Ayudas públicas

Nueva ayuda de 200 € al mes por cada hijo: lo que podría estar a punto de cambiarlo todo

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Blanca Espada

En España, la crianza de los hijos es un desafío económico que pesa cada vez más sobre las familias. El coste de alimentación, educación, vivienda y otros gastos esenciales ha crecido de manera considerable en los últimos años, poniendo en aprietos a muchos hogares. En este contexto, la posibilidad de una nueva ayuda de 200 euros al mes por cada hijo podría marcar un antes y un después, aliviando la carga económica de millones de familias.

El planteamiento de esta prestación universal parte de la premisa de combatir la pobreza infantil y garantizar mejores condiciones de vida para los menores. Sin embargo, el debate no es sencillo. Mientras algunos ven la medida como un paso necesario hacia una mayor equidad social, otros alertan sobre el impacto en el gasto público y las finanzas del Estado. A falta de una memoria económica detallada, la pregunta es inevitable: ¿es viable esta ayuda en el actual contexto económico de España? Actualmente, somos el país de la Unión Europea con la mayor tasa de pobreza infantil, y las cifras no han dejado de crecer. De acuerdo con los datos más recientes, el 34,6% de los menores de 18 años se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social, el dato más alto desde 2014. Esta realidad ha llevado a plantear soluciones urgentes, pero también a cuestionar la efectividad de las políticas existentes. Con una deuda pública que ha crecido exponencialmente en los últimos años, la implementación de un nuevo subsidio genera dudas sobre su sostenibilidad a largo plazo.

¿En qué consiste la nueva ayuda de 200 € por hijo?

La propuesta esta nueva ayuda parte del grupo político Sumar, que busca establecer una prestación universal por crianza que garantice un ingreso mensual de 200 euros por cada hijo desde el nacimiento hasta los 18 años. A diferencia de otras ayudas con requisitos específicos, esta medida se aplicaría de manera generalizada, sin necesidad de acreditar un determinado nivel de renta o situación familiar.

El principal argumento detrás de esta iniciativa es aliviar la carga económica de las familias, especialmente en un contexto donde el coste de criar a un hijo ha aumentado considerablemente. Según Save the Children, en 2024 el gasto medio mensual por hijo alcanzó los 758 euros, lo que supone un incremento del 13% respecto a 2022 y del 29% en comparación con 2018. Con estos datos sobre la mesa, la ayuda de 200 euros representaría un pequeño respiro para los hogares con menores a cargo.

¿Cómo impactaría en la economía del país?

Uno de los puntos más debatidos es el impacto financiero de esta medida en las cuentas del Estado. La prestación beneficiaría a aproximadamente 8 millones de menores, lo que supondría un gasto anual de alrededor de 19.200 millones de euros. En un contexto donde España ya enfrenta exigencias de la Unión Europea para reducir su déficit y cumplir con compromisos en materia de gasto militar, la viabilidad de esta ayuda es una cuestión clave.

El crecimiento de la deuda pública es otro factor a considerar. Desde el inicio de la legislatura de Pedro Sánchez, la deuda ha aumentado en 435.000 millones de euros, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad del país para asumir un nuevo gasto de esta magnitud. A esto se suma el debate sobre si las políticas de subsidios son la mejor solución para combatir la pobreza o si, por el contrario, es necesario un enfoque basado en la creación de empleo y el fortalecimiento de la economía.

¿Cuáles serían los requisitos para acceder a la ayuda?

A diferencia de otras prestaciones sociales, la renta universal por crianza se otorgaría sin necesidad de cumplir criterios de renta o empleo. Según la propuesta de Sumar, bastaría con que en el hogar hubiese al menos un menor de 18 años para recibir el ingreso mensual de 200 euros por cada hijo.

Este planteamiento busca garantizar un acceso inmediato y generalizado a la ayuda, evitando procesos burocráticos complejos. Sin embargo, también ha generado críticas por su falta de focalización en las familias más vulnerables. Algunos expertos señalan que un modelo universal podría diluir los recursos, beneficiando también a hogares que no están en situación de necesidad y dejando sin respuesta problemas estructurales como la precariedad laboral y la falta de oportunidades económicas.

¿Es esta la solución a la pobreza infantil en España?

España enfrenta un problema grave de pobreza infantil, y cualquier medida orientada a reducirlo merece ser analizada con detenimiento. No obstante, la eficacia de esta ayuda dependerá de su implementación y de cómo se complemente con otras políticas. La inversión en educación, acceso a vivienda asequible y medidas para mejorar el empleo siguen siendo factores clave en la lucha contra la desigualdad.

El debate está abierto, y la propuesta aún debe superar múltiples obstáculos antes de convertirse en una realidad. Mientras tanto, la incertidumbre persiste: ¿será esta la medida que cambie el rumbo de la pobreza infantil en España o simplemente un parche más dentro de un sistema que necesita reformas profundas?.

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