Economía
Banca

Muniesa, el ex sindicalista que ha colocado Fainé para tener el control absoluto de CaixaBank

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Tomàs Muniesa (Barcelona, 1952), el nuevo presidente de CaixaBank a partir de enero en sustitución de José Ignacio Goirigolzarri, fue el líder de Comisiones Obreras en lo que entonces era La Caixa. Ahora, ha ascendido al puesto más alto del banco de la mano de Isidro Fainé, el presidente de la fundación, que quiere asegurarse así el control total sobre el mismo.

Muniesa entró en La Caixa en 1976 y rápidamente se significó como sindicalista, hasta llegar a ser el máximo responsable de CCOO en la entidad. Josep Vilarasau, director general entre 1977 y 1999 (y posteriormente presidente) se dio cuenta de su potencial en ese ámbito y en 1992 lo nombró director general adjunto con responsabilidad sobre el área de recursos humanos.

Como entró desde abajo, La Caixa le apuntó -como a otros muchos directivos y empleados- a la Universidad de Barcelona para que se sacara la carrera de Ciencias Empresariales y pudiera ascender. Una licenciatura en la que se le permitía aprobar mediante trabajos sin necesidad de presentarse a los exámenes, según fuentes cercanas al personaje. Posteriormente, también realizó un máster en dirección de empresas en ESADE.

Con ese bagaje, fue ocupando diversos cargos de responsabilidad al frente del brazo asegurador y de gestión de activos. En 2018 le llegó el gran salto con su nombramiento como consejero dominical de CaixaBank en representación del holding Criteria (máximo accionista de la entidad) y único vicepresidente de la mano del citado Fainé.

Y ahora alcanza la presidencia con la salida de Goirigolzarri. Su nombramiento es lógico siendo vicepresidente y hombre de la casa -es de pura sangre Caixa- para dar sensación de continuidad y no provocar una ruptura abrupta con un fichaje externo, algo que siempre ha buscado una organización con una idiosincrasia tan marcada. Salirse de esa norma ha acabado dando malos resultados en el pasado: el ejemplo fue el fichaje de Juan María Nin del Sabadell como consejero delegado.

Además, es relevante que sea catalán, lo que retoma la tradición histórica del grupo interrumpida por Goirigolzarri (natural de Bilbao), el primer presidente nacido fuera de esa comunidad autónoma. Dicha interrupción fue obligada por la fusión con Bankia a cambio de que tuviera fecha de caducidad, como explicó este jueves OKDIARIO. Ahora, el nombramiento de Muniesa se percibe en Barcelona como una «vuelta a la normalidad».

Fainé recupera el control total

Ahora bien, Fainé podría haber elegido a otro de los históricos de La Caixa, pero ha preferido a Muniesa, cuyo perfil es muy discreto, para poder tener el control de CaixaBank sin ninguna oposición, según las fuentes consultadas.

El presidente de la fundación y de Criteria siempre ha tenido un gran poder sobre el banco, pero con Goirigolzarri en la presidencia-a pesar de que sus poderes estaban muy limitados- no tenía el control absoluto, porque el vasco entraba en todas las decisiones importantes y Fainé debía discutirlas con él.

Con Muniesa como presidente no ejecutivo, este problema desaparece y vuelve a tener todo el poder en CaixaBank, como antes de la fusión con Bankia. Fainé dejó la presidencia de la entidad en 2016 para quedarse en la fundación, pero nombró a Jordi Gual -un perfil alejado de la gestión bancaria, de economista reputado procedente del servicio de estudios-, para mantener el control.