Sánchez ejecuta sólo el 26% de las inversiones productivas para 2022 mientras dispara el gasto inútil
No es sólo el retraso en la ejecución de los fondos europeos, que no están llegando a la economía y hasta junio se ha gastado el 9% de lo presupuestado para todo el año. Las inversiones reales también están muy por debajo de lo presupuestado por el Gobierno en los seis primeros meses del año, según los datos de Hacienda: le ejecución presupuestaria se limita al 26% del total a cierre de junio: 2.998 de los 11.180 millones de euros previstos en las cuentas públicas.
Este es el único ahorro que está demostrando ser capaz de llevar a cabo Pedro Sánchez, presidente del Gobierno: dejar de ejecutar las inversiones previstas y así tratar de cuadrar las cuentas públicas. Menos inversiones de las previstas, unidas al incremento fuerte de la recaudación tributaria por el incremento de los impuestos, la mejora del empleo y la subida de sueldos, arrojan buenas perspectivas para el déficit. De momento, se ha recaudado 16.000 millones de euros más que el año pasado, frente a los 9.000 millones extra presupuestados por el Ejecutivo.
A mediados de año la ejecución presupuestaria debería estar más avanzada. Si esos fondos siguen en las arcas públicas, el déficit mejora, pero la actividad económica se resiente por la falta de inyección en la economía de ese dinero. Si siguen las cifras en la segunda parte del año como en la primera, al final del ejercicio se quedarán en las arcas públicas unos 5.000 millones de euros, unas cuatro décimas de PIB y de déficit.
Pero mientras las inversiones no llegan a las empresas y a los ciudadanos, el Gobierno sí está aumentando cada día el gasto público en cuestiones improductivas, los llamados chequevotos. Pedro Sánchez gastará casi 300 millones de euros en dar trenes gratis durante cuatro meses a los usuarios de los trenes de Cercanías y media distancia de Renfe, 100 millones de euros en nuevos pagos para los estudiantes beneficiarios de una beca, o casi 400 millones en ayudas a los transportistas, taxistas y conductores de VTC.
El Gobierno de Sánchez es el más numeroso de la democracia en asesores personales y altos cargos, y el Ejecutivo ha presumido de sacar adelante la mayor oferta de empleo público. Crece el gasto público en sueldos, salarios y ayudas, pero por otro lado aumenta los impuestos y deja de realizar las inversiones productivas.
Menos PIB
La otra consecuencia de esta falta de inversiones es un retraimiento del PIB. Los principales organismos nacionales e internacionales ya han dejado en papel mojado las previsiones del Gobierno para el PIB de este año, que no crecerá el 4,3% sino incluso el 3,5% según Moody´s o Repsol.
BBVA Research preve ya una recesión en España al registrar crecimiento negativo en el cuarto trimestre de 2022 y el primero del 2023. La propia vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha dicho ahora que hay que «prepararse para lo peor», cuando hace unos meses negaba cualquier desaceleración.