Economía
Crisis empresarial

OHLA pidió al fondo Atitlan prorrogar su oferta de entrar en su capital para influir en otros inversores

Atitlan retiró su propuesta de ampliación de capital este lunes

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La constructora OHLA, controlada por los hermanos Amodio, anunció este lunes la retirada de la oferta del fondo de inversión Atitlan para entrar en su capital mediante dos ampliaciones al vencer el plazo concedido por este vehículo a la compañía al no «haberse alcanzado un acuerdo». Fuentes conocedoras de la situación aseguran que los ejecutivos de la compañía no llegaron a reunirse con el fondo, pero sí le pidieron ampliar el plazo concedido, a lo que éste se negó por entender que estaba siendo utilizado para lograr mejores ofertas de otros inversores.

La compañía se limita a remitirse a su hecho relevante de ayer en el que dice que «el Consejo de Administración de la Sociedad acordó solicitar a Atitlan determinadas aclaraciones de la Oferta para poder adoptar un acuerdo, poniéndose a su disposición para mantener las conversaciones que resultaran oportunas a tal fin y poder elegir entre las distintas opciones existentes», pero no concreta si se han producido o no dichas conversaciones.

OHLA está buscando inversores que aporten al menos 100 millones de euros en una ampliación de capital para tratar de equilibrar su balance ante la presión de la deuda, con vencimientos de bonos por valor de 412 millones de euros-el 50% en marzo de 2025 y el otro 50% en marzo de 2026-, a los que hay que sumar otros 60 millones de crédito bancario que también vencen en la primera de estas fechas.

El fondo Atitlan, gestionado por Roberto Centeno junior (yerno de Juan Roig), le propuso hacer dos ampliaciones: una primera de 75 millones que suscribiría enteramente el fondo, y una segunda de igual importe con derecho de suscripción preferente a la que podrían acudir todos los accionistas de OHLA en el porcentaje que les correspondiera, incluyendo el propio fondo tras entrar con la primera ampliación. A esta propuesta se sumó el fondo Stoneshield, dirigido por Felipe Morenés, hijo de Ana Botín.

Atitlan aspiraba a tener al menos tanta participación en el accionariado como los mexicanos Amodio (poseen el 26% actualmente) y participar en la gestión de la compañía. Con esta propuesta, pretendía reforzar el capital de OHLA más allá de lo anunciado y, además, resolver su problema de gobernanza, ya que los citados hermanos detentan los cargos de presidente ejecutivo (Luis) y vicepresidente ejecutivo (Julio Mauricio) desde la dimisión del consejero delegado (José Antonio Fernández Gallar) hace un año. Una situación que no gusta al mercado ni a los acreedores, según las fuentes.

Por tanto, la operación implicaba una dilución del porcentaje de los Amodio en el capital en aproximadamente una tercera parte y la pérdida del poder absoluto que a día de hoy detentan en la constructora. Lógicamente, prefieren una alternativa que tenga menos efectos negativos para ellos. Sin embargo, mantener viva la oferta de Atitlan les otorgaba una importante baza negociadora con otros potenciales interesados, lo que explica que pidieran al fondo que la volviera a ampliar (ya se había alargado una semana respecto al plazo inicial).

Centeno se negó a ello y por eso ayer se anunció la ruptura de las negociaciones. OHLA aseguró que «continúa trabajando en el resto de las alternativas existentes en defensa del interés social». Entre ellas, se encuentra una propuesta de la inmobiliaria mexicana Coapa Larca, pero sólo ofrece 25 millones, mientras que el resto correría a cargo de los actuales accionistas.

Otras fuentes aseguran que también está en conversaciones con el conocido empresario independentista catalán José Elías Navarro, presidente de Audax Renovables y dueño de los congelados La Sirena, así como avalista de Joan Laporta en el Barcelona. Aquí también existen muchas dudas sobre su capacidad económica para afrontar esta operación, ya que sus inversiones no le producen grandes ingresos y siempre las hace apalancado (a base de deuda).

Venta de Canalejas

OHLA también pretende equilibrar su balance con la venta de activos como su filial de servicios (Ingesan) o la joya de la corona, el complejo Centro Canalejas de Madrid, donde la empresa posee el 50%. Pero esta venta, que es la única que puede aportarle suficientes ingresos para afrontar la deuda con garantías, está muy lejos de producirse por el elevado precio que solicitan los hermanos: unos 850 millones por el 100%.

«Nadie está dispuesto a pagar una cifra mínimamente cercana a esa. Y además, todo el mundo sabe que OHLA está desesperada, por lo que harán ofertas a derribo», explican las fuentes consultadas.

Por tanto, tras la ruptura con Atitlan, los responsables de OHLA van a tener bastantes dificultades para reunir los al menos 100 millones de la ampliación de capital anunciada. Y con las ofertas actuales, probablemente necesitarán más de un inversor para lograrlo, aparte de que los hermanos Amodio tendrán que poner más dinero -han anunciado que aportarán 26 millones si sale adelante la opción de Coapa Larca- a pesar de que acumulan sustanciosas pérdidas con su inversión en la empresa que fundó el recientemente fallecido Juan Miguel Villar Mir.