se mantienen en el tiempo esos precios y si la actividad económica se recupera y crece la demanda de crudo en caso de que se controle la expansión del coronavirus.

«En relación con los precios de las materias primas, el petróleo Brent llegó a cotizar por encima de los 70 dólares por barril en abril de 2019 y se moderó posteriormente hasta alcanzar, a finales de septiembre, niveles en el entorno de los 60 dólares», señala el Gobierno en los Presupuestos Generales.

«Desde entonces y hasta principios de enero de 2020 tomó una senda ascendente hasta acercarse a los 70 dólares, pero en el transcurso del primer semestre de 2020 experimentó una notable caída debido al im- pacto de la covid-19 sobre la demanda global. Posteriormente, se recuperó para estabilizarse ligeramente por encima de los 40 dólares/barril. En este contexto, el precio del petróleo se espera que se recupere muy lentamente, hasta el entorno de los 46 dólares, en 2021», asegura el Ejecutivo.

«En este contexto, el precio del petróleo se espera que se recupere muy lentamente, hasta el entorno de los 46 dólares, en 2021», asegura el Ejecutivo en sus Presupuestos

De momento, los precios del petróleo han puesto patas arriba esas previsiones. Los 63 dólares marcados este lunes y que se han mantenido este martes suponen un incremento del 60% respecto a los 39 dólares que marcaba en noviembre, hace apenas tres meses. El precio del barril de petróleo marca la factura energética, uno de los datos que se utilizan para analizar la evolución de la economía y sirve para hacer las previsiones de crecimiento.

Si sube la actividad económica por la mejora de la pandemia y sube inmediatamente el precio del crudo por la mayor demanda de energía, subirá el coste que debe afrontar el Ejecutivo para comprar petróleo. También subirán los precios de los carburantes y la inflación. En la otra parte, subirá también la recaudación pública por impuestos.

Más demanda a nivel mundial

Precisamente esa mejora de la actividad es lo que está ocurriendo, aunque fuera de Europa. En los países de fuera de la Unión Europea la demanda de crudo se está recuperando y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) calculan ya que la demanda será superior en el primer trimestre de este 2021 a la de 2020. Además, este cártel espera que el proceso de vacunación se extienda y en el verano se pueda recuperar el sector del turismo y el 85% de lo perdido la temporada anterior.

Este incremento de los precios del crudo puede ser la puntilla para la recuperación económica de España. No sólo por el lado de los gastos extra del Gobierno sino por la parte del retraimiento del consumo interno. Los precios del crudo llevan aparejados los del gas y los de las gasolinas, por lo que es posible que la combinación entre una oleada de cierres de negocios y de incremento del paro y subida de precios de los combustibles reduzca el consumo.

Los precios del crudo llevan aparejados los del gas y los de las gasolinas, por lo que es posible que la combinación entre una oleada de cierres de negocios y subida de precios de los combustibles reduzca el consumo

La mayor parte de los organismos nacionales e internacionales han reducido -salvo la Comisión Europea, que la ha ampliado en dos décimas en su última revisión- el crecimiento económico para España este año. El motivo es el retraso del proceso de vacunación y la extensión de las medidas de confinamiento de los negocios al menos hasta marzo por la tercera ola.

El consenso de estos organismos es que España crezca entre un 5% y un 5,5%  este año, cifra inferior a la prevista por el Gobierno, el 9,9%. Una mejora de la actividad económica elevaría los costes de la factura energética, mientras que un retraso en la recuperación combinado con un incremento de los precios de los combustibles lastraría el rebote del PIB. Sobre todo en un país que prácticamente compra todo el petróleo que consume ya que la producción interna de España se acerca ya a prácticamente cero, según los datos publicados la semana pasada por Cores referidos a 2020.