Economía
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Montero confirma que los 11.000 millones que prometió Sánchez no irán únicamente a ayudas directas

La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado las sospechas que rodeaban al plan de ayudas de 11.000 millones de euros que ultima el Ejecutivo para el sector del turismo, hostelería y pymes: no serán en su totalidad ayudas directas. La titular de Hacienda ha avanzado que este paquete incluirá medidas fiscales, así como instrumentos para ayudar a la solvencia empresarial de todas aquellas pymes y negocios que sean viables.

Así lo ha confirmado Montero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que ha explicado que el Ejecutivo trabaja intensamente para que muy pronto llegue al Consejo de Ministros el paquete de ayudas directas de 11.000 millones de euros anunciado la semana pasada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Montero ha indicado que el plan, dirigido al sector de la hostelería, el turismo y el pequeño comercio, según anunció Sánchez, se dirigirá a ayudar a la solvencia de las empresas, al ser uno de los grandes problemas que se pueden producir como consecuencia de la pandemia.

«El Gobierno quiere anticipar una situación en la que las empresas no se tengan que ver obligadas a acudir al concurso de acreedores o hacer reestructuraciones que pongan en peligro los puestos de trabajo», ha apostillado Montero.

Por ello, ha precisado que se estudian los instrumentos que incluirá el paquete de medidas, como la reconsideración de préstamos, la recapitalización de empresas o tener la capacidad de proporcionar esas ayudas que hagan que al final el tejido productivo siga manteniéndose para que cuando se recupere la movilidad habitual en el ejercicio de las tareas se pueda reactivar la economía. Además, ha adelantado que podría incluirse algún tipo de medida fiscal.

La ministra ha indicado que tras la primera oleada derivada de la pandemia el año pasado se registró un notable crecimiento en el tercer trimestre, por lo que espera que en los próximos meses se pueda activar el tejido productivo con el Plan de Recuperación y los nuevos instrumentos que ultima el Gobierno, que podrían contemplar medidas fiscales.

Sólo para empresas viables y con condiciones

Las nuevas ayudas que ha anunciado Pedro Sánchez -11.000 millones de euros para las pymes del turismo y la hostelería- tendrán letra pequeña que no termina de convencer a los que tienen que ser sus principales beneficiarios: las pymes y los autónomos. Lo que parece seguro es que el Gobierno exigirá condicionalidad, algo de lo que el Ejecutivo se queja cuando la impone Bruselas a España para recibir ayudas europeas. En cambio, sí que es un requisito ineludible para el sector privado a cambio de las ayudas gubernamentales.

Aunque el Ejecutivo está midiendo mucho qué información filtra sobre las ayudas que el presidente del Gobierno se sacó de la manga en el pleno del Congreso del pasado miércoles, se empieza a conocer a cuentagotas que a cambio de las ayudas habrá una condicionalidad. Dependiendo de qué Ministerio gane la batalla gubernamental será más o menos estricta. Es decir, la idea del Gobierno es que las ayudas, en ningún caso, sean a fondo perdido.

Según fuentes conocedoras de la planificación que se está haciendo de las ayudas que anunció Sánchez, la intención del presidente es que sólo se rescate a empresas viables. Es decir, que las pymes o los autónomos que quieran beneficiarse tendrían que presentar un plan de viabilidad, algo que enfada a las principales organizaciones empresariales.

Por lo pronto, la hoja de ruta del Gobierno no se conocerá hasta marzo (lo que demuestra que Sánchez improvisó ayer en la Cámara Baja) y Nadia Calviño evita definir el plan como «ayudas directas», algo que inquieta al mundo empresarial.

Algunos ministerios incluso quieren que se exija a las compañías que reciban las ayudas que no destruyan empleo durante un periodo de tiempo -como ocurre ahora con los ERTE-, algo a lo que también se oponen en rotundo los empresarios, que consideran una tomadura de pelo que el Gobierno sigue sin detectar cuáles son los problemas reales que están viviendo durante esta pandemia. Si se pone este requisito, CEOE podría plantarse.